10. Mamá, ¿qué has hecho?

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Al día siguiente Zayn despertó con un enorme dolor de cabeza. Apenas había pegado ojo en toda la noche pensando en sí Anne había podido llegar bien o no a su casa. Cuando salió pegando aquel portazo, Zayn intentó buscarla por las calles pero no logró encontrarla por ninguna parte.

Cansado y sin ningún resultado, regresó a su departamento después de haberla llamado como unas diez veces y solo haber recibido un vete a la mierda de su parte.

Sabía que había estado mal, que había estado fatal. Jamás le había hecho eso a ninguna chica, calentarla de esa manera, calentarse él de esa manera para después terminar diciéndola que parara. Nunca le había hecho eso a ninguna chica y es que nunca había tenido esa batalla interior de quiero pero no puedo.

Tenía tantas ganas de ella, de besarla, de tocarla, de hacerla suya… pero otra parte le decía todo lo contrario, que debía alejarse de ella, que no estaba bien que anduviera tan cerca de ella, que se llevaban diez años…

Se levantó de la cama resignado a comenzar un nuevo día. Se arregló y partió hacia su trabajo. No tenía ganas de trabajar, no tenía el cuerpo para aguantar otra jornada de ocho horas metido en una oficina pero no le quedaba de otra.

Llegó al despacho, dejó su maletín encima de su mesa, se sentó moviendo la cabeza hacia un lado y hacia otro relajando los músculos del cuerpo cuando llamaron a su puerta.

“Adelante” dijo este. Y la puerta de inmediato se abrió apareciendo por ella su jefe y buen amigo de Zayn.

“¿Y esa cara de muerto?” le preguntó riendo.

“Muy gracioso Mike” le dijo mientras su jefe se sentaba en la silla.

“No has dormido bien ¿eh? ¿Alguna mujer es la culpable de eso?” le dijo con una sonrisa pícara.

“Sí pero no de la manera en que tú piensas” dijo y Mike frunció el ceño. “Da igual” dijo resoplando. “¿Qué querías?”

“Venía por los informes de ayer”. le dijo Mike estirándose en la silla.

“Ah sí” dijo buscando en uno de sus cajones. “Aquí tienes.” se los entregó.

“Gracias” dijo y se levantó de la silla. “Hoy no hay mucho jaleo en el banco, podemos ir a tomar unas cervezas después de trabajar, ¿qué me dices?” le preguntó a Zayn.

“Eso suena bien, necesito despejarme un poco” dijo pensando que no le vendría nada mal salir con su viejo amigo.

“Bien Dixson, nos vemos donde siempre y alegra esa cara, te hace parecer más viejo.” dijo y salió de su oficina.

Mike Jefferson era el jefe de todo ese inmenso banco y un viejo amigo de la facultad de Zayn. Se habían conocido porque ambos estudiaban la misma carrera y enseguida se hicieron buenos amigos, compañeros de clase y de ligues. Aunque a Mike siempre le había ido mejor en las clases Zayn nunca estuvo celoso ni nada por el estilo, él estaba orgulloso de sus logros. Y cuando salieron con su título universitario y Mike abrió el banco, no dudo en contratar a Zayn como el más fiel de sus trabajadores. Detrás de Mike se podría decir que Zayn era el que mandaba, su mano derecha pero aun así el que lo manejaba todo seguía siendo Mike.

Las restantes horas se le hicieron interminables, no había mucho trabajo que hacer y se aburría. Cuando llegó la hora de salir sintió un gran alivio. Recogió todo, cerró su despacho al salir y bajó hasta el hall donde su amigo ya le esperaba.

“Vamos Zayn, vamos a divertirnos un poco” le dijo cuando llegó hasta él palmeándole la espalda.

“Necesito un poco de alcohol.”

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora