19. La noche aún puede mejorar

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La semana había pasado y Anne estaba deseando que llegara esa noche para poder ver a Zayn en el bar. Sí, era jueves. No se habían visto en toda la semana porque Zayn tenía demasiado trabajo, por lo que, se moría de ganas de hablar con él, de besarle y de abrazarle.

“Ey despierta... estás ida” le dijo Nathan dándole una colleja por detrás mientras se sentaba en la mesa.

“¿Lista para esta noche?” la preguntó Chris mientras mordía un trozo de pizza.

“Más que lista” dijo sonriendo.

“Bien porque hoy va a ver mucha gente en las partidas” le dijo esta vez Nathan. “y no solo para jugar... ya me entiendes” continuó este. “Necesito que esta noche ayudes a Chris en el bar, yo no podré estar toda la noche con vosotros”

“Vale, le ayudaré mientras estés en el almacén” le dijo ella.

“Hoy nos van a dar mucha pasta Anne, mucha” le dijo Chris sacudiéndola el pelo.

“Anne” alguien la llamó.

Levantó la vista de la sopa de letras que estaba haciendo y miró a su hermano que la señalaba el reloj de la pared. Asintió con la cabeza y se bajo de la silla.

Afuera hacía algo de frío, se asomó a ambos lados de la calle por donde ni un alma pasaba y cerró el bar como cualquier otro día. Volvió dentro, bajó al almacén y comenzó a sacar las botellas de whisky y ron que tenían para los jueves. Cuando subió, sus hermanos ya habían colocado la mesa y las sillas a su alrededor.

“Ya están por venir, iré a la puerta a recibirlos” dijo Chris haciendo una estúpida reverencia, Anne sonrió.

“Anne ven aquí” dijo Nathan captando su atención.

“¿Qué?”

“Yo no voy a estar la mayor parte de la noch-”

“Lo sé” Anne le cortó.

“Ten cuidado con la gente, no son de fiar, a excepción de unos pocos. No quiero que te pase como la otra vez...”

“Tranquilo está Chris conmigo ¿y ya te has olvidado de quién soy yo?” le dijo haciendo un movimiento de judo. “Conmigo no se mete nadie.”

“Esa es mi chica” dijo dándola un beso en la cabeza.

Diez minutos después la mitad de los jugadores ya estaban sentados alrededor de la mesa y en ese mismo momento fue cuando Zayn entró dentro. Anne le vio entrar y no pudo apartar su mirada de él. Cuando Zayn entró la buscó con la mirada hasta que dio con ella y sonriéndola se sentó en su lugar. Anne no le perdió de vista, miraba absorta como saludaba a los demás jugadores y como después se quedó recto en su silla con esa pose tan característica suya y su mirada arrebatadora. Le había echado mucho de menos, pensó Anne.

La partida comenzó, y con ello el ritual de cada semana. Chris repartía las cartas entre todos los jugadores mientras que ella se encargaba de hacer sentir cómodo a cada uno de los que había allí, repartiéndoles una buena copa de alcohol.

Nathan había desaparecido escaleras abajo y no había vuelto a aparecer, solo se hacía presente la entrada y salida de nuevos clientes para su hermano.

“Anne, Anne” oyó que la llamaban. “Anne tienes que bajar abajo, nos hemos quedado sin hielos.” le dijo Chris.

“Vale” le contestó.

“Y por favor, llama antes de entrar que luego Nathan se cabrea.”

“Sí, si “ dijo volteando los ojos, restándole importancia.

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora