Habían acabado las clases, el stress, el madrugar, los feriados cortos y mi relación con Wendy. Todo lo había vivido sin tener a Kyle a mi lado. De Kyle había escuchado cosas muy vagas por los pasillos, de que estaba bien, de que su hámster había muerto, de que era el mejor graduado de ese año, de que el colegio llegó a ser campeón gracias a él y de que lo querían hacer capitán del equipo para el siguiente ciclo de clase. Cada cosa que escuchaba de Kyle era de admirar, pero a Kyle, nunca lo vi. Los horarios eran insoportablemente separados, apenas podía escuchar de él gracias a los profesores, mis padres, o unos compañeros que solían coger materias avanzadas y tenían una o dos clases con Kyle. Era patético.
Con Wendy, por otro lado, había terminado de una manera espantosa, casi como si ella me hubiera odiado hasta el final, y ¿por qué? Solo porque ya no le daba la atención de antes. Y es que no podía. Ella era ruidosa, terca y ya al final de la relación sentía que no valía mi tiempo. Por casi repruebo lenguaje sino fuera por mi madre que me puso un tutor. Le debía mucho a ella. Pero la pelea que fue final había sido por una estupidez. Estábamos los dos en el casillero hablando sobre las materias en las que necesitábamos un tutor, yo solo metía y sacaba cosas de mi casillero cuando de pronto, por la puerta principal de la escuela entraron un montón de chicos con el uniforme de basketball, entre ellos estaba Kyle. Mi mirada fue hacia la suya, pero nunca me miró. Habían ganado, él estaba con esa sonrisa de felicidad pegada a su rostro mientras una cheerleader lo abraza fuerte, no la reconocí, ni sabia quien era, solo veía a Kyle rodeado de mujeres y siendo feliz. Me gustaba verlo sonreír así. De pronto un golpe fuerte sentí detrás de mi cabeza.
- ¡ERES UN CERDO ASQUEROSO!
¿Cerdo asqueroso? Eso me había dicho la chica a la cual le había sido fiel, la había amado, la había acompañado en todo momento de tristeza y felicidad y ahora me estaba quedando en una materia por su culpa. Con sus ojos furiosos viendo los míos que estaban impactados me volvió a dar otro golpe, pero esta vez en la mejilla. Todos los de la escuela estaban viendo aquello, pero yo hice lo único caballero que podía hacer en ese momento. Irme. Porque juraba que quería mandarla a la mierda en ese instante. Cerré el casillero y la pasé de lado para irme a clases. En el curso todos comentaban sobre el espectáculo que había armado mi novia en pleno pasillo y todas las chicas estaban de lado de esa loca. Si, de esa loca, porque eso se había reducido mi novia, a ser una de esas locas mujeres celosas sin motivos. Yo no miraba a ni una cheerleader, porque para mí fue eso por lo que se puso celosa, yo estaba mirando a mi mejor amigo de lejos y de cómo estaba feliz.
Sin mi.
Pensé mientras estaban tratando de poner atención a lenguaje, pero era imposible, y para variar la materia más aburrida de todas. Mi mirada se fue al cuaderno solo para recordar cómo mi mejor amigo sonreía sobre su triunfo y de que estaba rodeado de chicas. Sonreí un poco y me di cuenta que debía de dejarlo llamar amigo en mi cabeza.
Solo Kyle.
Pensé mientras el timbre de salida llamaba mi atención. El resto de la historia de Wendy fue confusa, ella se hizo la víctima, después de enojo, después de hizo la víctima, después se enloqueció y al final solo recuerdo el último golpe en mi mejilla izquierda cuando le dije que ya no quería estar con ella nunca más. Después de eso, ya en vacaciones, lo único que podía escuchar era que ella salía con tal amigo, o que ella salía con tal chico, pero no le di mucha importancia, lo único que me confortaba era que a veces mi madre decía.
- No me agradaba mucho.
O a mi hermana solo decirme que Wendy era media puta por salir con otros de esa manera tan rápida. Pero la verdad es que a mí eso me tenía sin cuidado. Lo único que yo hacía era salir con mis amigos y tratar de despejar mi mente y rezar por tener suerte con topármelo a Kyle.
Y ahora... qué había pasado con la llamada misteriosa de Kyle el día de mi cumpleaños, nunca lo supe, él y yo no hablábamos de eso, quizá por qué nunca hablamos. Quise devolverle la llamada de inmediato, pero no pude hacerlo, no quería incomodarlo, sabía que me estaba evitando desde aquel día que lo había dejado plantado, así que mi decisión fue ayudarlo a alejarse de mi, si tanto lo quería, estaba bien por mi. Nunca había rogado por una amistad y él y yo habíamos dejado de ser mejor amigos ya desde hace un buen tiempo. Siempre hubo uña pequeña esperanza en mi que me hacía creer que en alguna salida con nuestros amigos él iba a estar ahí, pero nunca estuvo. Y el tema entre nosotros salió una tarde que estábamos jugando videojuegos en casa de Craig.
- Maldita sea, volví a perder.
- Dame ese dinero, papá.
Dije de forma burlesca a Token que en ese momento había perdido mi apuesta. De pronto todos hablábamos de lo bueno que era para los videojuegos.
- Si fuera algo que diera dinero, sin duda dejaría el colegio.
Dije para que sonrieran y corearan conmigo que eso sería fabuloso.
- ¿Se acuerdan quien era mejor que Stan?
Dijo Tweek, todos lo vimos y yo ya sabía para donde iba la conversación.
-Kyle.
Kenny se sentó a mi lado, agarró el mando de Token, por qué era su turno de ser vencido, y me dijo mientras me codeaba.
- Tuvo que serlo, no ves que eso le hacía falta para acercarse a este guapo.
- ¿Acercarse?
Pregunté yo y Craig al unísono, Tweek sonrió y contestó la pregunta.
- Cuando recién comenzábamos a salir ya entre todos el nos dijo un día que quería hacerse amigo de Stan.
- Le aconseje que se hiciera bueno en héroes de guitarra.
Yo solo recordé ese día, cuando teníamos 10 años. Él había llamado a mi casa y yo había contestado, Kyle, hasta ese entonces, solo era un nombre de un amigo. Me preguntaba si podía jugar en mi casa héroes de guitarra y yo le contesté que no había problema. Mi mente en ese instante se transportó a ese día en el que Kyle apareció en mi puerta bien peinado, con perfume y su guitarra colgando en su espalda. Sentí que era la persona más tierna del mundo, y esos no eran pensamientos de un niño de 10 años.
- Se ha alejado de nosotros.
Recalcó Token. Y yo salí de mis recuerdos para regresar a verlo. Le sonreí con Pena y le dije que eso era cierto.
- ¿Porqué será?
Preguntó Craig mientras le daba un sorbo a su jugo favorito. Yo no contesté nada. Solo comenzaba el juego. Kenny y yo empezamos a competir y mientras estaba ya casi a la segunda vuelta de ganar la carrera mi mente empezó a recordar.
- ¿Podría venir a jugar de nuevo?
- Claro, Kyle. Te harás mejor, aparte te puedo ayudar a practicar.
- ¿El Martes?
- ¿No puedes mañana? Estamos de vacaciones y aparte tu casa queda a unas cuadras, no esta lejos.
- Tendré que preguntarle a mamá.
- Ok.
Aquel día él y yo habíamos creado un lazo de amistad incomparable, y aparte jugar héroes de guitarra por mi solo era aburrido. Recordé que su mamá le había dicho que era igual peligroso ir y venir solo y desde ahí obligué a mi madre que llamara a la mamá de Kyle a decirle que cada vez que Kyle regresara a casa, lo acompañaríamos los dos.
-¡Gané, perra!
Le dije a Kenny cuando hacía mi baile con las manos.
- Lo sé. Toma.
Me pasó un billete de 5$. Yo comencé a escuchar que Butters decía que últimamente Kyle se llevaba mejor con todos los del equipo de basketball y que lo querían hacer capitán, no me sorprendía, él sería uno bueno.
Butters se sentó a mi lado y tomó el mando, le tocaba perder a él, cuando de pronto dijo algo que hizo que me diera cuenta que extrañaba a Kyle y que lo quería de regresó a nuestro grupo.
- No hay nada que lo haga regresar, será de esos amigos que cuando nos graduemos desaparecerá.
Desaparecerá.
Sonó en mi cabeza como un llamado de atención. Kyle iba a desaparecer. Kyle se iría con otro grupo de amigos y jamás regresaría a estar con nosotros, es decir, de todas esas vacaciones él jamás fue a ni una reunión con nosotros. Se había alejado no solo de mi, sino de todos. Él imbecil ese se quería alejar de todos y yo no lo iba a permitir. Era mi culpa y tenía que enmendar mi error.
- ¿Jugamos Stan?
Ignoré su pregunta y dije a todos los chicos que estaban ahí: Token, Craig, Tweek, Butter y Kenny.
- Quiero entrar al equipo de bascketball.
Solo hubo un silencio de cuatro segundos, para que después Kenny gritara de emoción.
- ¡SI!
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TE GUSTE O NO.
Любовные романыDesde pequeños Stan siempre ha estado alado de su mejor amigo Kyle, pero después de un pequeño descuido por parte de Kyle, Stan empieza a mantener una distancia. Después de dos años, vuelven a sus burlas sobre su sexualidad, su confianza y su amist...