Capítulo 32

2.7K 232 6
                                    

Capítulo 32

Ana

He encontrado el paraíso. Algo me dice qué primordialmente era gracias a Travis viviendo a mi lado sin preocupación alguna durante un mes entero.

Pero también gracias al vecindario al que hemos encontrado. A pocas horas del club y mi familia. Lo que en realidad es triste. Terminamos de vuelta, pero no por completo. Un pequeño campo con un gran espacio entre cada pequeña cabaña. Nuestra cabaña es increíble. Dos cuartos, un baño completo y medio baño. Lo amo.  Es tan pequeño y acogedor. Y todos nuestros vecinos son parejas modernas. Hombres con grandes barbas y mujeres con cabellos salvajes y ropas sencillas y simples.

Y sé que lo amo porque en el fondo me recuerda tanto al club. La gente aquí es libre y se rigen por si mismo. Como el club.

Termino de limpiar la cocina y por la ventana observo a Travis conversando con nuestro vecino. Dan. Un hombre de unos 35 años con gran barba y grandes músculos. Vestido simplemente con pantalones y playera de manta con unas sandalias simples. Creo que Travis y yo somos los más complicados con nuestros jeans, botas y esas cosas. Incluso me atrevo a pensar que somos los únicos que usamos ropa interior.

La esposa de Dan. Mar. Sale de su casa luciendo su belleza natural. No lleva una gota de maquillaje. Lleva un vestido blanco de encaje y si cabello rubio y ondulado hasta su trasero. Lleva a su bebé de siete meses en la cadera mientras se acerca a su esposo. Se besan y  Travis se despide de ellos volviendo a la casa.

-¿Nena?

Recargo la cadera en el borde de la barra de la cocina sonriendo para él. Mi cabello lacio hasta mis pechos y simplemente vistiendo mi sujetador deportivo y shorts.

-Te ves hermosa.

-Y tú. -Lo elogio de vuelta mirando sus ásperos jeans, sus pesadas botas y su sencilla playera negra. -Te busque después de que termine mi yoga.

-Dan y yo teníamos algo que discutir algunas cosas.

-¿Cómo qué?

-Un ritual de matrimonio en el que no importa la edad. -Me sorprende y me quedo callada parpadeando esperando mayor explicación. -Él y Mar se casaron así. Y es interesante -da unos pasos hacia mí- porque nada te obliga a estar con esa persona. Quieres estar con ella. Porque algo más allá de cualquier otra cosa nos une.

-Algo aquí -llevo mi mano a mi corazón y luego a mi cabeza- y aquí me unen a ti. Y no me siento obligada a estar contigo de ninguna manera posible.

De pronto estamos pecho a pecho. Su respiración bañando mi rostro y mi cuello doblado para mirarlo a la cara.

-¿Lo harás?

-Sin dudarlo.

(...)

Un timbre. Dos. Tres. Cuatro. Estoy a punto de colgar.

-Hola. Me alegro tanto de saber de ti.

-Quiero que vengas a visitarnos. Y voy a entender si no estás lo suficiente bien para venir.

-¿Donde estás?

Aprieto los labios haciendo una mueca mientras observo a Travis dormido con la sábana simplemente envuelta en sus caderas. Son las diez de la mañana. El sol entra iluminando su rostro y parte de su torso.

-Como a veinte minutos de la casa club. -La escucho tomar aire con fuerza. -Y quiero que vengas por que nos vamos a casar. No es como una boda real. Es un ritual, pero Travis está tan emocionado sobre esto.

Their Girl. (Los Cuervos del Infierno MC #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora