¡La prueba definitiva! ¡Dominando los fogones!

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Revisamos los papeles que nos dio la vieja del solitario, teníamos que dirigirnos a un sitio que estaba muy cerca de la oficina, y con decir cerca, quiero decir al lado.
Parecía un bloque de pisos, medía mucho y teníamos que dirigirnos a un piso, conocido como "S".
Entramos en el edificio y fuimos de cabeza al ascensor, cuando nos metimos, descubrimos lo que era la "S".
-¡Ah! ¡S de sótano! ¡Espero que sea mejor que el de la mansión del mayordomo! -dije mientras lo pulsaba.
Pero el ascensor no hizo nada, salió un mensaje por megafonía:
-Hay demasiado peso en el ascensor, adelgaza, puto gordo -dijo una voz femenina.
Metí a Vince y a Trump en la mochila y así perdimos peso, y el ascensor pudo bajar.
Mientras nos distraíamos tarareando la musiquita del ascensor, una música de concurso televisivo empezó a sonar fuertemente.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, aparecimos delante de una enorme cocina, se distinguían tres personas a lo lejos, una de ellas era Gordon Ramsay disfrazado de Gordon Freeman.
También estaba el único e inimitable campeón de Máster Chef:

El tercer miembro del jurado era Karl Marx, el loco ese que creó el comunismo:

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El tercer miembro del jurado era Karl Marx, el loco ese que creó el comunismo:

-Sean bienvenidos, concursantes -dijo Gordon Freeman Ramsay- como todos sabéis, para ser oficialmente un partido político, debéis superar un concurso de cocina, de uno en uno, prepararéis vuestro mejor plato y si obtenéis nuestros vistos buenos, p...

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-Sean bienvenidos, concursantes -dijo Gordon Freeman Ramsay- como todos sabéis, para ser oficialmente un partido político, debéis superar un concurso de cocina, de uno en uno, prepararéis vuestro mejor plato y si obtenéis nuestros vistos buenos, podréis ejercer de ladrones y presentaros a las elecciones, vamos a ser buenos, conque nos guste el plato de uno, podréis pasar, no podéis hablar con vuestros compañeros.
Nos pusimos en fila india, Hank, que estaba empanado, fue el primero en salir a cocinar.
Trató de preparar una tortilla, pero se descuidó al meterla en el horno y se pasó 30 minutos. Al sacarla, parecía un bote gigante de pimienta.
Gordon Freemansay tiró su mesa, dando su voto negativo, Máster Chef hizo lo mismo, Marx lo miró sorprendido.
-Parece el cenicero de Churchill -dijo- bueno, como yo soy del pueblo, también tiro la mesa.
Hank quedó descalificado y pasó el turno a Desastrus, que preparó una simple hamburguesa.
-Eeeeeeh, muy simple, necesito algo más "compuesto".
Máster Chef hizo lo mismo.
-Ñan ñan, ¡maldita hamburguesa capitalista! ¡te destruiré con mis revolucionarios mordiscos!   -dijo Marx mientras se la comía.
Desastrus obtuvo dos negativos y un voto a favor, por lo menos, nuestras esperanzas iban creciendo.
-Siguió Nyan Cat, tardó un par de segundos, preparó una especie de gelatina multicolor, o eso pensaban los del jurado, solo diré que, al igual que el jefe de los soldados imperiales, Nyan Cat está pasando por un mal momento estomacal.
Máster Chef lo probó sin quitarse el casco, se quedó chungo de un lado y se cayó al suelo. Suficiente para que quedara descalificado.
Una ambulancia salió de la nada y se llevó a Máster Chef, total, todos sabíamos que era Paquirrín...
Vince cogió todo lo que pilló y lo puso con el Slap Chop, cuando se le iba a acabar el tiempo, lo removió todo en un tazón y lo dejó reposar.
-¿Qué mierda es esta? -preguntó Gordon Freemansay- está todo lleno de pieles y cáscaras.
-Imposible, con Slap Chop, la cagcaga, se despriendre -respondió. Y usted, ¿no piensa que es excitante?
-La calva de mi Lenin es insuperable -respondió poniéndose cachondo- en realidad se rapa, quiere parecerse a Pitbull.
Vince quedó fuera y entró Trump. Nos sorprendió a todos con una tarta en la que representaba el muro que quería construir.
-Original, bien preparado... tiene mi visto bueno -dijo Gordon Freemansay.
Marx mandó la tarta a la basura.
-A mí me ha gustado, pero no eres Comunista, cacho madafaka... Y tú mujer está más buena que la mía.
Ahora todo dependía de mí, como casi siempre quemo la cocina cuando voy a preparar un vaso de agua, miré por la tele alguna receta sencilla.
Curiosamente, encontré una nada más al encenderla, y que estaba empezando.
-Para preparar un chuletón "a la mègde" necesitamos:
Una pizca de sal, un kilo "xeboyas", el huevo de Vince, el peluquín de Trump, un atomizador de partículas a escala 1:10. Un juego de Ubisoft sin bugs, una barra de uranio o plutonio, los cojones de Nacho Vidal y la virginidad del loco que está leyendo o viendo esto.
-¡Más despacio! -le respondí a la tele- ¡pareces el primo del tío del Art Attack!
Busqué en internet alguna receta fácil, pero terminé viendo gatitos en Youtube.

-¡Más despacio! -le respondí a la tele- ¡pareces el primo del tío del Art Attack!Busqué en internet alguna receta fácil, pero terminé viendo gatitos en Youtube

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Como solo me quedaban un par de minutos, mezclé todo lo que hicieron mis compañeros

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Como solo me quedaban un par de minutos, mezclé todo lo que hicieron mis compañeros.
Se lo mostré primero a Marx, para ganarme todo su apoyo, atravesé la tarta con el brazo y puse el signo de la URSS.
Tuve su apoyo y pasé con Gordon.
-¡Un pelo! -dijo- ¡descalificado!
Marx se levantó y se dirigió a Ramsay.
-¡Es una obra social para el pueblo! ¡Maldito independiente! -dijo.
Empezaron a pelearse, Marx sacó su "aifon" y llamó a sus compatriotas.
Aparecieron de la nada en una furgoneta, pintada por sensuales caras de los representantes comunistas.
Le dieron a Gordon la paliza de su vida.
Marx me felicitó y nos dió un papelajo, donde decía que podíamos ir a las elecciones.
Mientras nos dirigíamos al ascensor, este se abrió y bajaron 26385,75 soldados del Imperio, no se dieron cuenta de nuestra presencia. Uno solo era la mitad de soldado porque era muy tonto, y el otro 0,25 porque venía bugueado.
Nos subimos al ascensor y nos fuimos al Congreso de los diputados a entregar el papel.

Razvan y el retrete doradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora