I would die for you

20. Te he echado de menos...

Anne sentía que se moría con su profunda mirada sobre sus ojos, sintiendo todo su cuerpo pegado al de ella. Solo quería arrancarle la ropa para poder sentirle más cerca de ella.

Acortó distancias una vez más para esta vez no separarse más. Pasó sus manos por el cuello de él, atrayéndole hacia ella. Metió sus manos por su pelo, sobándole y tirando levemente de él. Zayn la agarró de la cintura con tanta fuerza que notaba sus manos traspasando su piel. Caminó con ella pegado a su boca hasta dejarla justo al borde de la cama. Se separó de ella tan solo unos milímetros para observar su cara sonrojada y la levantó la camiseta sacándosela por la cabeza, después y sin dejar de mirar a sus ojos, la desabrochó los pantalones e hizo lo mismo con ellos, que cayeron olvidados al suelo. Acercó sus labios una vez más a los de ella para morderle levemente el labio inferior aún con sus ojos entrecerrados conectados con los de ella para finalmente dejarla caer sobre la cama.

Anne semidesnuda, tumbada boca arriba sobre la cama disfrutaba de las vistas que tenía sobre ella. Ante sí estaba un Zayn arrebatador, que la observaba como queriéndosela comer entera y eso la puso aún más caliente. Con los cinco sentidos activados contemplaba como él aun de pies se desnudaba enfrente de ella. Vio como se desprendía de su camisa dejando ver sus increíbles músculos y acto seguido bajó la mirada a su entrepierna donde Zayn procedía a bajarse los pantalones. No aguanto más y se levantó de la cama quedando de rodillas sobre ella. Le atrajo hasta ella para ahora tomar el control de la situación.

Comenzó a besarle la boca para después bajar hasta su cuello, sin detenerse mucho rato continuó bajando para besar su pecho. Lenta y pausadamente saboreó cada rincón de su piel que subía y bajada aceleradamente por las caricias de esta. Unas manos, que agarraron las suyas, hicieron que parara y la subieron para arriba.

“No aguanto más...” le dijo este con un gruñido.

La volvió a dejar sobre la cama, ahora poniéndose él sobre ella. Anne sentía que su pecho iba a explotar, no paraba de bombear sangre que iba a todo su cuerpo, extasiada mordió el lóbulo de su oreja y este gimió. Zayn sacó las últimas prendas que quedaban sobre sus cuerpos y ambos desnudos pudieron sentirse piel contra piel.

Anne había soñado todas las noches con repetir el encuentro y esto era mucho mejor que un mero sueño. Sin darse apenas cuenta, Zayn ya se había colocado el preservativo y comenzó a penetrarla lentamente. Cuando la llenó entera, ambos gimieron sobre sus bocas y él comenzó a moverse.

“Te he echado de menos...” le dijo Zayn al oído mientras se movía cada vez más rápido. “no he podido dejar de pensar en ti...”

“Zayn....” logró decir ella en un suspiró.

Anne se agarraba fuertemente a su enorme espalda para que no se separara ni un centímetro de encima de ella, envolvió sus piernas alrededor de sus caderas y besó su mejilla tiernamente, nadie la hacía sentir tan bien como lo hacía él.

Zayn se movía como los ángeles y Anne se sentía en el cielo con movimientos cada vez más rápidos y en aguantándose los gemidos ambos llegaron al clímax. Él se dejó caer sobre su pecho, mientras que Anne intentando recuperar la respiración le acariciaba el pelo.

“Eso ha estado genial...” susurró Anne con una sonrisa en la boca.

Zayn levantó su cara mirándola “Si...” le dijo, besó su pecho y volvió a apoyar su cabeza sobre él.

“No te vayas” le dijo Anne abrazándole.

“No me voy a ir” le susurró él. “Duérmete” le dijo.

Y Anne le hizo caso y cayó rendida por el sueño sintiendo el peso de Zayn sobre ella dándole calor.

Un ruido ensordecedor atravesó la habitación. Anne se despertó de golpe y apagó el despertador que sonaba. Cuando todo sucumbió otra vez en silencio, volvió a tumbarse en la cama y es ahí donde notó el brazo rodeándole la cintura. Giró sobre si misma para ponerse de lado y se encontró con la cara de Zayn. Dormía plácidamente pegado a ella y Anne suspiró con las vistas que tenía ya desde por la mañana. No podía estar más guapo que a esas horas del día se dijo Anne. Respiraba acompasado en un sueño profundo del que Anne no deseaba despertar, podría seguir viéndole dormir eternamente pero debía despertarle antes de que alguien entrara y les pillara con las manos en la masa.