Capitulo 10 "Cachetada"

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👉Maratón 2/4👈

-Mi pequeña, tienes que seguir con tus sueños, no te des por vencida por un obstáculo que te ha puesto la vida, tienes que aprender a vivir con personas que ni tu misma soportas, para poder llegar al éxito hay que vivir cada experiencia, así sea con lágrimas, risas o en algunas circunstancias en un hospital, pero debes vivir el momento, no dejes que esa señora y su hijo te hagan pasar un mal rato- Wow, que palabras más hermosas de mi madre, nunca he escuchado un consejo más sabio que el que me acaba de dar mi mamá-

- Gracias mamá, es el consejo más sabio que me hallas podido dar, intentaré entregar todo de mi cuando entre en la universidad

- Esa es mi pequeña, cuando tengas algún problema sabes que siempre estaré para

- Gracias mami, hablamos luego te amo

- También te amo mi pequeña- Dicho esto, corte la llamada-

Me di una ducha para relajarme de toda la presión del día de hoy, tantas noticias me cayeron muy mal, al salir con mi pijama, fui a organizar mi cama, pero antes de que me acostara escuche el ruido de la puerta principal, salí de mi habitación, me asomé en las escaleras, vi que entro mi padre seguido de Lucrecia, la cual estaba ayudando a subir las escaleras como si estuviera operada, salí de hay con el intento de no hacer ruido pero, sin querer tumbe un álbum de fotos pequeño que estaba hay, rápidamente lo escondí debajo de mi blusa me interesaba ver contenido.

- Ana, eres tu?- suspiré pesadamente mientras me asomaba para encarar a mi padre y a Lucrecia-

- Si al parecer soy yo- Vi como mi padre le ayudaba a subir el último escalón a Lucrecia, la cual me miro con odio, no aguante más y la agarre del brazo para hablarle y que no siguiera caminando-

- Dile a tu hija, que me quite las manos de encima si no quiere que la trate como deberías hacerlo tu, con esta niña caprichosa- Les juro que Ana no estaba en cordura de un momento a otro la agarre Tan fuerte que mis uñas dejaron pequeñas marcas en su brazo-

- Usted, no es nadie, me escucha bien, de ese bebe que usted lleva adentro, me da lastima la madre que le va a tocar, papá y deberías tener mucho cuidado, con las mañas que tiene esta señora, ese hijo podría no ser tuyo- En ese momento sentí un ardor en mi mejilla izquierda, Lucrecia me había pegado, esto no lo voy a tolerar, hice lo mismo que ella hizo, le estampe mi mano en su preciosa cara de muñeca de porcelana-

- Y esto vieja estúpida, es para que te quede claro, que conmigo nadie se mete, la odio, hubiera dejado que su hijo se muriera en ese hospital, usted es una completa falsa, esto no se va a quedar así, y créame cuando le digo, porque mi papá no es el único que tiene dinero aquí, vieja estúpida, cuando le pase algo, yo estaré delante de usted riéndome, ni mi propia madre me llego a levantar la mano, ahora lo va hacer una desconocida por Dios deje de ser ridícula- Dicho y esto me fui para mi cuarto-

Me dolía mucho la mejilla, me mire en el espejo del baño y la tenía totalmente roja, me la toque y me dolía, escuche que la puerta de mi habitación había sido abierta, mire para ver de quien se trataba y era Teresa, ella es una señora de unos 50 años, pero es muy amable y parece tenerme cariño.

- Niña Ana, mire como la dejo esa bruja- Reí por su última palabra, al parecer a ella no le cae muy bien que digamos Lucrecia-

- Uff, no es nada comparado, con todo lo que le dije yo a ella- Vi que ella sonreía dulcemente, para después indicarme que me sentara en mi cama, para ponerme una bolsa de hielo-

- Niña Ana, por favor habrá la boca- Le hice caso, ella me miro horrorizada-

- Que pasa Teresa?

- Tiene un poco abierta la mejilla izquierda- Me asuste mucho, claro al ella pegarme me mordí muy feo la mejilla, más el golpe que me dio, eso provoco que se me abriera-

- Eso no lo puedes curar con hielo con una hierba yo que se

- No, Niña Ana, tienen que cogerle unos pequeños puntos para que no le valla a dar una infección- Esta vieja me las pagará la odio-

- Podrías llamar a mi padre por favor- Teresa asentio, para después dirigirse hacia la puerta-

Minutos después entro por la puerta mi padre, estaba con una mirada fría, la cual no conocía de él, en ese momento, pensé que hubiera sido mejor no llamarlo para no molestarlo.

- Que quieres Ana?- Si estaba enojado, debe de ser que Lucrecia le lavo el cerebro, diciéndole quien sabe que cosas-

- Esa bruja, la que ahora esta en tu cuarto, cuando me pego, me abrió la mejilla- Vi como el abrió sus ojos como platos, se iba a acercar a mi, pero fui más rápida y le esquive su mano, no permitiría que de un momento este frío conmigo y que el otro se comporte como mi  padre-

- Ana!! Como quieres que te ayude si no me dejas tocarte

- Solo llévame al hospital y ya

Salimos de mi habitación, directo al auto de mi padre, Teresa le toco quedarse con Lucrecia, pobre de ella aguantarse semejante bruja, y yo estoy que me muero del dolor en mi mejilla izquierda, cuando llegamos al hospital, mi padre le aviso a la enfermera lo que tenía.

Me llevaron rápidamente hacia una pequeña sala donde hacen curaciones, era la primera vez que me iban a coger puntos y esa idea me daba un poco de nervios, al llegar me hizo sentar en una camilla, mientras me revisaba.

- Efectivamente, tenemos que cogerte unos tres puntos- Asentí con la cabeza, pero quería decirle a la enfermera que quería que mi padre se fuera, ya que el es uno de los culpables-

- Podría decirle a mi padre que se valla y se siente por hay, es que me incomoda un poco su presencia- Vi como la enfermera asentía, mientras se dirigía a mi padre y le inventaba cualquier cosa-

- Bueno, empezaremos con los puntos, te dolerá un poco, pero te aseguro que será menos dolor del que tienes ahora- Asentí sin decirle una palabra más a ala enfermera-

Vi como ella traía una aguja y un hilo, trague fuerte, mientras abría mi boca, apenas introdujo la aguja casi se me salen las lágrimas, es un dolor horrible, pero lo soporte, después siguió con los demás, me dolía mucho cuando insertaba la aguja y el hilo, después de unos 5 minutos que para mi fueron eternos terminamos.

- Mañana estarás como nueva procura comer helados, granizados, hielos, eso mejorara tu mejilla, después de pasarme algunas pastas para el dolor

- Gracias- Salí de la sala de curaciones, al salir encontré a mi padre sentando muy relajadamente, si hubiera sido Lucrecia, hasta estaría de un lado a otro-

- Como te fue Ana?

- Supongo que bien

El camino hacia la hacienda fue en silencio, ni mi padre ni yo pronunciamos alguna palabra, yo seguía enojada con el y al parecer el orgullo de mi padre era tan grande como el mio.

Al llegar a la hacienda, Teresa me recibió alegremente, me dirigió hacia mi habitación, y me trajo un granizado de mango para que me disminuyera el dolor de mi mejilla, después de haberme tomado el granizado con un poco de quejas y maldiciendo mentalmente a Lucrecia, pude acostarme a dormir tranquilamente.............

Me Dejaste Ir (Primera temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora