Narra Martín:
Me levante asustado al no sentir a Ana a mi lado, pero me tranquilice al sentir un olor muy peculiar, muy rico, era imposible no reconocer ese olor, eran pericos, me levante del sofá y camine a la cocina y hay la vi, estaba cocinando se veía malditamente sexy y muy hermosa por cierto, me acerqué por atrás, la abrace y comencé a darle pequeños besos en el cuello, después ella se volteo, le Sonreí para luego acortar la distancia entre nosotros dos, uniéndonos es un hermoso beso, muy intenso pero tierno a la vez, nos separamos por falta de aire, abrí mis ojos, la mire y los de ella seguían cerrados, comencé a acariciar su mejilla, ella abrió sus ojos sonriéndome, me encantaba su sonrisa era tan inexplicable decir lo que sentía por ella, no se ella es perfecta.
- Que preparas?- Le sonreí pícaro, yo sabia perfectamente que estaba cocinando pericos-
- Tu ya sabes, si no, no me estarías sonriendo
traviesamente- Esta mujer me conoce perfectamente-- Como haces para ser tan perfecta?- Ana se arreglo un cabello detrás de la oreja, eso es signo de que la puse nerviosa-
- No soy perfecta, solo soy yo y eso es lo que te gusta- Le Sonreí, ella tenía mucha razón-
Después de un largo rato de ponerla nerviosa y darnos besos, la deje servir el desayuno, nos sentamos a desayunar, entre broma y broma, estaba un poco nervioso, ya que mi madre antes de morir, me dejo dos pasajes de avión para París, no se como decirle a Ana, pero lo tengo como sorpresa, ya que nuestro aniversario fue todo un caos, salió muy mal, salió un total fracaso en pocas palabras, gracias a Zoey y al friki ese, todo salió mal, por eso quiero recompensar a Ana con este viaje
- Ana, mi amor, tengo que decirte algo
- Dime
- Te gustaría viajar a París?
- Tu sabes que si, porque?
- Empaca las maletas, porque nos iremos en dos semanas- Ana abrió su boca totalmente sorprendida mientras saltaba a mis brazos, haciéndonos caer a ambos del asiento, Ana quedo encima mio y yo debajo de ella, me dolió un poco el golpe, yo creó que partimos el maldito asiento-
- Estas hablando enserio Martín?
No es una broma?- No lo es princesa, jamás jugaría contigo de esa manera
- Te amo mucho Martín- Le Sonreí como tonto enamorado-
- Yo mucho más Ana- Y así nos fundimos en un lindo beso, hasta que escuchamos una tos falsa proveniente de la puerta, nos separamos de golpe, al ver a una Emily ¿Enojada?-
- Ustedes dos tienen mucho que explicar- Nos dijo mientras ambos nos levantábamos del suelo-
- Más bien tu tienes mucho que explicar porque no dormiste aquí anoche?
- Porque tuve un accidente y estuve en el hospital en observación
- Estuviste en el puto hospital y no me avisaste? Enserio? Que poca confianza me tienes, espero que estés mucho mejor, gracias por confiar en mi
"mejor amiga"- Dicho esto, cogí las llaves de mi carro e iba a salir del apartamento-- Donde vas a Ana?- Me dijo mi mejor amiga, la cual ignore, sin importarme lo que ella me decía, Martín, por su parte no perdió tiempo y salió detrás de mi-
- Amor espera no camines tan rápido- Me decía Martín intentando alcanzarme-
- Quiero estar sola por favor
- Tu sabes que no podre cumplir eso, tu no puedes manejar carro y lo sabes por tu mano, acuérdate que ayer apenas te cogieron los puntos- En eso tenía, razón Martín, no podía manejar mi carro, porque cualquier movimiento brusco podrían abrirse y eso seria peor-
- ¿Porque que quieres venir conmigo? No te creó que sea solo por mi mano- Comencé a mirarlo con mis ojos brillosos Martín se acercó más a mi, y me abrazo muy fuerte mientras, yo lloraba en su pecho, el me tocaba suavemente mi cabello, mientras yo parecía una magdalena-
Narra Martín:
Tenía a Ana en mi pecho, estaba tan vulnerable y débil, me dolía mucho verla así, y el motivo, era más que obvio Emily, le hizo pasar un mal rato, me da mucha impotencia ver a Ana de esta manera, pero tengo mucha mas rabia con Emily, ya que ella es la causante de todo esto, no quería ver más a Ana así, decidí llevarla a un lugar en especial, se que le gustara, la aparte de mi pecho, ella me miro, yo solamente le Sonreí, agarre su mano y la lleve al carro, le abrí la puerta como todo un caballero, me dirigí hacia el lado del piloto, me monte y puse las llaves del carro y arrancamos rumbo a una tienda de peluches.
En el camino, Ana solo miraba a la ventana, no pronunciamos palabra alguna, me dolía mucho verla así de mal, pero por más que le hablaba, ella solo me respondía secamente o simplemente asentía, lo cual no nos llevaba a nada, estacione el carro y nos bajamos, agarre a Ana de la cintura abrazándola, mientras que ella solo me daba sonrisas fingidas, caminamos hasta la gran tienda de peluches, ella sonrió y esta vez era una de esas sonrisas verdaderas, entramos y ella miraba todo como niña chiquita a la cual nunca le han regalado un oso de peluche, agarre un carrito porque supuse que serían muchos peluches, caminábamos y caminábamos por largos pasillos jugando con miles de peluches con los que nos cruzábamos, en el primer pasillo, Ana escogió, 5 peluches, un oso, también un perro llamado pluto y los otros, de los cuales perdí la cuenta.
Ya era el momento de pagar todos los peluches de Ana, en total fueron unos 20 o 25 peluches, si, muchos, no se donde los va a meter, pague en total 45 dólares, pero todo porque Ana estuviera contenta, salimos de la tienda, todos nos miraban como locos por llevar tantas bolsas de peluches, pero no nos importo, seguirnos caminado hasta el carro, guardábamos las bolsas, ya nos íbamos a ir, pero a Ana le dio por ver una película, ella iba a pagar las entradas pero no la deje, ella era tan terca solo me decía tu ya pagaste mis peluches ahora es mi turno de pagarte la entrada a cine, pero me negué totalmente, así que yo pague todo, entramos a ver una película de miedo, compramos las palomitas de maíz, con unas gaseosas, entramos a la sala y nos sentamos en los asientos que nos correspondian, en algunas partes de la película Ana se aferraba a mi brazo y lo apretaba fuerte en otras simplemente escondía su cara en mi pecho, eso me daba mucha gracia, los pocos hombres que habíamos, no nos daba miedo la película, y todas las mujeres gritaban como locas, al terminar la película de "miedo" más bien fue de risa, salí junto con Ana hacia el estacionamiento, nos subimos al carro y comencé a manejar rumbo al Apartamento, al llegar no había nadie, Ana y yo nos fuimos a nuestra habitación y digo nuestra porque dormiremos juntos, eso fue la decision de Ana, me acosté en la cama mientras Ana se daba un baño, al salir le sonreí.
- ¿Que hacías?- Me pregunto un poco burlona, no puede existir mujer mas perfecta que ella-
- Esperándote- Ana me miro con malicia, lo cual no entendía muy bien, hasta que sentí una almohada impactar en mi cara, con que así quieres jugar Ana Gómez ya veras, cogí otra almohada e hice lo mismo, estábamos tan felices, pero duro tan poco la diversión, ya que Emily entro a nuestra habitación, haciendo que Ana y yo dejáramos de jugar con las almohadas, de las cuales son lo quedaron plumas regadas-
- ¿Qué hace Martín aquí?
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Me Dejaste Ir (Primera temporada)
Teen FictionAna Gomez, es una chica de 18 años la cual solo le importa estudiar, para ser una gran escritora, cuando acaba su bachiller toma la decisión de irse a vivir a los angeles california, donde vive su padre, para tener una mejor universidad, dejando a s...