Their Girl. (Los Cuervos del Infierno MC #1)

Capítulo 5.

Capítulo 5.

Atena.

La doctora, que es demasiado joven como para hacerme dudar, abre su carpeta de metal y pasa algunas hojas para detenerse a leer. Frunce el cejo y los labios levantando la mirada hacia la pobre chica de aspecto asustado.

-Bueno, solo tienes unos raspones y verdugones, pero encontramos un desgarre vaginal y restos del lubricante que se encuentra en los condones. ¿Has tenido sexo en las últimas 24 horas?

Los labios de la chica tiemblan, pero traga saliva y se obliga a sí misma a hablar.

-No. Yo... no. –La doctora asiente con la cabeza haciendo algunas anotaciones.

-Mmm... esto nunca es fácil de decir. Pero fuiste violada.

La chica asiente tapándose los ojos con las manos y respirando profundamente. La doctora camina a la esquina de una habitación. Y nos invita a mí y a Joseph a seguirla.

-Soy Johanna Londin. –se presenta extendiendo su mano hacia nosotros. Es hermosa. Largo cabello negro, piel oliva con un pequeño toque dorado y sus enormes ojos dándole un toque de inocencia.

-Joseph Clain. –mi jefe le estrecha la mano.

-Atena Randen. –contesto yo también estrechando su mano.

-No tenemos idea de quien es ella o a quien contactar. Ahora que esta despierta una enfermera vendrá a hacer las preguntas de rutina. Y la policía vendrá pronto. El comienzo de la semana hubo otra chica.

-¿Otra chica? –le pregunto pasándome las manos por el cabello.

-¿Cómo es que no nos enteramos de eso antes? –pregunta Joseph rascándose la cabeza rapada.

-Ella fue encontrada en Valmy. Su familia se presentó de inmediato. La policía quiere comparar casos y asegurarse de que no es un enfermo que planea ir violando por ahí.

-Por Dios. –me quejo tapándome los ojos con la mano derecha. ¿Cómo eso? No es algo que necesitemos ahora. La gente se va a ir contra el club. Se supone que ellos están aquí para que estas cosas no pasen. Se supone que ellos lo impiden.

-Sí, es algo malo. Creo que después de esta chica trataran de ser aún más discretos.

-¿Discretos? –pregunto dando un paso adelante tratando de ver que tanto apunta en su carpeta, pero la cierra de inmediato cuando trato de mirar.

-Sí. No quiere alertar al violador y que huya. Creo que comenzaran con las recién llegados.

Asiento y miro su credencial mirando como sonríe en la foto mostrando sus perfectos dientes blancos. Johana Londin. Espera yo conozco a alguien más con ese apellido. Bob Londin. Bob nuestro sargento de armas.

-¿Quién es la otra chica? –pregunto mirándola ahora a la cara.

-Bueno, esa es información que no puedo darles.

Doy un paso adelante, pero antes de que pueda abrir la boca entra Bob sosteniendo una bolsa de papel y se queda parado al vernos.

-Yo creí que comeríamos juntos.

Ella asiente cerrando su carpeta de nuevo y dirigiéndose hacia la chica. Bob se acerca hacia mí.

-¿Qué pasa? ¿Por qué estás aquí con mi hermana?

-Encontraron a la chica sin ninguna clase de identificación. Tu hermana es la doctora y yo soy a quien llaman si encuentran adolescentes sin identificaciones. –Bob asiente rascándose la parte trasera de la cabeza. –Escucha, esta es la segunda chica violada que encuentran. Tenemos que averiguar quién es el violador.