Narra Ana:
Después de hablar tanto con Martín, me acosté a dormir, tengo un mal presentimiento, como si algo malo fuera a pasar, pero debe de ser que mi mente crea cuentos que no son si no ficticios, puras mentiras, en fin en unos minutos caí en brazos de Morfeo.
Estaba durmiendo plácidamente, cuando escucho el sonido de mi celular, ¿pero que? Si hace unas horas me acosté a dormir, amaneció muy rápido ¿o que? Agarre el celular y efectivamente, eran las 2:30am, quien sea que me molesto de mi hermoso sueño, lo mataré, pero me quede sorprendida al ver quien era el que me llamaba, ¡¡era Martín!! El nunca pero nunca, me ha llamado a esta hora, mi celular sonaba y sonaba sin cesar, yo estaba sudando frío, me estaba esperando la peor noticia, conteste.
Llamada:
- A-alo
-Ana mi m-mama ¡¡va a dar a luz ya!! ¡¡Vamos de camino al hospital te necesito por favor!!
Dicho esto Martín, me colgó, yo estaba entre la espada y la pared, ¿que iba hacer? Es obvio que mi padre estaría allá, no lo quiero ni ver, pero por otro lado está Martín y mi hermano, si, a pesar de que odie a esa vieja, ella tiene a alguien que es de mi sangre dentro de esa barriga, pero y si mi padre no me deja volver con Emily? Si me grita? Si me deja encerrada en la hacienda para que no me vuelva a ir? Todas las preguntas negativas rondaban por mi cabeza, hasta que tome la decisión de ir, lo haré porque Martín me necesita y porque ese bebé es mi hermano, entre a la ducha, me di el baño más rápido de la vida, peine mi cabellera rubia y me puse mi ropa interior, busque en mi armario lo primero que vi y fue esto:
Mire la hora y eran las 2:45am, iba bien de tiempo, corrí agarre mi bolso, puse mi celular y algo de efectivo en el y después salí disparada hacia el primer piso, al llegar tome las llaves de mi auto, lo bueno era que Emily mañana no iría a la universidad, ya que tiene que estar en pleno reposo por el embarazo, salí del apartamento y llegue a mi auto, lo encendí y arranque rumbo al hospital, después de un complicado transcurso al fin llegue, las manos me sudaban, no quería ver a ese hombre que es mi "padre" pero tenía que hacerlo por mi hermano y por Martín.
Decidida entre en el hospital, aun estaba nerviosa, pero ya estaba aquí no podría dar vuelta atrás, mire en un papel que estaba colgado en la pared y en el cuarto piso, quedaba la sala de maternidad, cogí el ascensor, y comencé a ponerme más nerviosa aun, iba contando lentamente los pisos, hasta que llegue al 4 el ascensor abrió sus puertas y salí, me acerqué a una recepcionista para poder ubicar la habitación de Lucrecia.
- Buenos días, ¿me podría decir la habitación de Lucrecia García?
- Si claro, habitación 205
- Muchas gracias
Camine hasta donde me dijo, habían dos puerta grandes transparentes, antes de entrar tome aire y me exigí tener un poco de cordura cuando vea a mi padre, sin más rodeos, entre en ese pasillo, lo primero que vi fue la figura de mi padre de un lado a otro, es señal de que esta muy nervioso, también vi a Martín, los cuales no se habían percatado de mi presencia, camine un poco más y Martín me vio, se vino corriendo hacia mi, yo solo avance unos pasos, el me abrazo y se colocó a llorar, yo solo le susurraba cosas como "Todo estará bien amor" o "Llorando no vas a solucionar nada" se que no debí hacer lo que hice, porque estábamos en presencia de mi padre, pero si no lo hacia Martín no se sentiría mejor, lo bese como si le estuviera dando mi apoyo, no me importó que mi padre nos estuviera mirando, nos separamos del beso y mi padre nos miró con una mirada de decepción y rabia.
- ¡¡Que fue todo esto!!- Alzó la voz mi padre, tanto que apreté la mano de Martín-
- ¿Estas ciego o que? ¡¡Tu lo viste para que haces preguntas estúpidas!!- Le devolví el grito, tanto que Martín me miro sorprendido y mi padre igual, mi padre se estaba acercando mucho a donde estábamos nosotros, Martín en un movimiento rápido, me puso detrás de él protegiéndome, de cualquier locura que quiera hacer mi padre-
- ¡¡Ustedes dos no pueden estar juntos!! ¡¡Son hermanastros!! En esa puta habitación está tu madre con un bebé que lleva sangre de los dos ¡¡Quieren más razones para no estar juntos!!-Mi padre se agarro la cabeza con sus dos manos, mientras se intentaba calmar-
- Ni creas que voy a dejar a Martín porque esa señora tiene mi sangre y la de el estas loco si crees que lo haré-Intente avanzar hacia mi padre, ya que estaba roja de la rabia, Martín, con su brazo me hizo retroceder-
- ¡Tu me vas a obedecer Ana María Gómez!
- ¡¡No lo haré!! Ya tengo 18 años tu ya no tienes poder sobre mi, yo voy hacer lo que se me de la gana quieras o no-Mi Padre levanto su mano para pegarme, pero Martín agarro la mano de mi padre para que no me pegara-
- Mire Cristóbal, tiene que pasar por encima mío para que le pueda pegar a Ana.
- Tu no me dices que hacer o no con MÍ hija!!
- Si, le puedo decir las veces que me de la gana, usted no tiene el derecho de tocarla Puede ser su padre y todo pero no tiene porque pegarle y mientras este yo para defenderla ¡¡no lo hará!!- Estaba atónita con las palabras de Martín hacia mi padre, por eso es que amaba tanto a este hombre-
Todo quedo en silencio, después de eso pelea que hubo hace unos minutos, Martín y yo fuimos a la cafetería del hospital, me compro un milo frío y el se compro lo mismo, y le llevamos a mi padre un café, puede que tengamos peleas y todo eso, pero es mi padre y eso no lo puedo cambiar, llegamos otra vez a la sala de maternidad y Martín le entrego el café a mi padre, el cual lo recibió, las horas pasaban y pasaban, y nada que daban información de Lucrecia, Martín, se había quedado dormido en mis piernas, me imagino como debe de estar de cansado.
- ¿En verdad lo amas?- Me dijo mi padre con un tono dulce-
- Si- Le respondí fría y segura de mis palabras-
Después de intercambiar esas palabras, ni mi padre ni yo volvimos a hablar, el tiempo seguía pasando muy lento tanto que ya eran las 6:30am yo estaba demasiado cansada, lo único que deseaba era irme a dormir, pero no podía dejar a Martín en estos momentos tan difíciles, vi que un doctor salia de la habitación de Lucrecia, ¡¡hasta que por fin!!
- Familiares de la señora Lucrecia García- Mi padre se paro de golpe, y Martín que estaba dormido también lo hizo-
- Nosotros- Respondió mi padre-
- Que son de la paciente?
- Soy su hijo
- Y yo el esposo
- Esta bien, la señora Lucrecia, se encuentra en un estado crítico, pueden perder la vida ella y el bebé........
ESTÁS LEYENDO
Me Dejaste Ir (Primera temporada)
Teen FictionAna Gomez, es una chica de 18 años la cual solo le importa estudiar, para ser una gran escritora, cuando acaba su bachiller toma la decisión de irse a vivir a los angeles california, donde vive su padre, para tener una mejor universidad, dejando a s...