*ADVERTENCIA* Escenas explícitas, calientes y con lenguaje vulgar. Leer a consciencia....
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Lisa gimió cuando su mano se cerró sobre su pecho, el pulgar ubicando su pezón. En un segundo, se volvió un pico duro, rogando por su atención. Su bajo gruñido y el rumor profundo en la parte posterior de su garganta, le advirtió a ella que su lobo estaba cerca de la superficie, amenazando su control.
En lugar de asustarla, sólo el pensamiento la había encendido. Su coño se apretó, su clítoris estaba dolorido.
"Sí, deseas esto... mierda hueles fantástico."
Él se dobló y la levantó en brazos, caminando a través de la habitación vacía. Con un pequeño grito, ella se agarró de sus hombros que eran más amplios que cuando ella lo había visto primero. No decía nada, callada cuando él abrió una puerta. No era la puerta por la que había entrado al salón de baile, era una más pequeña escondida detrás de un pilar y detrás de un paño rojo. Se abrió a un pequeño pasillo.
El silencio se extendía entre ellos a medida que él daba grandes zancadas a lo largo de él. Ella arriesgó una mirada hacia él. Su mandíbula estaba apretada, un pequeño músculo le saltaba en la esquina. Ella mordió su labio y luchó contra la tentación de apoyarse en él y plantarle un beso allí. El aura de tensión y seriedad que le rodeaba la detuvo. Esto no es romántico. No eran una pareja. Él es el Amo de los licántropos y ella su compañera de cama por una noche.
Sin embargo, él, consciente de su escrutinio, se volteo y se la quedo viendo. "No te veas tan preocupada, no te voy a comer." Le dio una pequeña sonrisa. "En una mala manera por lo menos."
Esa sonrisa alivió sus nervios, dejando apenas calor. Ella se apoyó y le besó la esquina de la mandíbula. "Bueno, eso es un alivio. Ahora, podemos seguir? O vas a caminar alrededor del pasillo primero?
"Chica descarada." Se rió entre dientes, luego con un movimiento rápido, la lanzó encima de su hombro. Ella dio un pequeño grito por la sorpresa, pero la gran mano aterrizando en su culo con una fuerte bofetada la silenció. La había nalgueado?
"Compórtate, o regresaremos a ese castigo del que hemos estado hablando."
"Ah-hah. Es una amenaza o una promesa?" Logró decir casi sin aliento, sobre todo porque el viento era golpeado fuera de ella por sus su rápidos movimientos. Sus hombros eran amplios, no le cortaban su estómago.
Ella agarró aire para llenar sus pulmones, sólo para que se le escapara de una sola vez cuando él deslizó una de sus grandes manos entre sus piernas. Separando sus muslos, sus dedos apenas rozando los labios de su satinado coño. Su satinado coño húmedo.
"Caliente," él retumbó, su lobo se escuchaba claro en su voz. "Y mojado. No puedo esperar a probar tu crema cuando te vengas para mí, pequeña loba."
Ella no pudo pensar en nada que decir. No le podía contestar porque mientras hablaba, él deslizó sus dedos debajo del satén. Ella aspiró fuerte a medida que él le acariciaba a lo largo de la ranura de su coño. Las yemas de sus dedos acariciaron la carne resbaladiza, reuniendo la evidencia de su excitación antes de que la llevase sobre su clítoris.
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LA OFRENDA (Terminada)
Kurt AdamCada 24 de diciembre... El Señor de los lycantropos elige a una joven hermosa, a la cual le otorgará su gracia y semilla, motivo por el cual todas las manadas del mundo entero, ofrecen a la mujer más bella de todas de sus respectiv...