capítulo dos:

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02.| supongo que me quedaré en casa como mamá a cuidar a los niños.


      Después de que la reunión llegara a su fin, todos se separaron para prepararse para sus propias misiones. Coulson asignó a todos una pareja o grupo para su destino. Mayselee sabía que todos se encontrarían en la, ahora funcionando, máquina que los arrojaría dentro de un mundo diferente. Notó que sus compañeros estaban parados a su alrededor, y ya podía diferenciar a los equipos.

      Steve y Bucky; Natasha y Clint; Tony, Bruce y Rhodey; Wanda y Peter; Wade y Scott; Thor y Vision. Observó a todos obtener sus respectivas misiones, dadas por Coulson, y miró a Pietro, quién estaba hablando con su hermana. Sus ojos aterrizaron sobre ella y cruzó sus brazos por sobre su pecho mientras la observaba acercarse al director.

      —Porque lo haré—, culminó Coulson y ella suspiró —. Miramos algunos archivos después de la batalla de Sokovia. Algunos de los Vengadores, al igual que algunos de los doctores, no piensan que es seguro para ti estar allí. Haz pasado por tantas operaciones para permanecer con vida, ¿qué haremos si sales herida de gravedad?

      —Coserme de vuelta, obviamente—, contestó ella —. Como dijo Steve: si te lastiman, devuélvelo. Si te matan, levántate.

      — ¡Eso no era para tomarlo de forma literal, May!—, avisó Steve y ella soltó un gemido.

      —No me importa—, replicó, antes de girarse a Coulson —. Necesito participar en esta misión. No quiero quedarme aquí y sentarme sobre mi trasero. Sintiendo que soy inútil.

      —No eres inútil, May. A tus amigos les gustaría verte vivir un par de años más, eso es todo—, ella suspiró y se cruzó de brazos. Coulson posó una mano sobre su hombro —. Mira, tú y Maximoff se quedaran aquí, manteniendo un ojo en el lugar.

      —Supongo que me quedaré en casa como mamá a cuidar a los niños—, suspiró Maysilee y, detrás de Coulson, Tony y Clint rieron, mientras Natasha la miraba. Maysilee miró a sus amigos antes de asentir —. Bien. Me quedaré aquí a jugar al perro guardián. Ustedes vayan y tengan toda la diversión.

      —Maysilee—, intentó Coulson, pero la chica ya había salido de la habitación. Pietro miró a los demás antes de darle un rápido abrazo a su hermana para seguir a la chica. Él intentó llegar a su lado sin utilizar su velocidad, pero después de unos segundos, él aceleró y se paró delante de ella.

      —Sal de mi camino, Maximoff—, escupió, y Pietro se recostó contra la pared.

      — ¿Qué tendría eso de divertido?—, tanteó, su acento del este europeo grueso, como siempre —. Tal vez me gusta pararme en frente de ti y bloquearte el camino, prințesă. ¿Alguna vez pensaste en ello?

      —Deja de llamarme princesa, Pietro—, advirtió Maysilee, deslizándose debajo de su brazo para continuar avanzando. Podía sentir la mirada de Pietro aún sobre ella y suspiró.

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