Aquel año escolar empezó con algo no planeado, ni siquiera imaginado.
- ¿Se cambió?
-Sí, amigo. Dijo que había mejorado lo suficiente para entrar con los nerdos.
No me importó el saludo de Butters, ni que el profesor haya entrado a darnos la bienvenida del primer día de clase, peor que la campana haya ya sonado avisándonos que ya nadie debía estar en los pasillos. Salí disculpándome con el maestro, diciéndole que había olvidado algo importante. Corrí en el corredor hasta llegar al casillero de Kyle. Estaba sin candado. Lo habían cambiado, era obvio. Al frente de los casilleros estaban los nombres de los alumnos con sus respectivos cursos y clases. Era una lista larga, pero el apellido de Kyle era muy llamativo a la vista. No perdí ni un minuto.
Química avanzada.
Leí mentalmente. Mis temores fueron confirmados en ese segundo. Retrocedí dos pasos sin dejar de ver la pizarra. Nunca la deje de ver porque estuvo en mi mente todo tiempo. Llegué al curso siendo la burla del maestro diciendo que, si tan necesario era ir al baño, muchos se burlaron, pero yo no reí, solo me senté viendo el puesto que debía ser de Kyle. Era el puesto de mi amigo, ese que ocupaba ahora Token. Segundo puesto, pegado a la pared del lado derecho del salón. Sentía que el curso estaba vacío sin Kyle.
Sabía que debía acostumbrarme a su ausencia, o a que ya nadie preguntara cosas demasiadas presumidas, o el "cállate, Cartman". Sabía que debía acostumbrarme al hecho de que mi mejor amigo ya no estaría jamás conmigo, porque los que se van a ese curso nunca regresaban, nunca retrocedían. Debía acostumbrarme a solo mirarlo en recreos a lo lejos, para asegurarme de que estuviera bien. De lejos.
Sabía que debía acostumbrarme, pero ese día no, ese día no era el día. Todas las horas de clases las pasé pensando en que el último momento en el que pude conversar con él lo eché a perder. Que nuestra última conversación fue solo unas miradas de tristeza de su parte. Estuve callado, estuve apartado, ni siquiera pensaba en nada ni en nadie. Todo era estúpido a mi alrededor sin él. Estaba sentado en las gradas del patio, me había saltado el almuerzo para evitar estar rodeados por mis amigos, amigos que compartía con Kyle. Me quedé sentado ahí mientras veía a todos los demás que se habían saltado el almuerzo, chicos que no tenían el mismo motivo que el mío, pero sin embargo estaban ahí, interrumpiendo mis pensamientos por tanto ruido que hacían. Solo miraba mi celular mientras mis codos se apoyaban sobre mis piernas y pensé en Kyle. Abrí las llamadas recientes y me dirigí hacia las llamadas de hace dos días, me quedé viendo aquel número desconocido que estaba ahí, saltaba a la vista entre tantos "papá" "mamá" "Wendy" quería llamarlo, quería presionarlo para hacerle muchas preguntas o simplemente disculparme, pero no podía, me era muy difícil.
KB.
Fue lo que puse al guardarlo en mi directorio telefónico y volver a bloquear el celular.
- ¿Qué haces lejos?
Alcé mi mirada. Era Kenny. Le sonreí y le dije que nada, que solo estaba cansado.
-No me vengas con mariconadas.
No respondí nada más, solo dejé de sonreír y miré a otro lado. Toda clase de preguntas se me venían a la cabeza, quería saber de Kyle, quería saber sobre su decisión y si él sabía algo al respecto, quería saber si hubiera podido hacer algo al respecto, pero eso hubiera sido quizá un poco egoísta de mi parte. Solo me quedé callado, de alguna manera pensaba que tampoco debía preguntar nada.
-Wendy está molesta porque no la acompañaste a comer.
Estaba harto de ser su títere, pero eso él no tenía por qué saberlo. Tampoco Wendy. Miré hacia un lado, lejos de Kenny, quien ya se había sentado a mi lado, y vi al entrenador de bascketball llevando las pelotas en unas canastas pesadas.
- ¿Él dejó el entrenamiento?
Kenny regresó a ver lo que yo estaba viendo y sonrió. Dijo que Kyle podría ser un adicto a los libros, pero que jamás les quitaría la locura de jugar baloncesto. Y en eso también concordaba. Él ama ese estúpido juego de una manera obsesionada. La campana volvió a sonar y ambos fuimos al curso sin preocupación alguna, a toparnos con el asiento de nuestro amigo que ya estaba ocupado por Token.
Maldito Token.Pasaron los meses en ese colegio. Realmente yo no veía ya nada que me motivara a seguir en ese colegio, ni siquiera Wendy estaba ya en mis cosas de listas importantes, y eso a ella le molestaba, siempre empezábamos las peleas con su típica frase "has cambiado, Stan" y obvio que me sentía diferente, mi mejor amigo, quien yo empecé a evitar por un estúpido dibujo, me estaba comenzando a evitar a mí y lo peor de todo, me estaba jodiendo de una manera muy intranquila. Él querer topármelo a cada rato ya no lo sentía normal, pero me daba una lección de que una amistad de esa manera jamás se debía romper, por eso con el resto de mis amigos fui más sociable.
Si, más sociable. Había dejado de ser un chico faldero y comenzaba a ser diferente. Diferente en el sentido en el que salía a fiestas, en el que en cada travesura estaba yo presente, a escaparme de casa solo para salir a molestar con mis amigos por las calles de southpark. Si, más sociable, y por eso Wendy se enfadaba. Obviamente estaba con ella en algún momento del día, no había día en el que no nos habláramos o peleáramos, pero estábamos juntos, sin embargo, a ella le molestaba de sobremanera el hecho de que yo ya no era un perrito faldero debajo de sus órdenes, ni mucho menos su fiel billetera. Me había ahorrado demasiado dinero últimamente. Y si quieren saberlo, Kyle ya no mostraba ni sombra, los horarios eran totalmente diferentes, sus compañeros muy distantes a los míos, nuestras salidas de clases en diferente horario, incluso el recreo. Era como si él no estudiara ahí ya. Como si no existiera. Como si nunca hubiera existido.
Las únicas veces que vi a Kyle en la escuela fueron dos, y que manera de verlo. Algo inesperado. La primera vez estaba yo caminando con libros encima de mis brazos y él pasaba al frente mío para solo ignorarme, los libros se me resbalaron, ni siquiera se volteó a ver que era ese ruido. Y la segunda fue cuando nos reunieron en el patio principal porque iban a premiar a los mejores alumnos del semestre, él era el segundo mejor alumno. Ni siquiera aplaudí. Solo me levanté y me fui temprano a casa.
Después de eso, lo único que recuerdo fue estar cumpliendo 14 años, que el año escolar estaba a dos meses de acabarse, y que mi celular sonó a las tres de la madrugada con un nombre resaltando en la pantalla
KB.
No la respondí, porque desperté tarde. Solo estuve esperando a que volviera a sonar, pero nunca lo hizo. Solo fue una timbrada corta. Como si hubiera sido un error marcar a esa hora. O como si hubiera sido un error marcarme a mí. El resto de mi "día especial" fue una pendejada.
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TE GUSTE O NO.
RomanceDesde pequeños Stan siempre ha estado alado de su mejor amigo Kyle, pero después de un pequeño descuido por parte de Kyle, Stan empieza a mantener una distancia. Después de dos años, vuelven a sus burlas sobre su sexualidad, su confianza y su amist...