Their Girl. (Los Cuervos del Infierno MC #1)

Capítulo 18

Capítulo 18.

Atena.

Ajusto el cinturón de mi bata mientras bajo las escaleras de casa. Al final de cuentas volvimos, bien entrada la noche, pero volvimos. Como es obvio Ana ya estaba más que dormida así que no la molestamos.

Abro el refrigerador comenzando a elegir los ingredientes para el desayuno del día de hoy cuando el teléfono fijo de la casa suena.

- ¿Diga? -contesto sosteniendo el teléfono entre mi hombro y mi oreja mientras comienzo a preparar homeless para el desayuno.

- ¿Llamo a la casa de Raxen?

Frunzo el ceño mientras veo bajar al mencionado aún en calzoncillos mientras se talla los ojos tratando de terminar de despertar.

-Así es. ¿Quién lo busca?

Rax me besa la mejilla mientras sigo preparando el desayuno y Ana baja las escaleras aún en pijama, pero con el rostro lavado.

-Soy su abogada. Amara. Solo quiero informarle que algunos de sus papeles sobre lo de hace 16 años están tratando de ser removidos, pero preferiría hablar con él. Tal vez puede pasar más tarde por el club. -no. Si hablan ahora por lo menos podré escuchar lo que Rax diga.

-Él está aquí.

Le tiendo el teléfono mientras continuo con el desayuno, pero en cuando en escucha quien lo llama se encierra en el estudio.

-Continua con esto. -le digo a Ana dándole la espátula y me paro fuera de la puerta del estudio escuchando la conversación de Rax.

-No me importa una mierda. Se declaro abandono del hogar y me quede con todos los derechos. -silencio. - ¿Qué testigos puede haber? ¿Su madre? Yo tengo a todo el club. Su madre ni siquiera debería ser admisible. Aun así, después de dieciséis años vuelve. Esto está regalado. Incluso podremos hacerlo sin levantar las aguas.

Alguien me toca el hombro haciéndome dar un salto y me llevo la mano al pecho a la altura del corazón. Cuando me giro me encuentro a Ana sonriendo ampliamente.

-El desayuno está listo.

Asiento varias veces mientras la toma por los hombros en dirección a la cocina donde nos dedicamos a poner la mesa mientras Rax termina con su llamada. No entendí nada. Solo sé que es algo sobre demandas o algo relacionado con la corte

Digo ¿admisible? ¿testigos?

Ana va por los platos y puedo notarla más radiante. Relajada e incluso más guapa. Podría decir que está en esos días del mes que tus hormonas están de nuestro lado.

Unos fuertes brazos me rodean por la espalda mientras Rax me ataca a besos el cuello.

-Me alegra estar de vuelta en casa.

Me giro en sus brazos besando sus labios.

-A mí también. Y me alegra aún más que me ayudara a planear la fiesta de Halloween para mis chicos.

Asiente varias veces aún con sus labios pegados a los míos.

- ¿Aun quieres hacer esa fiesta? Digo después de todo lo que ha pasado.

Lo ignoro tomando asiento y él suspira también sentándose.

Comemos el desayuno, cómodos charlando de ves en ves.

-Ana, ¿Quién es tu maestro de historia? -pregunta Rax dándole unos tragos a su café.

-El señor Méndez. Es de hecho nuevo en el colegio. Comenzó este año.