Un Amor Incondicional

Si estás segura lo haré

Blaise recibió gustoso la invitación que Ginny le había hecho, aunque se sentía en algún punto un aprovechado, la chica era virgen, gryffindor y comadreja menor, si fuera capaz de alardear sobre eso tendría muchos aplausos.

Pero no se sentía capaz de alardear, quería por alguna razón ser un caballero con esta chica, le había llamado la atención desde que iniciaron las clases y se habían acercado bastante desde entonces, le gustaba su pelo del color de la pasión, su carácter indomable y voluntarioso y ella siempre lo recordaría por ser su primera relación sexual. El tenía la sensación de que esta chica sería algo más, al menos estaba casi seguro de que se acostarían más de una vez, solo esperaba que esa chica no lo hiciera perder la cabeza...

Después de entrar a la habitación de Theo, ambos se sentaron en la cama y ninguno se movió, unos segundos después Ginny comenzó a desabrocharle la camisa con dedos inexpertos pero perseverantes. Blaise se dejó hacer hasta que se la quitó por completo, ahí la miró...

-¿Que te obliga a hacer esto? ¿Estás despechada con alguien? ¿Por que me eliges precisamente a mi?

-Nada me obliga, no estoy despechada y tu me pareces lo suficientemente bueno como para elegir otro, al menos contigo estoy segura de que gozaré, no quiero arrepentirme de no haberlo probado si llego a morir en la guerra.

-Bien, si estás segura lo haré y créeme que gozaremos ambos.- dijo él acomodándose lentamente sobre ella...

Luego acarició su rostro con una mano mientras con la otra acariciaba su cintura, subió su camisa que ya no tenía corbata y se la sacó por la cabeza soltándole el cabello por el camino.

-Me gusta mucho tu cabello de fuego, me enciende desde que comenzamos el curso.- dijo él entre jadeos.

-Tu me das curiosidad Blaise Zabini y eres muy bueno besando...- dijo ella mientras bajaba su mano algo temblorosa hacia el miembro de el para sacarlo de su ropa interior.

En poco tiempo el la dejó desnuda y se desnudó a sí mismo para tomar uno de sus senos y morderlo mientras acariciaba y estimulaba la parte mas sensible de ella en la que ningún hombre había entrado nunca. Ella disfrutaba dejándose llevar, estaba por alcanzar su primer orgasmo de la noche mientras agarraba con todas sus fuerzas esa espalda musculosa y sentía sus dedos invadiendo su entrada y sus dientes mordiendo sus pezones, no pudo más y se dejó ir. Lo que más la sorprendió, fue que en medio de la oleada de placer que sentía, cuando el éxtasis aun duraba sintió que esos dedos fueron reemplazados y cuando miró hacia el no lo encontró, la estaba estimulando con su lengua mientras probaba el fruto de su trabajo que salía del interior de ella. Esto hizo extender su orgasmo siendo ella apenas consciente de su vergüenza de que Blaise tuviera su cabeza allí. El no había podido contenerse, nunca lo hacía, por lo general las chicas probaban sus fluidos, pero esta vez no pudo contenerse de probarla, ese hermoso cuerpo virginal que se le ofrecía de una valiente y preciosa chica, y así lo hizo, claramente se felicitó por su instinto al escucharla gemir de la manera en que lo hizo y supo que era el momento. Ginny estaba en medio de las nubes cuando lo sintió, lo sintió entrar sin pausas sin prisas y sin dejar de estimularla, también lo sintió besarla en el momento justo en el que penetraba su última barrera, ahogando un gemido de dolor que quiso salir de su boca pero entro directo a la de Blaise acompañada de una lágrima que él limpió con su otra mano. Se quedó quieto, sin moverse dentro de ella hasta que se acostumbrara, conteniéndose para no ceder a su instinto y empotrarla como un animal en celo, cuando ella se movió contra su cuerpo ambos recuperaron el ritmo, Blaise no paró de besarla en ningún momento mientras estuvo dentro de ella y ella no paró de gemir, hasta que ambos llegaron juntos al climax y el terminó dentro de ella sin poder evitarlo, era demasiado placentero, demasiado estrecha y caliente, demasiado hermosa...

Al terminar se quedaron quietos, exhaustos y satisfechos ambos, Blaise salió de ella y la abrazó de costado haciendo cucharita para dormir, besó su frente y le dijo -Gracias por esto, fue genial y eres hermosa- para luego cerrar los ojos fingiendo que dormía y pensar por un largo rato que tenía de especial esa pelirroja pecosa que le había dado la mejor experiencia en cama de su vida.

- Si que valió la pena- dijo Ginny bajito y con una sonrisa en los labios, fue estupendo todo el tiempo, y el dolor duró muy poco, se sentía satisfecha, sin arrepentirse de nada y teniendo la bella sensación de que ellos habían compartido algo más especial que no se logra en cualquier relación y que eran afortunados. Cerro los ojos dejándose llevar por el sueño y pensando en que tal vez querría repetir en los brazos de ese dotado chico moreno que la abrazaba en este momento.