ONCEABA ILUSIÓN

341 29 0
                                    


ONCEABA ILUSIÓN

- Oye realmente tú y tu hermano son idénticos ¿he? –

El mentalista no había dejado de ver a su igual tras el vidrio negro que los dividía en el cuarto, no había podido dejar de verlo en el restaurante, ni en la camioneta, ni cuando entro al hotel, se veía tan malditamente hermoso, y ese comentario que hizo su jefe Walter le hizo sentirse mal... una inmensa tristeza se alojó en su corazón.

- Tanto que no puedo odiarlo y es una maldición que me perseguirá toda la vida –

Comento viéndolo alejarse ¿había hecho bien en hacerle el amor la última vez bajo hipnosis? Se relamió el labio inferior recordando a su hermano mayor estremeciéndose bajo sus brazos y retozando de placer en aquella cama de motel donde no paro de embestirlo hasta que su miembro no pudo levantarse más; pero para cuando eso sucedió se había corrido dentro de su hermano cinco veces. Su hermano se le había escapado y al unirse a los jinetes nunca más pudo hallarle la pista si supiera Walter que le hubiese dado toda su fortuna, lo que fuese solo para que le diera pistas sobre su hermano gemelo quien tendría que estar pagando seria él mismo; pero... esa mirada que le dedicaba su reflejo, aquella mueca desgana que dibujo en su rostro cuando por si solo descubrió su farsa le dejo con los puños temblorientos y un amargo sabor de boca simplemente ¿Merrit no podía amarlo? ¡Bueno que no le estaba pidiendo que se casaran! Solo... una oportunidad de demostrarle que podía ser una buena persona, que podía darle la felicidad que necesitaba, que nunca lo lastimaría ni lo dejaría de amar, siempre estaría ahí para Merrit, siempre velaría por su bien, por su salud, ¡que lucharía por su amor contra demonios y personas! ¿Por qué carajos en la maldita y jodida mente de su hermano no lograba comprender eso?! Le amaba con todo el maldito corazón y le importaba bien poco lo que los demás pensaran de su enfermo amor pero ¡Merrit no pensaba igual! El sujeto siempre preocupado por lo que dirían las personas, por no deshonrar a Mami y Papi aun después de muertos ¡idiota! Owen salió de sus cavilaciones cuando escucho la voz de su jefe diciéndole "síguelos" y sin rechistar ni cuestionar salió del lugar sin muchas prisas, sin muchos ánimos, sin mucho de nada porque simplemente estaba entendiendo que quizá nunca su hermano lo amaría.

Walter noto el extraño comportamiento de Case McKinney, mas no le tomo mucha importancia ya que en este momento no podía sacarse de la cabeza a Daniel Atlas, es decir... todos los demás lo habían contradicho, habían preferido la muerte antes que ayudarle, pero Daniel siempre tan ingenuo parecía que quería ir directamente a su trampa con la intención de caer en ella. Y lejos de molestarle le pareció tierno y simpático ¡lo que él necesitaba en la vida! No quería a un Jack que le llevara la contraria, o un Merrit que viera todo el mundo de color de rosa, necesitaba un reto fácil de alcanzar y de controlar, necesitaba a Daniel. 

LOS ILUSIONISTAS -YAOI-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora