KILIAN
— Espera ¿qué? —pregunto sorprendido.
Nicole acaba de contarme como Gabriel la convirtió por amor y ella lo mató. Siento pena por el pobre chaval.
Ella cruza sus manos sobre la mesa mientras cierra los ojos unos segundos y apoya su cabeza hacia atrás. Tiene tres anillos en los dedos de su mano izquierda mientras que ninguno en la derecha. Supongo de uno de ellos debe ser el que le permite caminar bajo la luz solar.
Los vampiros somos criaturas de la noche, pero no por placer sino por obligación. El sol es mortal para nosotros. Unos minutos de más a plena luz del día y te conviertes en carne a la brasa. A no ser que poseas un anillo encantado por una bruja. No son fáciles de conseguir pero si te haces con uno... ¡Hola, luz del día!
Nicole abre los ojos de nuevo y me mira.
— Durante meses habían estado sucediéndose ataques en los bosques. Varías personas murieron aparentemente atacadas por un animal. Gabriel me aseguró cientos de veces que no era él el responsable y, tonta de mí, le creí.
— ¿Así que él estaba matándolos?
— Sí... Me entere después de mi conversión cuando Gabriel quería que yo también lo hiciese.
Ufff, alerta psicópata. Ahora veo el problema claro de su relación. El chico era un asesino sangriento y pretendió que su amada lo fuese también.
Me remuevo incómodo en el asiento y miro de reojo hacía la escalera metálica. Salvador está ahí apoyado y siento como su mirada se clava profundamente en mí cráneo. Por lo general, no tengo miedo de otros vampiros. Pero no ser prudente frente a uno tan poderoso sería estúpido.
— Tengo que ir al baño —digo levantándome. Necesito alejarme un poco del grandullón o me saldrá un sarpullido.
— ¿Estas bien? —pregunta ella inclinando su cabeza hacia un lado.
— Estoy genial —le digo fingiendo una sonrisa —. No te muevas de aquí.
Ella me mira extrañada y me marcho en dirección a los aseos. Siento como Salvador me observa fijamente durante todo el camino. Una vez dentro, cierro la puerta y me apoyo contra el lavabo. He estado todo el tiempo escuchando para comprobar que no me siguiese y cuando él camina alejándose de las escaleras me tenso. Mis músculos se relajan cuando sus pasos se oyen distantes.
— ¿Crees que es buena idea contarle todo eso a un extraño? —le pregunta Salvador a Nicole.
— Tal vez... De todas formas, su conocimiento no me causa ningún problema. Estoy segura que Kilian hubiese seguido investigando hasta averiguar la verdad, de este modo me ahorro problemas innecesarios.
Salvador suspira y oigo como se levanta. Debe de haberse sentado en nuestra mesa.
— Ten cuidado con él ¿quieres?
— Lo tendré —responde Nicole.
El grandullón se aleja de nuevo. Parece que tendré que tener cuidado con él sí quiero permanecer en este pueblo durante algún tiempo. Salgo del baño y vuelvo a mi sitio.
— ¿Vejiga suelta? —me pregunta ella descasando la barbilla sobre su puño.
— Ja ja... muy graciosa —digo de forma irónica —. Te invito a una copa.
No sé por qué pero me siento intrigado por ella. Lleva siendo un vampiro desde tan sólo 6 meses y tiene más control que yo en mis primeros años de conversión. Puede que me sienta un poco celoso... sí. Es posible que tenga algo que ver con que un vampiro anciano le haya estado enseñando pero se necesita mucha voluntad también... y está claro que ella la tiene.
— ¿Por qué? —pregunta ella con los ojos entrecerrados.
— ¿No puedo invitar a una chica guapa a algo de beber? —respondo con tono coqueto.
Ella resopla y asiente.
— Está bien. Pero si vas a invitarme que sea a una botella... me apetece beber fuerte esta noche.
Sonrío complacido y voy a la barra. Pido una botella de Whisky y vuelvo junto a Nicole. Ella espera en su asiento tranquilamente. Sirvo la bebida en dos vasos con hielo y le ofrezco uno.
— ¿Qué hay del pelo? —le pregunto curioso señalándolo.
— ¿Te refieres al color gris? —pregunta ella cogiendo uno de sus mechones. La tenue luz de las lámparas del pub alcanza las finas hebras y éstas emiten un débil resplandor plateado. Creo que la cafeína me está afectando...estoy empezando a ver cosas raras.
— Sí —murmuro desconcentrado.
— Tuve una especie de "crisis de identidad" —dice ella haciendo comillas con sus dedos —. Ya no era humana, no iba a envejecer, mi pelo no se volvería blanco por la edad como el de todas las personas... No sé, simplemente me apeteció teñirlo de este color. A veces puedo ser un poco dramática.
Ella se ríe y me quedo embobado por su cálido sonido. Agito la cabeza alejando los extraños pensamientos y relleno el vaso que sin darme cuenta he acabado. Seguimos hablando y bebemos, bebemos y bebemos... mucho.
Varías botellas más tarde....
Mi espalda choca contra la pared cuando Nicole me empuja con fuerza. Sus labios se unen con los míos en un beso brusco e intenso. Usando mi rapidez sobrenatural nos doy la vuelta y cambio de posiciones. Elevo mis manos y las coloco a ambos lados de su cabeza, encerándola. Ella gime contra mis labios. Excitado subo sus piernas y ella las coloca alrededor de mi cintura.
Mi entorno se vuelve borroso por las grandes cantidades de alcohol que inundan mi sangre. Por lo general un vampiro no se ve afectado de este modo a no ser que beba mucho. Y eso es precisamente lo que hemos hecho. Perdí la cuenta después de la quinta botella...
No sé exactamente en qué momento pasamos de estar hablando a enrollarnos, pero no me desagrada la idea. Bajo mis manos y las coloco sobre sus nalgas. Avanzo con ella en brazos por el pasillo oscuro hasta la habitación. Dado que soy capaz de ver en la oscuridad no me choco con nada por el camino.
Caemos sobre la cama en un enredo de brazos y piernas. Nuestras ropas desaparecen. Mis manos viajan por su delicioso cuerpo y me pierdo en las sensaciones. Nos besamos, nos tocamos y...
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¡Hola a todos ! Me he despertado esta mañana y he visto 30 notificaciones nuevas... todas sobre esta historia. Mis ojos han hecho esto O.O jajaja
Muchas gracias por vuestros votos de verdad. ¡Es genial saber que os está gustando tanto !
P.D.: La historia sale en el apartado de novedosas en vampiros !!! Uuhh
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Drinking Blood
VampireHay un chico nuevo en el instituto. Él es todo un cliché: moto, cuero, tatuajes, sólo le falta la actitud vanidosa (espera un momento... ¿acaba de giñarle un ojo a la camarera?... añade eso último a la lista). En los escasos segundos en los que mis...