6

12.1K 1.3K 144
                                    

5 horas para finalizar el año.

— ¿Cómo dices que dijiste? —Se rió por su propio chiste. —Ponte serio Liam. —Se dijo a sí mismo para luego volver a reír. — ¿Cómo que el ascensor se quedó parado?

—No avanza, ¿No lo ves? —Rodó los ojos por su pregunta.

— ¿Qué tanto pesas? —Marina volteó a verlo indignada.

— ¿Acaso me estás llamando gorda?

— ¡No! ¡Te juro que no! Sólo, es que, tú entraste y dejó de funcionar. —Dijo Liam a la defensiva, Marina suspiró frustrada y se le ocurrió una idea.

— ¡Ya sé! —Sacó su teléfono. —Lea me sacará de este apuro—Marcó su número y luego de que repicara tres veces, sonó las contestadora. —No contesta. —Respondió frustrada y empezó a tocar todos los botones.

— ¿Qué rayos haces?

—Intentando sacarnos, ya que al parecer soy la única adulta aquí. —Liam frunció el ceño.

—No soy un niño. —Dijo un tanto molesto

—Pues lo pareces. —Le dijo, Liam se acercó a ella y apretó el botón rojo.

—Soy lo suficientemente grande como para saber que ese botón es el de emergencia. —Le dijo con una sonrisa. —Nos sacarán de aquí a media hora. —Se sentó en el suelo del ascensor.

— ¿Cómo es que estás tan relajado? —Le dijo cruzada de brazos.

—No estoy relajado, tenía que estar a las siete en el Rolling Ball con Dean y me matará porque llegaré tarde otra vez. —Le respondió. —Pero no andaré frustrado como tú, me saldrán arrugas, asco. —Ella decidió ignorar su último comentario.

— ¿Conseguiste entradas para el Rolling Ball? Te debió costar mucho.

—Mi amigo tiene contactos. —Dijo tranquilo. —Vamos a ver a Kloss. —Marina lo miró sorprendida.

—Ellos son lo máximo.

—Ni que lo digas. —Suspiró. — ¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Diez minutos. —Liam suspiró.

— ¿No puedes llamar a alguien más?

— ¿Por qué no lo haces tú?

—No tengo renta. —Se encogió de hombros.

Marina lo miró suspirando, esos serían sin duda unos largos veinte minutos.

Destino: AscensorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora