Destino: Ascensor

7

4 horas y media para finalizar el año

— ¡AYUDA! —Gritó Marina, Liam intentaba ignorarla jugando pacman en su teléfono. — ¡AYUDA ESTOY CON UN EXTRAÑO ENCERRADA! —Volvió a gritar, el castaño esta vez la miró, que chica más extraña.

—Nadie vendrá. —Le dijo. —Todos están en sus fiestas.

— ¡Yo debería de estar igual! —Exclamó. —Ashton debería haberme visto y decir: "Vaya Marina, estás increíblemente hermosa", bailaríamos toda la noche y luego cuando sean las doce, él me besaría para completar finalmente mi sueño de año nuevo. —Le dijo. — ¿Sabes cuánto tiempo llevo esperando que ese momento me pase? —Liam se encogió de hombros. — ¡Seis años!

— ¿En seis años nadie te ha besado? —Le preguntó con una sonrisa. —Y yo que creí que el solitario entre los dos era yo. —Se burló.

— ¿Qué edad tienes? ¿Doce? —Rodó los ojos.

—Tengo veinte. —Le dijo mirándola con el ceño fruncido, Marina sonrió.

—Pues pareces de doce. —Le dijo. —Hasta tienes cara de niño. ¿Seguro que te dejan entrar a ver películas clase B? —Se rió, el castaño iba a opinar al respecto cuando su teléfono sonó, ¡Dean lo había llamado! Definitivamente él podía ayudarlos a salir de ahí.

—Dean, hermano...

— ¿En dónde deblin estás metido, Liam? —Se escuchó la voz de su mejor amigo molesto, de fondo se escuchaban los gritos de las personas, él ya estaba en el Rolling Ball, eso era seguro.

—Estoy encerrado en el ascensor. —Le dijo. —Necesito que me ayudes a salir de allí.

— ¿Estás encerrado? ¿En serio? Invéntate otra escusa Liam, esa ya está muy usada. —Liam iba a responderle cuando él cortó.

— ¡Deblin! —Se quejó. —Va a matarme mañana. —Se dijo a sí mismo.

— ¡AYUDA, ESTOY CON UN EXTRAÑO ENCERRADA EN EL ASCENSOR! —Volvió a gritar la castaña esta vez golpeando las puertas del ascensor. — ¡AYUDA POR FAVOR!

—Deblin, cállate. —Marina volteó a verlo con el ceño fruncido.

— ¿Qué rayos es deblin? —Liam sonrió.

— ¿Nunca viste Una Esposa de Mentiras? —Preguntó riendo, Marina negó. —Es el nombre que usan cada vez que quieren referirse a la caca. Dean y yo lo decimos siempre —Marina rodó los ojos.

—Y luego dices que no eres un niño.

—Habló la madura, seguro eres menor que yo y todo. —Se levantó del suelo y se cruzó de brazos.

—Tengo veintidós, amigo.

—Oh, sí eres mayor. —Susurró. Marina lo escuchó y sonrió. —Ese tal Ashton que nombraste, ¿Es tu novio?

—Ojalá, es el chico que me gusta. —Él sólo asintió.

—No soy un extraño. —Le dijo luego de unos minutos de silencio. Marina frunció el ceño.

— ¿Qué?

—No soy extraño, te mudaste hace dos años, te he visto varias veces en el ascensor, sólo que tú no sueles notarme. Me llamo Liam Jones. —Le sonrió y le ofreció su mano en saludo.

—Marina Zuvic —Estrechó su mano. Al soltarse Liam volvió a sentarse en el suelo, esta vez decidió quitarse los zapatos — ¿Qué haces?

—Me pongo cómodo. Ven, únete. —Le dio unas palmadas al suelo, Marina sonrió y se sentó a su lado quitándose las botas que llevaba.

—Y dime Liam, ¿Qué haces para divertirte?