4

12.6K 1.3K 61
                                    

7 horas para finalizar el año.

Marina gritó emocionada porque al fin había encontrado el vestido perfecto para esa noche, era de color vino, un poco corto para mostrar sus piernas que tanto trabajo le había costado sacar en el gimnasio y sobretodo y lo que más le gustaba era que se sentía cómoda con él. Le escribió un mensaje a su mejor amiga avisándole que ya todo estaba listo y decidió irse caminando hasta su edificio.

Al final todo había resultado bien, claro que para Liam no era de la misma forma, el papel de la impresora se había atorado y por más que intentó sacarlo no le daba resultado, estaba frustrado y tenía ganas de ir e insultar a alguien pero más a él mismo por haber olvidado escribir ese tonto artículo. — ¿Por qué gritas tanto? —Dijo su madre parada en la puerta de su habitación con el ceño fruncido. —Vas a despertar al gato. —Señaló al pequeño animal que yacía durmiendo en uno de los cojines del sofá.

—El papel se atoró y necesito llevarle el artículo a mi papá rápido.

— ¿Probaste con quitarle la tapa a la impresora?

— ¿Qué? —Su madre rodó los ojos y se acercó a la impresora, la tomó y le quitó la tapa de atrás en donde fácilmente el papel podía sacarse. Liam la miró incrédulo.

—Tenías que haber venido media hora antes. —Le dijo suspirando de frustración, su madre colocó a imprimir el artículo y al tenerlo ya listo le entregó la hoja a su hijo.

—Ve rápido que ya son las cinco. —El castaño asintió y tomó las llaves para luego correr hasta la puerta del apartamento. Decidió tomar el ascensor para bajar más rápido y cuando las puertas se abrieron corrió tan apresurado que no se dio cuenta de que frente a él había una chica parada, el resultado fue que ambos terminaron en el suelo.

— ¡Cuidado con mi vestido! —Exclamó ella, Liam vio la caja en donde se suponía que estaba el vestido tirada en el suelo, la recogió para entregársela a ella. —Gracias, deberías tener más cuidado para la próxima. —Lo miró con el ceño fruncido, él no respondió y volvió a correr esta vez fuera del edificio, debía entregarle esa hoja a su padre antes de que se hicieran las seis.

Marina revisó la caja para percatarse de que todo estuviera en orden y subió por el ascensor hasta su piso para empezar aacomodarse, sólo tenía una hora para estar arreglada.

Destino: AscensorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora