30. Nunca voy a dejaros

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“Entras tú primero. Espero diez minutos y entro yo ¿de acuerdo?” dijo Zayn. “¿Anne?” la llamó al ver que no le contestaba.

“¿Ehh?” dijo ella volviendo su mirada de la puerta ya cerrada del bar a Zayn. “Ah sí, lo siento...” dijo desabrochándose el cinturón. “Te veo dentro.” contestó abriendo la puerta del copiloto.

“Espera.” le dijo agarrando su brazo. “¿No me das ni un beso?” preguntó él. “Ven aquí.” La atrajo hacia él para apoderarse de sus labios brevemente. “Tranquila ¿vale?” le dijo sobre estos. Anne asintió y salió sin mirar atrás.

Caminó hacía la puerta trasera del bar notando la mirada de Zayn tras ella, que le daba un poco más de seguridad. Abrió la puerta y entró. Oía algunas voces, de los hombres que ya habían llegado para la partida.

Vio a Chris a lo lejos, en la barra colocando las últimas bebidas sobre las baldas. Él no la había visto así que caminó hasta llegar a él.

“Anne” le dijo cuando se dio la vuelta y la vio. “Has venido”

“Hola...” le dijo. “He venido a echar una mano.”

“Me alegro tanto que hayas vuelto” dijo saliendo de la barra y acercándose a ella para abrazarla. “Nathan se va a poner muy contento cuando sepa que estás aquí.” dijo mirándola ella sonrió. “¿Dónde has estado?” le preguntó.

“He estado durmiendo en casa de una amiga” dijo y en ese momento apareció Nathan por las escaleras del almacén.

“Hombre, mira quién está aquí. Por fin te dignas a aparecer.”

“Nathan-” la cortó.

“Ahórratelo Anne” le dijo serio. “Supongo que has venido a ayudarnos. Será mejor que te pongas a trabajar ya, hay mucho que hacer” dijo y caminó hacia otro lado.

“Anne...” habló Chris. “Esta un poco resentido porque no fuiste a ver a mamá al hospital pero ya se le pasará. En realidad te entiende pero no puede posicionarse con ninguna de las dos, compréndelo.”

“Pues parece que ya lo ha hecho” le dijo. “Y no es conmigo.” soltó y se fue a ordenar algunas de las mesas que quedaban.

“Anne” continuó hablando Chris que la había seguido. “Te entiendo, yo habría hecho lo mismo. No sé que diablos te dijo mamá pero sea lo que sea te entiendo...”

Anne suspiró. “Gracias...” le miró. “Voy a volver, esto no es para siempre. Voy a volver a casa. No pienso dejaros a Nathan y a ti. Solo es temporal, de verdad.” se sinceró.

“Lo sé Anne” respondió él. “Nathan está así porque en realidad tiene miedo. Él piensa que no vas a volver. Que te vas a olvidar de nosotros”

“¿Por qué haría algo así? Sois mi familia”

“Él sabe que nuestra vida es una mierda. Los dos sabemos que tú no quieres vivir así el resto de la tuya. Piensa que te irás para empezar algo nuevo lejos de toda esta basura.”

“Per-”

“En realidad no te lo recrimina Anne. Está más enfadado consigo mismo por no poderte dar algo mejor.” dijo y Anne abrió la boca con sorpresa. Jamás pensó que su hermano le dijera algo así.

Vale que su vida no había sido la mejor ni mucho menos. Vale que a lo lago de sus años había sufrido mucho. Vale que no tuviera la mejor familia del mundo... pero ¿dejar a sus hermanos? ¿Olvidarlos así, sin más? Imposible, era algo imposible.

“Jamás os dejaría” dijo acongojada. “Ni en un millón de años.” contestó.

Desde la barra podía observar claramente dos planos totalmente diferentes. Por un lado, estaba la mesa, donde los doce hombre incluido Zayn jugaban su partida de Póquer. Chris, estaba de pies al lado de la mesa encargado de repartir las cartas a cada uno. Pero, por otra parte, no muy lejos de ella, al otro lado de la barra estaba Nathan. Cabizbajo, esperando a que alguien le llamara para pedir una copa, había hecho como si Anne no hubiera estado en toda la noche.

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora