Habitación 515

diecisiete

Meza.

Ví a Manuel cruzar las puertas del internado, caminé un poco rápido si no lo perdería de vista y era lo que menos quería. Cuando llegamos a la recidencia le impedí el paso sabía que se iba a negar a hablar conmigo así que tuve que arriesgarme.

-Dejame pasar, no estoy de humor

-Podemos hablar como solíamos hacerlo, ¿creo que es tiempo de olvidar lo que paso no crees?

-Como si fuese tan fácil olvidar que mi mejor amigo me dejó solo cuando más lo necesitaba.

-Eso no es verdad yo estuve cerca de ti siempre

-No mientas desde el primer día te fuiste, no sabes lo difícil que fue para mí pasar la muerte de Gisselle solo tú y Arely me dejaron solo.

-Manuel, tu no nos dejabas acercarnos a ti nos culpabas de la muerte de Gisselle, Arely fue la más afectada recuerdas que eran mejores amigas y la dejamos sola.

-Ustedes se alejaron y jamás volvieron a buscarme así que no esperes que crea esto después de casi tres años.

-Porque eres tan necio por Dios ya te dije el porque me alejé, mucho tiempo sufrí la muerte de Gisselle era mi mejor amiga al igual que tu y arely. Trate te acercarme a ti y apoyarte pero te encerraste en tu mundo y mi amigo desapareció.

Manuel sólo me miraba sin decir nada sus ojos estaban cristalinos y sus manos descansaban a un costado cerradas en puños, solté un suspiro y me hice a un lado era inútil hablar con él sabía que no me haría caso. Lo seguí escaleras arriba hasta llegar a nuestra habitación abrió la puerta y se perdió en la oscuridad. Me acerqué con cuidado todo estaba en silencio al parecer las chicas ya dormían tome mi pijama y me perdí en el baño después de unos minutos salí para acomodarme en mi cama y tratar de dormir.

Padilla.

Las palabras de Brandon me dejaron pensando después de llegar a la recidencia me puse la pijama y me recosté a lado de gaby. Le di un pequeño beso y me gire para tratar de dormir, sentí como me abrazaban y me gire para ver a Gabriela tenía sus ojos abiertos y el cabello despeinado le sonreí y me gire para poderla abrazar bien. Nos acomodamos y en pocos minutos me dormí.

Téllez.

Caminé entre las pequeñas veredas, hoy hace tres años que no regresaba a este lugar desde el día en que ella se fue de este mundo trate de olvidar y guardar el dolor dentro muy dentro de mí pero cada día era peor. Aún recuerdo cuando nos pasábamos finés de semana juntos o las veces en que salimos de vacaciones a lugares paradisíacos. Y esque salir de vacaciones con Manuel y Gisselle era lo mejor al ser hijos de padres millonarios Brandon y yo no pagabamos nada. Pero aquel día llego y todo se derrumbó en minutos, mi mejor amiga murió y el grupo se rompió. Salí de mis pensamientos y me acerqué a la lapida de Gissel seguía como la recordaba, un hermoso ramo de rosas rojas estaba en el pequeño florero sonreí al saber que Manuel había venido dejé mi presente junto a las flores y me senté un rato.

-Hola- gire mi cabeza y ahí estaba ella sonriendo como siempre me levanté de la tumba y caminé unos cuantos pasos hacia atrás. Camino hacia mí hasta quedar a unos centímetros de distancia.

-Tu... tu... tú estás muerta debe de ser mi imaginación no es posible que estés aqui

-Lo se tranquila, solo tú y Manuel pueden verme, no te asustes es la mejor manera que encontré para hablar con ustedes ¿como has estado?

-Mal desde que te fuiste todo terminó Brandon y Manuel no se hablan y a mi ninguno de los dos me habla tu eras el centro de nuestra amistad, la que arreglaba e impedía que nos separamos no sabes cuánto los extraño...

-Has hablado de esto con ellos, de como te sientes al respecto, creo que Manuel y Brandon deben arreglar diferencias y volver a ser ese grupo que nada ni nadie los separaba.

-No querrán escucharme ni siquiera me hablan como pretendes que hable con ellos...

-Dile a Manuel que hablaste conmigo y que yo te lo pedí.

-No va a creerme. El sabe que yo no vengo a visitarte.

-Bueno entonces dile que venga y yo se lo diré.

-Eso es de locos, las personas que están aquí pensaran que estoy loca por estar hablando sola.

-Pero no estás sola y que más da lo que piensen los demás.

Salí del cementerio y regrese al campus. Cuando venía para acá arme mi mejor excusa para poder hablar con ellos caminé a la habitación de Manuel y toque la puerta mire mi reloj y este marcaba las doce de la noche, la tarde se me había pasado rapidísimo en el cementerio. Estaba metida en mis pensamientos cuando el sonido de la puerta me saco de ellos. Mire a la persona que me había recibido y me sorprendí.

-¿Que haces tú aquí?

-Es lo mismo que yo me pregunto ¿que quieres?

-¿Esta Manuel?

-No ¿Quien es Gaby?

-Esto es increíble ¿Que hacen ustedes dos aqui? Esto lo tiene que saber el director Rogelio

-Mira Téllez tu no dirás nada

-Y quien lo va a impedir ¿tu?

-Puede que ella no pero yo sí que haces aquí Arely

-Que parte de quiero ver a MANUEL no han entendido le tengo que decir algo.

-Dejenla entrar son las doce y los guardas no tardan en dar el primer rondín así que será mejor entrar.

-Pero...

-Ya lo escuchaste Ramírez quítate y déjame entrar.

Se hicieron a un lado y entre en la habitación Gaby y Melissa se perdieron en la pequeña cocina mientras Brando se tiraba en su cama Manuel y yo nos sentamos en un pequeño sillón que estaba pegado a la ventanilla de la habitación.

-¿Y? Bien que me tienes que decir.

Mire a todos lados para checar que nadie me escucharía, suspiré y me acerqué a él.

-Hable con Gisselle

Se separó de mi y me miro sus ojos mostraban cierta duda asentí con mi cabeza y el seguía sin decir nada. Así que hable lo más rápido que pude y le dije lo que me había dicho.

-Quiere que vayas a verla, se que es estúpido pero es verdad y se que tú también puedes verla como yo...

-¿Estas segura de lo que me estás diciendo? Arely te das cuenta de lo poco que suena esto

-Pero es verdad Manuel yo hablé con Gisselle y me pidió que te dijera que se vieran en donde tú sabes.

-De que mierda hablas Arely Gisselle está muerta.

Manuel y yo giramos y Brandon estaba sentado en su cama viéndonos sin dar crédito a lo que hablábamos se levantó y se acercó a mí yo solo lo miraba al igual que manuel. Como diablos haría para que me creyera lo que había dicho...