Their Girl. (Los Cuervos del Infierno MC #1)

Capítulo 1.

Capítulo 1.

Atena.

Giro mi anillo de compromiso una y otra vez mirando el reloj de la sala de espera. Pura y dura mierda. Se supone que Joseph debía haber salido hace 20 minutos. Esto no me gusta. Hemos trabajado en este caso por lo que parece mucho tiempo para que todo se vaya a la mierda.

He tenido peleas duras con Rax acerca de esto. Así que si esto no sale bien él estará aún más enojado.

Miro la delicada banda de oro blanco en mi dedo anular rematada con un gran diamante corte princesa. Es hermoso y lo amo.

Levanto mi mirada al escuchar paso, pero no es Joseph como yo esperaba. Es Rax, mi prometido, con Travis. Le sonrío a mi prometido poniéndome de pie y abrazándolo por la cintura. Él me besa la sima de la cabeza y yo beso su cuello.

-¿Cómo va la mierda? –pregunta mirándome mientras Travis espera pacientemente sonriéndole a cualquier chica que pase. Es un puto.

-Mal. Joseph debía salir a darme las noticias hace 20 minutos.

El rostro de Rax se contrae y niega soltándome.

-Lo siento, nena. Sé que te esforzaste realmente fuerte por ello.

Asiento observando como Rax le da una señal a Travis que abre de golpe la oficina de Joseph, mi jefe. Él esta recargado en su escritorio con la mirada perdida.

-Ustedes, chicos, necesitan aprender a tocar puertas. Esta es la ¿qué? ¿Tercera vez? Esta semana.

Travis solo se encoge de hombros y sonríe con su cara de niño bonito que siempre lo saca de sus problemas. Giro la cara en el pecho de Rax para encontrarme con su parche de VICEPRESIDENTE, MIEMBRO DE CONFIANZA. Él me suelta se da la vuelta dejándome ver el parche del club.

CUERVOS DEL INFIERNO

El gran cuervo negro a mitad de su transformación a calavera posado perezosamente sobre una rama seca y de apariencia a punto de romperse.

WISCONSIN por debajo del emblema.

Me empujo entre los dos moteros malotes y miro a Joseph con cara suplicante. Él solamente niega con la cabeza y todo el aire abandona mi cuerpo y bajo la mirada a mis pies.

-¿Qué mierda? –ruge Rax abrazándome desde atrás. –Por Dios, viejo, habla. Los demás no hablamos idioma de miradas.

Joseph solo niega con más rabia y se pone las manos en la cima de la abultada barriga.

-Nos quitaron al muchacho. Su puta madre adicta gano y se lo llevo a no sabemos dónde mierda.

Se pasa una mano por la calva y baja la mirada. Yo aún sigo mirando mis zapatos de tacón alto. Empuja su enorme cuerpo fuera de la silla y se pone de pie gruñendo gracias al sobre peso que tiene. Viene hasta mí y me saca de los brazos de mi prometido abrazándome con fuerza. Pero me niego a llorar así que solo suspiro temblorosamente y me alejo de él.

-Hiciese todo lo que pudiste e incluso lo que se suponía que no podías.

Asiento y beso su pelona y me giro hacia mi hombre.

-Sera mejor que nos vayamos –le digo medio sonriendo. –Tienes una fiesta.

Él solo asiente con el ceño fruncido y Travis simplemente no sabe a dónde mirar. Sé que odia venir aquí. Simplemente no sabe qué hacer cuando las cosas van mal. Siendo un niño que creció en una casa cálida y llena de amor se podría decir que se siente culpable cuando cosas como estás pasan.