27. Mierda Anne, ¿droga?

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No podía expresar que era lo que sentía dentro de ella, porque no sentía nada. Notaba una presión en el pecho que apenas la dejaba respirar pero tampoco la permitía llorar. ¿Llorar para qué? Después de las palabras que le había dedicado su madre ¿para qué merecía la pena llorar? Si el dolor no se iba a ir.

Sabía que siempre había querido más a sus hermanos, quizá por eso la culpaba. Porque cuando ella nació todo en la familia cambio. Pero las palabras que oyó jamás pensó que saldrían de la boca de su propia madre.

Estaba sentaba en el sofá, mirando a la nada y se sentía una intrusa. Una intrusa en su propia casa; pero es que las palabras de su madre habían calado tan profundamente en ella que se sentía fuera de lugar. No tenía fuerzas ni para reaccionar, estaba en shock. ¿Era un sueño? ¿o había sucedido de verdad? Se acababan de llevar a su madre en ambulancia y no había podido reaccionar.

Su móvil vibró encima de la mesa y la pantalla se iluminó dejando ver el nombre de Zayn en él. Dejó que siguiera sonando hasta que la llamada se corto, por tres veces más.

No quería contestar. ¿Qué hacer ahora? ¿dónde ir? ¿En quién confiar? Miró alrededor de la habitación. ¿Qué hacía allí? ¿De verdad ella había causado tanto dolor en su familia, para que su madre reaccionara así? Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, se dijo.

Salió de la casa cerrando con llave. Bajó las escaleras del bar hasta llegar al almacén. Con los ojos vidriosos y las manos temblorosas sacó la bolsa de coca que había en uno de los cajones y esnifó la primera raya. Se levantó del frio suelo, guardando la bolsa en sus pantalones para luego salir de allí.

Subiendo las escaleras de dos en dos, saltando cuan alto podía llegó hasta la puerta que quería. Miró el reloj de su mano. ¿Qué hora marcaba? ¿Las 12.30 de la noche? ¿ya? ¿tan pronto? Se preguntó Anne interiormente. Se le había pasado la tarde volando. Riéndose de quien sabe qué, llamó a la puerta con los nudillos. Cuando la puerta se abrió, vio a un Zayn en pijama y sin camiseta.

“Por fin das señales de vida” le reprochó este. “¿Se puede saber dond-” intentó decir pero Anne no le dejó terminar lanzándose a sus labios.

Introdujo su lengua en la boca de él, besándolo tan fuerte que Zayn se sorprendió. Anne se separó un segundo de su boca, cerró la puerta de la calle y volvió a colgarse de su cuello. “Vamos a follar, tengo tantas ganas.” le dijo sobre sus labios.

Zayn inmediatamente paró sus actos al oír lo que dijo. Anne no diría algo así. La separó mirándola acusatoriamente.

“Oh vamos Zayn, ¿qué haces?” dijo quitando las manos de él de sus hombros. “Estoy tan caliente.” dijo quitándose la camisa por la cabeza, la tiró al suelo y se acercó de nuevo a él lamiendo su cuello de arriba abajo. “Mmm...que rico sabes”

“¡Anne!” la separó por segunda vez. “¿Qué estás haciendo?” le dijo extrañado.

“¿Qué te pasa?” dijo con un berrinche golpeando el suelo con su pierna. “¿Es qué no me deseas?” le dijo.

“Anne, ese no es el caso.” dijo “La cosa es ¿qué coño te pasa?” le dijo.

“¿Enserio tenemos que hablar?” se quejó esta. “ Mira tengo ganas de hacerlo y si no quieres pues me busco a otro” dijo dejando perplejo a Zayn. Hizo intención de salir de la casa pero este se lo impidió.

“¡Espera!” dijo poniéndose delante de ella. “¿Anne estás bien? ¿Qué te pasa?” preguntó agarrándola la cara con las manos.

“Estoy perfectamente” dijo quitándose su agarre.

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora