capítulo catorce:

775 104 13
                                    

14

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

14.| deseo de muerte.


      Inhalando profundamente, Maysilee levantó su cabeza, sus ojos comenzando a ajustarse a su alrededor. Miró la habitación, descubriendo que se encontraba sola. Intentó levantar su brazo hacia su cabeza, pero se encontró con que no podía moverlo. Soltando un gemido, miró sus muñecas para notar que estaban atadas a la silla en la que se encontraba sentada. Gimió molesta, antes de entrecerrar los ojos, notando a algo o alguien en las sombras. Rió amargamente.

      —Sé que eres tú, tramposo bastardo—, llamó Maysilee y Loki salió de entre las sombras. Ella agitó la cabeza hacia él mientras él caminaba hacia ella. Maysilee dejó escapar un pequeño bufido —. Entonces, ¿qué? ¿Vas a tenerme cautiva hasta ser coronado rey de Asgard? Bueno, lo siento, cariño. No sucederá.

      —No soy quien tú creías que era—, comentó Loki.

      — ¿En serio?—, la castaña alzó una ceja —. Entonces, ¿no eres un loco sociópata con problemas de papi?

      Loki soltó una pequeña carcajada antes de sonreír —. Creí que serías lo suficientemente inteligente como para no burlarte en la cara de alguien que fácilmente podría matarte.

      —Hazlo, entonces—, desafió Maysilee —. ¿O tu nuevo mejor amigo lo hará? Harrison Wells, ¿no?—, detrás de él, el hombre en amarillo se adelantó, y ella lo miró con sus ojos entrecerrados —. Luces sorprendido porque Barry me haya dicho quién eres y por qué eres un idiota malvado.

      —Debería tener cuidado con lo que dices, jovencita—, advirtió Harrison, parándose al lado de Loki —. Cualquiera de nosotros puede matarte cuando no nos seas útil.

      —Adelante, mátame—, respondió Maysilee —. Porque no vas a conseguir nada de mí. Nada sobre los Vengadores y sus planes, tampoco de los planes de los laboratorios S.T.A.R. y, definitivamente, tampoco los coordenadas de dónde está la base de aterrizaje.

      —Suena a que deseas morir, niña—, sonrió Loki.

      — ¿Qué puedo decir? Me gusta tomar riesgos.

      —Tal vez mataremos a uno de tus preciosos velocistas—, sugirió Harrison, y Maysilee pudo sentirse tensarse. No lo hizo notable ya que no quería que luciera como que ellos eran su punto débil. Por lo que se enderezó y mantuvo una mirada indescifrable —. ¿Cómo te gustaría eso?

      —Si tan solo pudieras atraparlos—, espetó Maysilee —. Además, no son lo suficientemente estúpidos como para venir tras de mí.

      — ¿En serio?—, preguntó Loki.

      Maysilee mantuvo sus ojos sobre el Dios del engaño antes de alcanzar la parte más profunda de su mente. Mantuvo su respiración normal mientras intentaba localizar la mente de Pietro, sabiendo que fácilmente podría comunicarse con él y evitar que le buscara. Miró a Harrison, quien la observaba atento, lo que la extrañaba.

      —Pietro—, comenzó Maysilee —. y Barry necesitan quedarse dónde están. Manten a Caitlin y a los demás a salvo. Estoy bien. Solo quédate lejos.

      —No puedo hacer eso, princesa—, respondió Pietro.

      —Pietro, no—, negó Maysilee —. Necesitas quedarte allí.

      — ¡No voy a dejarte sola!—, repitió Pietro. Ella inhaló profundo antes de alcanzar la mente del otro velocista, mientras Loki y Harrison hablaban entre ellos.

      —Barry, escúchame. Necesito que evites que Pietro salga de los laboratorios S.T.A.R.. Loki y Harrison planean matarlos a ambos. Necesitas quedarte allí y yo encontraré cómo escapar—, explicó, justo cuando Loki volvió a mirarle.

      — ¿A quién le hablas?

      —Oh, Loki, sabes que la telepatía no es una de mis habilidades—, respondió Maysilee —. Solo soy una cambia-formas.

      —Oh, ¿en serio?—, cuestionó el Dios antes de que un cortante dolor recorriera su cuerpo. Ella bajó la vista a su costado para ver a Harrison apuñalarla con una daga. Su respiración se volvió inestable mientras intentaba no gritar. Volvió a mirar a Loki, odio llenando sus ojos —. ¿A quién le hablabas?

      —Púdrete—, masculló ella, solo haciéndole reír. Movió sus muñecas entre las sogas que la mantenían atrapada a la silla. Sus ojos se posaron en Harrison, quién había vuelto a centrar su atención en Loki. Entrecerró los ojos antes de que sus manos cambiaran a garras, lo que utilizó para cortar la soga.

      Entonces, se empujó a sí misma fuera de la silla, su cuerpo por completo cambiando a un águila. Un graznido escapó de su pico, haciendo que ambos villanos le miraran. Cayó en picado sobre Loki, clavando su pico en su pecho, y la sangre inmediatamente la manchó. Sus alas comenzaron a aletear e intentó volar a través de las ventanas de vidrio del depósito en la que la mantenían encerrada.

      Pero mientras volaba, podía sentir el dolor a su costado intensificarse, su cambio causando que volviera a doler. Su cuerpo vaciló entre la forma humana y la de un águila antes de finalizar en la forma humana. Entonces, cayó al suelo, soltando un gemido. Se levantó, volviendo a mirar al depósito. Miró su costado y presionó su herida con su mano, antes de agitar su cabeza mientras volvía a mirar a su alrededor.

      De repente, un desenfoque de movimiento apareció frente a ella y se preparó para golpear a Harrison. No obstante, se encontró con Barry, quién estaba agachado a su lado. Suspiró antes de volver a mirar al depósito. Barry miró su costado antes de mirarla a los ojos.

      —Veo que te metiste en problemas—, espetó Barry y ella soltó una risa.

      —Solo llévame de vuelta con Caitlin para no desangrarme—, espetó Maysilee, y Barry asintió antes de tomarla entre sus brazos y salir corriendo.

RIGHT HEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora