35. La playa

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El sonido estrepitoso del móvil logró despertarla. Con un quejido se giró sobre la mullida cama y chocó contra otro cuerpo. La piel de Zayn tras ella estaba suave y caliente. Se giró y miró su cara angelical. Dormido parecía tan tranquilo que lograba armonizar toda la estancia.

Tan atontada se había quedado mirándolo que no se había dado cuenta de que el móvil había dejado de sonar y volvía otra vez con su chillona música. Suspiró y lo alcanzó desde la mesilla de noche.

“¿Sí?” contestó sin mirar la llamada entrante.

“Anne, ¿estás bien?” preguntó una voz conocida para ella.

“¡Max!” contestó algo más despierta.

“¿Qué haces con él móvil? Tus hermanos me han pedido por favor que te llamara para ver si estabas bien” aclaró él. “ Como les dijiste que llamarías cuando llegaras...” la recriminó un poco.

“Lo siento” se disculpó. “Pero es que llegamos muy cansadas y decidimos echarnos una siesta” se excusó.

“¿Cansadas?” preguntó. “¿Con quién te fuiste?”

“Con una amiga” mintió.

“¿Seguro?” preguntó con voz irónica.

“Claro, qué insinúas” inquirió.

“Nada... solo que ayer casualmente fui a la oficina de Zayn y me avisaron que se había tomado el fin de semana libre” narró. “Y luego fui a su apartamento y no estaba. ¿Casualidad? No lo creo.” soltó.

“No estoy con él si es lo que piensas” le dijo.

“Vamos Anne... que nos conocemos.” respondió. “Vale que tus hermanos a veces sean un poco tontos pero yo no... sé perfectamente que hace meses que no te ves con ninguna de tus amigas.”

“Volvimos a tener contacto ¿tan raro suena?” dijo cada vez menos convencida de su mentira.

“Si” respondió sin más. “Mira, no soy quien para decirte nada pero por dios, ten cuidado. Cuando tus hermanos se enteren Dios no quiera pero arderá Troya”

“No seas exagerado”

“No lo soy, solo te aviso para que vayas tanteando el terreno y contárselo”

“No tengo porque contarles nada. Es mi vida.” se justificó.

“Son tus hermanos.” finalizó. “Ya hablaremos tú y yo cuando vuelvas, tengo que colgar Anne. Llama a Chris y a Nathan cuando puedas.”

“Si, papá” dijo de broma y colgó.

“¿Max?” preguntaron a su lado asustándole.

“Si” contestó para luego mirarle a la cara, automáticamente una sonrisa se dibujó en su cara. “¿Cómo estás?” le dijo y él le devolvió la sonrisa.

“Mmmm... magníficamente bien” respondió atraiéndola hacia él. “¿Qué quería?” quiso saber él siguiendo con el tema de Max.

“Nada, avisarme que llame a mis hermanos para que no se preocupen” le contestó y él asintió con un ruido.

“¿Qué te parece si te preparo algo para cenar, después nos damos un baño, tú te pones encima mío así puedo tocarte todo lo que quiera; y luego nos vamos a dar un paseo por la playa y puedo seguir tocándote?” dijo enterrando su cara en el cuello de Anne oliendo su aroma.

“Tú me quieres tocar mucho ¿no?” dijo de broma riendo.

“Todo el tiempo” contestó este mordiendo su cuello.

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora