Bueno, ¿por donde empiezo?
Soy de Colombia, por lo tanto, crecí en una cultura muy machista. Y uno de los peores insultos que te podían decir era "marica".
En el caso de los hombres, si no demostrabas tu "masculinidad" eras un "marica".
Creo que no conozco a ningún gay declarado en mi ciudad, pero hubo uno que era amigo de una chica que se llamaba Camila. Pero ahora, él vive en Argentina.
Cuando era pequeña y me enseñaron el término "homosexualidad" pero me dio igual. Pero después, empecé a ver lo mal que la gente era tratada y en 2014 escribí un cómic homosexual de una princesa y una vampira que se enamoran.
Al principio, me dio igual, después me molestaba los comentarios homofóbicos, luego era como "no soy gay, pero yo los defiendo" y ahora es "estoy jodida. Me gustan las chicas y chicos".
Para ser sincera, no quería aceptarlo porque jamás he sido el orgullo de mi familia como para añadirle eso.
Y sé que no está mal pero sabía que ellos no lo verían así.
Me da igual tener la aceptación de mi familia, me da igual tener la aceptación de cualquier persona, pero si me importaba definitivamente tener su apoyo.
Me costó mucho escribir este capítulo por miedo a perder sus apoyos en todas mis historias.
Como sea, ya me aburrí y me molesta tener que esconder una parte de mi para hacer feliz a alguien más.
Si me vas a querer, quiéreme como soy o sino me las arreglo.
Algunos me dirán "el Internet te volvió bisexual". Pero, nunca me he sido más yo que ahora mismo.
Siempre fui una de esas personas que miraban raro por como se vestía o como era. Especialmente en mi ciudad, dónde uno tiene que ser de cierta manera para ser aceptado.
Desde los 10 años quiero el cabello decolorado para parecerme a Chloe Norgaard, aunque mi mamá no les guste, yo amo los tatuajes. Y ahora me dicen Emo por vestirme a veces de negro.
Pero jamás me he enamorado como tal de una chica. Hasta que el año pasado conocí a alguien.
Normalmente, me daba igual hablar con chicos, me daba igual tener que terminarles y no soportaba estar con alguien más de tres meses.
Pero cuando la conocí, en serio me puse nerviosa y no me atreví a hablarle para nada.
Antes, creía que cuando te gustaba alguien, no te daba pereza bañarte para salir con esa persona.
Y lo más lindo que había hecho por alguien fue haber ido hasta su casa. Y solo fue una vez.
Antes de ella, no me había gustado tanto alguien para dedicarle mi tiempo y dinero.
Y me gusta tanto hablar con ella, me gusta sentir la necesidad de hacer cosas lindas por ella, y si pudiera, le daría todos los regalos que ella quisiera.
Y en realidad me sorprende que siempre estoy pensando en darle cosas que solo ella entendería. E imaginarla feliz.
Ella es todo lo opuesto a mi, por eso es como mi complemento. También es muy linda. Y no es delgada, por eso me gusta abrazarla y darle besos en la mejilla ya que es todo acolchonado.
Ella decoró mi cuarto con globos en Navidad y me regaló 19 cartas con poemas.
Y estoy muy enamorada de ella. Amo su sonrisa, amo sus ojos, amo su cabello, amo sus ojeras, amo cómo me recuerda a las canciones de amor, amo sus rodillas, amo contar sus pestañas, amo como me hace sentir, amo todo de ella.
Y la amo con cada latido de mi corazón. Con cada centímetro de mi piel. Con cada pulgada de mi ser.
Y no pienso dejar amarla solo porque es una chica y según la sociedad, eso está "mal".
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With all the love, Alaska.
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La vida según Alaska [blog]
RandomAlaska. La chica que no suele salir de su casa. La chica que ama la carne, pero sabe el daño que causa. La chica amante de las películas de drama. La chica que ve la belleza en todos. La chica que le fascina las series que dan en Fox a la tarde. La...