9. ¡Vete a la mierda!

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Anne bajó las escaleras deprisa.

“Saldré” les dijo a sus hermanos sin darles la oportunidad a que la contestaran.

Anne atravesó la barra, el bar y ya se encontraba en la calle. Se acercó a aquel hombre tan atractivo que la miraba detrás de sus gafas de sol.

“Hola” le dijo.

“Hola Anne.” le dijo este con una media sonrisa. Zayn abrió la puerta del copiloto y la volvió a mirar. “¿Entras?” Anne le miró y entró al coche.

“¿A dónde vamos?” le preguntó ya con el coche puesto en marcha.

“Había pensado que podíamos ir a tomar un helado, si quieres”

“Me parece bien” le dijo ella.

El resto del camino fueron en silencio, solo con la música de la radio de fondo. Cada uno con sus pensamientos. Anne emocionada por estar una vez más con él a solas, poder verle una vez más y Zayn arrepintiéndose por haber ido a buscarla, supo que había sido una mala idea cuando la vio salir del bar con esos pantalones vaqueros cortos y esa camiseta de tirantes negra. La atracción había aparecido en segundos.

El sonido del motor apagándose sacó a Anne de sus pensamientos y contempló el lugar donde se encontraban por la ventanilla. Estaban bastante lejos del bar pensó, en una zona más rica.

Los dos salieron del coche y caminaron hacía la heladería. Zayn abrió la puerta para que Anne pasara y esta le sonrió como agradecimiento por el acto. Pidieron cada uno su helado y se sentaron en una de las mesas.

“Este lugar está bien.” dijo Anne mirando hacia los lados.

“Si, vengo a menudo aquí.” le contestó Zayn. Anne se giró para mirarle y le observó detalladamente la cara. Se había quitado las gafas de sol y había dejado a la vista esos preciosos ojos marrones.

“Cuéntame, ¿para qué me has traído aquí?” le preguntó.

“Simplemente para que charlemos” le dijo él comiendo su helado mientras le dedicaba una mirada furtiva.

Y así es como fue. Se pasaron la hora y media siguiente hablando un poco de todo. Conociéndose. Anne no paraba de reír con las ocurrencias de Zayn y se dio cuenta que aunque aparentaba ser un hombre duro y serio era todo lo contrario.

“¿Así que llevas trabajando en el banco durante seis años?” le preguntó Anne.

“Exactamente, desde que acabé la carrera hasta ahora”

“Debías ser un diamante en bruto” le dijo ella.

“Ey, y lo sigo siendo” dijo y Anne rio.

Zayn miró como Anne reía. No pensaba que pudiera estar más guapa pero sí, lo estaba. Sabía que el plan le había salido completamente al revés de lo que el planeaba. Había invitado a Anne para demostrarse a sí mismo que no se sentía atraído por ella y había acabado aún más interesado en ella. Bravo, Zayn, bravo se dijo a sí mismo.

Después de charlar un poco más, Zayn pagó los dos helados y regresaron al coche.

“Y de chicos, ¿qué me dices? Seguro que tienes a un montón rondando como moscas” le dijo Zayn mientras conducía por una larga carretera vacía.

“En realidad no, el trabajo me mantiene demasiado ocupada. No estoy interesada en eso.” le contestó.

“Oh vamos Anne, tienes diecisiete años, alguno habrá.” le dijo mirándola interesado.

“No hay ninguno Zayn, al menos por ahora” le dijo mirándole fijamente sabiendo perfectamente cuales eran las intenciones de sus palabras.

Zayn tragó saliva, entendiendo lo que Anne quería decir. Carraspeó la garganta y apartó la mirada por un segundo. ¿Cómo una niña conseguía ponerle nervioso? Nadie lograba ponerle nervioso, ni siquiera cuando tenía que exponer un nuevo trabajo delante de la directiva más importante del país.

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora