44. Adiós, amor

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Anne paseaba intranquila su vista por todo el salón, era la hora de comer y el apetito no había aparecido por ningún lado. Sus hermanos  y Max, el cual sabía que algo le pasaba, comían cual cerdos que no habían visto un plato de espagueti en años.

Anne suspiró sin poderse quitar de la cabeza a Zayn. No había vuelto a saber de él desde que le había hecho esa llamada tan extraña y no podía pensar en otra cosa.

“¿No tienes hambre?” le preguntó Chris con la boca llena. Enseguida, los otros dos chicos que comían levantaron sus miradas hacia ella.

“No, no quiero comer. Ten si quieres.” Le dijo a su hermano pasándole el plato lleno de comida. Chris sonrió ante el hecho de que comería más pero Nathan le interrumpió.

“¡No! Anne tiene que comerse su comida.” Se quejó mirando a su hermano pequeño. “¿Por qué no quieres comer?” preguntó este.

“No tengo hambre, no me entra nada.” Le contestó ella desganada.

“Pues tienes que comer, estas en los huesos.” Le dijo Nathan. “De aquí no te mueves hasta que te lo comas todo.” Le dijo, sacando su vena padre.

“Nathan, déjala. Hasta tiene mala cara, mira. Si no quiere comer es porque no tiene hambre.” Salió en su defensa Max. Nathan miró a su hermana analizando las palabras que había usado su amigo.

“¿Estás mala?” le preguntó.

“No me encuentro muy bien.” Dijo ella.

“¿Por qué no lo has dicho antes?” cuestionó. “Vete a la cama si te encuentras mal, últimamente siempre estas indispuesta.” Dijo esto último en bajo, más para él que para ella.

Anne se levantó, dándole una mirada de confianza a Max por ayudarla, como siempre, y caminó hasta su cuarto. Se sentó en su cama mirando al infinito y con la mente en blanco. Poco tiempo después o mucho, no  sabía cuánto tiempo había estado en esa posición entró Max a su habitación cerrando la puerta tras él.

“Vale ahora sí que me vas a decir por qué estás así. No he venido aquí después de haber leído tu mensaje para que luego no me cuentes nada.” Le recriminó. “¿Qué ha pasado esta vez con Zayn?”

“¿Qué te hace pensar que tiene que ver con Zayn?” le recriminó Anne. Max la miró de forma cómica y habló. “Anne, que nos conocemos.”

“Vale.” Dijo alargando la ‘e’. “Me ha hecho una llamada muy extraña y estoy preocupada. No sé  nada de él desde hace dos horas.”

“¿Una llamada extraña?” preguntó confuso.

“Sí, una llamada extraña y no puedo decirte más porque yo tampoco tengo ni idea de qué pasa.” Dijo alterada.

Max miró a Anne y se sentó con ella en la cama y le acarició la espalda.

“¿Estás segura de que esta relación merece la pena?” preguntó y Anne le miró extrañada. “Quiero decir, siempre que te veo estás mal por algo que te ha pasado con Zayn y- .” dijo pero Anne le cortó.

“Tú no tienes ni idea de nada Max, así que no hables sin saber. Zayn es la persona que más feliz me ha hecho en estos últimos meses.” Le contestó molesta.

“Vale Anne pero…”

“Pero nada Max, joder. Vete.” Le dijo tirándose en la cama.

Max la miró dolido y salió de la habitación no sin antes echar una última mirada a la pequeña chica tumbada sobre la cama.

Después de que Max se fuera y encontrar de nuevo la paz y el silencio en la habitación intento cerrar los ojos  y dormir para dejar de pensar un poco en lo sucedido pero no lo consiguió. Cansada de da vueltas y vueltas por la cama se sentó sobre ella resoplando. Hizo amago de levantarse cuando oyó su móvil sonar.

Corrió hasta el escritorio donde lo tenía cargado y vio que era de Zayn. Su corazón bombeó rápidamente mientras lo abría y lo leía.

Será mejor que no vengas a mi casa ni yo a la tuya por un tiempo Anne, tenemos que dejar de vernos. 

Anne tuvo que releer el mensaje unas veinte veces para dar sentido a lo que sus ojos veían. ¿Cómo que dejar de vernos? Pensó. Enseguida marcó su número y espero a que contestara.

“Anne…” habló él.

“¿Qué se supone que quiere decir tu mensaje Zayn?” dijo enfadada. “Porque no logro entenderlo.”

“Por favor Anne… haz lo que te pido.”

“No, prometimos decírnoslo todo a partir de ahora. No vuelvas hacia atrás Zayn por favor.” Le dijo ella.

“Joder….” Susurró. “He encontrado micrófonos en mi casa, me estaba espiando.”

“¿Qué?” dijo ella perpleja.

“Ese tío ha entrado en mi casa y yo ni me he enterado. ¿Entiendes lo que significa eso Anne?” dijo alzando más la voz. “¿Lo entiendes? Significa que también ha podido entrar en la tuya.”

“No…” dijo casi sin voz. “Per- pero eso es imposible.”

“No Anne, y tengo miedo de que este móvil este pinchado. Dios…” se quejó.

“¿Qu- qué vamos a hacer ahora?” le preguntó Anne confundida.

“No lo sé, pero de momento haz lo que te pido y no salgas de casa y si lo haces sal acompañada por favor.”

“¿Y tú? ¿Y sí te pasa algo a ti?” cuestionó.

“A mí no va a pasarme nada, soy el único que puede darle el dinero, no va a hacerme daño.” Confesó.

“¿Cuándo te voy a ver?”

“Anne… hay que dejar que se calmen las cosas ¿vale? Te he metido hasta dentro en toda esta mierda y no quiero que te pase nada. Tenía que haberte mantenido al margen pero ya es tarde. Así que me temo que lo único que puedo hacer ahora es intentar protegerte.” Respondió y oyó los sollozos al otro lado de la línea de Anne. “No llores amor…” suspiró. “Tengo que colgar. Te quiero y haz lo que te he dicho”

“Espera Zayn.” Insistió ella. “Yo también te quiero. Llámame, no puedo estar sin saber de ti.”

“Lo haré. Adiós, amor.” Dijo y colgó.

Anne dejó su móvil en el escritorio y respiró entrecortadamente sin creerse lo que Zayn la contaba. Era más grave de lo que hubiese esperado alguna vez. Quería ayudarle pero no sabía cómo. Él le había pedido que no hiciera nada, que se mantuviera al margen de la situación pero no podía. ¿Cómo haría tal cosa? Dejarle a las manos de ese hombre… tenía que hacer algo y ya sabía cómo lo que haría. 

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¡Hola! ¿Qué tal estáis? Yo bien, muy contenta por los comentarios que me habéis puesto :) GRACIAS. Aquí os dejo un nuevo capítulo y seguiré escribiendo para poder subir cuanto antes!

GRACIAS POR LOS VOTOS, LOS COMENTARIOS Y POR LEER LA NOVELA ♥ OS QUIERO. 

Besos.

I would die for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora