Capítulo 38

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Capítulo 38

Atena

Hacer esto esta matándome. No he podido parar de llorar mientras empaco mi ropa y la de Leonel.

He tratado de ser fuerte. De afrontar las cosas con responsabilidad y de aceptar que es lo mejor para todos. He tratado de dejar de llorar, pero me ha parecido imposible.

Sé que es la decisión más madura. Más razonable. Menos egoísta.

Arrastro las maletas escaleras abajo y me detengo en frente de mis padres junto a la entrada principal.

-Pueden venir a visitarnos cuando quieran. -le digo a mi mamá mientras papá carga las maletas ñben m el maletero. Mamá asiente mientras le quito de los brazos a Leonel. -Mamá, yo...

-Está bien, mi amor. Es tu decisión y la acepto y te esperaremos con los brazos abiertos. Siempre serás bienvenida.

Le sonrió y asiento.

- Todo está listo. -papá entra luciendo increíblemente satisfecho. Claro que lo está. Rechace a Rax. Me iré lejos de él a una ciudad de verdad. -En San Francisco todo te espera.

Me abraza dándome un beso en la sima de la cabeza y otro a Leonel.

-Gracias, papá. -sé que tuvo que mover varias influencias para conseguirme el trabajo increíble que ahora me espera.

Me acompañan al auto y me observan acomodar al dormido Leonel en su silla.

-Gracias por todo. -Simplemente me sonríen. -Yo... quisiera pedir un último favor y sé que ya no debería, pero de verdad lo necesito.

-Solo pídelo. -se ríe papá.

Le entrego un sobre amarillo sellado.

-Adentro hay cartas. Quisiera que las entregaran por mí.

Mamá toma el sobre feliz y me besa por última vez en la mejilla.

-Te amamos. -susurra papá abrazándome fuerte.

Sonrió y me subo al auto lista para la nueva aventura.

La idea principal era tomar un avión, pero entonces decidí que quería mi auto en San Francisco y entonces decidimos que papá me llevaría, pero no quería hablar mucho sobre cosas dolorosas, pero me daba demasiado miedo viajar sola con mi bebé de un mes.

Así que decidimos que el guardaespaldas de papá me llevaría y volvería en avión. Así puedo relajarme y dormir junto a mi bebé.

Ana

Es difícil. Vivir mi vida después de Travis esta matándome. No sé como puedo salir de la cama cada mañana y desayunar con mi mamá y Rax.

Me duele realmente. Y aún no le dicho a Rax que estoy embarazada, pero creo que hoy es el día.

Mamá ha preparado el desayuno y nos sentamos en la mesa listos para comenzar el día.

-¿Sabes? -dice mamá apuntando a Rax con su tenedor. -He pensado que deberías vender tu casa y poner el dinero en un fondo de inversión.

-No. -se limita Rax sorprendiéndome ya que Atena y todo lo relacionado es algo sensible para él.

-¿No? -pero claro. Mamá no sabe cuando dejar de presionar.

-No, mamá. Porque si vendo mi casa ¿a donde llevare a Atena y a Leonel cuando lo den de alta?

Todos nos quedamos en silencio y volvemos a comer, pero sé que tengo que hablar.

-Yo eee... bueno yo...

-Ana -Mamá me mira severa. -Solo hazlo.

Rax parece de verdad confundido con mi indecisión y la severidad de mamá.

-Estoy embarazada.

Listo. Problema resuelto. Sin más complicaciones. Al fin podré dormir sin el remordimiento.

-Dime, en este instante, donde se fue Travis.

-¿Para qué? -lo reto.

-Para ir a matarlo.

-¿Crees que se en donde está? ¿Me abandono, recuerdas?

Parece a punto de explotar.

-¿De cuanto estás?

-Dos semanas.

Se pone de pie y con un grito lanza la mesa al otro lado de la cocina y se va sin decir nada más.

-Podemos decir que no lo tomo bien -me río poniéndome de pie y sacudiendo la comida que tengo en sima.

-¿Eres así de descarada?

Me vuelvo a reír porque realmente me importa una mierda. Digo. Ellos me engañaron por tanto tiempo y ahora quieren regañarme a mí.

El timbre de nuestra puerta me detiene de dar una respuesta sarcástica así que voy a abrirlo y me sorprendo al encontrar al papá de Atena al otro lado todo serio y formal con su trabajo negro.

-Hola.

-Solamente vengo a entregar unas cosas. -lo miro confundida y me da un gran sobre amarillo y uno mas pequeño blanco.

El padre de Atena se limita a darse la vuelta e irse sin decir nada más.

El sobre amarillo es para Rax y el blanco es para mí. Subo a mi habitación para que mamá no los vea. Y me siento en la cama a leer el mío.

¡Hola!
Sé que es una sorpresa, pero así es la vida. Yo solo quería decir adiós y temía no ser tan fuerte para decirlo cara a cara.
Así es. Me voy. Con todo el dolor de mi alma y el mayor pesar en mi corazón. Pero quiero una vida. Una feliz. Una simple. Y quiero lo mismo para Leonel.
Y espero no estar cometiendo un error.
Te amo y espero volver a verte pronto y sobre todo espero que no tomes decisiones de las cuales te puedas arrepentir.

Me río a carcajadas incluso limpiándome las lágrimas de los ojos. Increíble. Acabo de volver de lo que creí sería la mejor decisión de mi vida. Huir. Irme. Correr. Y aquí estoy de vuelta y ella hace lo mismo.

¿Cuál es la diferencia? Que ella no va buscando a nadie ni una falsa promesa de amor. Ella se va en busca de sí misma.

Muero de risa.

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Their Girl. (Los Cuervos del Infierno MC #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora