Capítulo 9

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NICOLE

No he podido dejar de pensar durante todo el día en las palabras de Kilian. ¿No les he dado verbena a mis amigas porque sabía que en algún momento me sería de utilidad? No quiero admitirlo pero la respuesta es... sí. Mantener un secreto así puede ser agotador. Hay veces en las que me olvido de regular mi fuerza o en las que mis ojos comienzan a hacer cosas extrañas. He usado tantas veces la excusa de los alójenos y la de que se me ha metido algo en el ojo, que no sé por cuanto tiempo van a seguir funcionando.

¿Soy una mala amiga por ello? Sólo quiero que ellas vivan su vida sin tener que preocuparse de nada más. Sin tener que preguntarse si el chico o la chica nueva que acaban de conocer es un ser sobrenatural que podría matarles. Sí, eso es lo que quiero.

El móvil vibra sobre la mesilla de noche. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera me había dado cuenta de que lleva varios segundos sonando.

— ¿Te he pillado en el baño? —pregunta Keila cuando contesto.

— No —río —. Estaba concentrada en acabar el trabajo de Literatura ¿Por qué tiene que haber tantos escritores?

La mentira se desliza fuera de mis labios con facilidad. Hace días que acabe el estúpido trabajo pero ella no lo sabe. Me he estado sintiendo rara alrededor de Keila. Ella me habla de forma normal pero todavía recuerdo la mirada en sus ojos al escuchar mi conversación con Kilian: traición. Eso no ayuda a aplacar la culpa que no para de crecer en mi interior.

— Tienes razón. A mí todavía me queda más de la mitad —se queja ella —. Te llamaba para informarte de que Claire ha organizado una fiesta para el sábado por la noche en su casa.

— ¿Otra? ¿Qué celebramos esta vez?

Claire es la chica más popular del instituto. Sus padres nunca están en casa por temas de negocios y casi todos los fines de semana organiza algo. Creo que se siente un poco sola. No es la típica zorra esnob y clasicista que desprecia a los impopulares, por lo que siempre invita a todo el mundo.

— No tengo ni idea —ríe ella —. ¿Vendrás? Gabriela está volviéndome loca. No para de preguntarme sobre que vestido debería ponerse.

— No sé por qué se molesta en pedirnos nuestra opinión si siempre acaba llevando el contrario al que elegimos.

— Cierto. Dime que vendrás a la fiesta —gimotea ella.

— Iré —digo sonriendo.

— ¡Será genial!

A pesar de que Keila está muy metida en sus estudios, lo cual le llevará a ser doctora o una abogada de éxito en el futuro, le encanta salir de fiesta de vez en cuando.

— ¡Nicole! ¡¿Puedes bajar un momento?! —el grito de mi tía Mary se oye desde la planta baja.

— Tengo que dejarte Keila. Mi tía requiere mi presencia —digo fingiendo una voz seria.

— Incluso yo lo he oído. Buena suerte.

Colgamos y salgo de la habitación. Bajo los escalones y camino hasta la cocina. Paso por el salón y veo que se ha vuelto a dejar la televisión encendida. Con razón nuestras facturas de la luz son tan elevadas.

Al llegar a la cocina encuentro a mi tía con la cabeza dentro de la nevera. Lleva una larga falda de color marrón que le llega hasta los tobillos y un fino jersey de color verde. Sus rizos pelirrojos brotan desordenados de su cuero cabelludo.

— ¿Qué se supone que es esto? —pregunta ella sacando una botella tintada completamente de negro de la nevera. Desenrosca el tapón y se la lleva a la nariz —. Huele raro.

En un rápido movimiento se la quito de entre sus manos y vuelvo a taparla.

— Es un zumo de tomate, pimiento rojo y... amm... cerezas —completo pensando en todos las cosas rojas que se me ocurren.

— ¿Tomate con cerezas? —pregunta ella arrugando la nariz —. Debe de estar asqueroso.

— Oh sí, el sabor no es muy bueno pero ya sabes que la cereza ayuda a regular el ciclo del sueño. No he estado durmiendo bien últimamente —utilizo la mentira que ella obviamente no puede contrastar ya que la mayoría de las noches está desaparecida en combate.

— Claro —dice ella asintiendo y olvidándose del tema.

Parece que voy a tener que buscar otro sitio para guardar la sangre. Dado a lo poco que mi tía Mary está en casa y su despiste general he podido mantener el suministro en la nevera sin que ella se diese cuenta durante estos seis meses. Tal vez compre ese minifrigorífico que vi rebajado ¿quién no quiere uno en su propia habitación?

Es entonces cuando algo llama mi atención desde el salón. Camino por el pasillo y me paro frente a la televisión que continúa encendida.

— El cuerpo ha sido encontrado esta mañana cerca del rio... una chica joven... las autoridades creen que el causante ha sido un animal... desangrada... no se sospecha de homicidio...

Mis oídos pitan, el calor aumenta a mí alrededor y mi sangre hierve en mis venas. Recuerdo la angustia que sentí hace más de seis meses cuando en la televisión aparecía los casos de asesinato, que sin saberlo, habían sido perpetuados por Gabriel. Ahora la historia se repite.

—... los agentes buscan sin descanso al posible animal que ha podido llevar a cabo tal acción. Los ciudadanos preocupados esperan que no vuelva a repetirse lo que tan sólo meses atrás dejó 13 víctimas mortales...

La llegada de un vampiro, recientemente, y ahora la muerte de una persona. No dejaré que todo se repita de nuevo. Estás muerto Kilian... y como dijiste... sin resentimientos.


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Drinking BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora