Hostel

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Normalmente siempre pongo el sumario antes que las advertencias, pero a mi parecer este OS necesita las advertencias antes de que lean el sumario.

Como ven se llama Hostel (sí, como la película *grita*), así que habrá sangre y escenas explícitas. Comenzará con personajes con personalidades complicadas, pero poco a poco se irá aclarando todo hasta convertirse en una historia con un amor algo retorcido. Quiero aclarar que los personajes y sus actitudes tienen un por qué; y apesar de que muchas están acostumbradas a temas más rosas y románticos, me gustó la idea cuando pensé en una combinación amor-odio con un poco de psicopatía.

Uso del síndrome de estocolmo y underage (no es tan notorio pero sí hay una pequeña diferencia de edad). Cursivas flash-back.

Sumario: Ser hijo de un millonario heredero de toda la fortuna y ser rechazado se sintió como si le cayera un baldazo de agua helada. Pero hay una asociación secreta, donde atraen a las personas y las llevan a una edificación parecida a un laberinto, donde escapar es casi imposible, donde las personas ricas satisfacen sus más oscuros deseos con desconocidos.

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Apretó sus puños, sintiendo cómo los anillos que llevaba en los dedos se le clavaban en la piel. Ya habían pasado cinco meses de que aquel soquete lo rechazó.

Golpeó la mesa que estaba al lado, tirando la copa de vino, y de inmediato el mayordomo lo limpió.

—¡Explícame qué hice mal! —le gritó a Robbin. El mayordomo lo miró, tranquilo, como siempre. Odiaba su forma tan simple de ser.

—Tal vez sólo no le gustas.

Harry clavó su mirada en la chimenea con troncos ardiendo, calentando toda la habitación.

—Tal vez sólo no le gustas —se repitió—. ¿Sabías que había estado saliendo con el hijo de un socio de mi padre? Aquél sólo juega con el dinero de los demás... ¡Yo tengo incluso más dinero que con todos los que estuvo saliendo!

—Señor, con todo respeto, no creo que haya salido con el joven Parker sólo por su dinero.

—¡Cállate! Él es de esos tipos con cara de ángel pero por dentro se la pasan buscando cómo vivir mejor por la manera más fácil —soltó una amarga carcajada—. Sí, ¿o acaso crees que le dio todo al idiota de Parker porque le pareció atractivo?

Robbin asintió. Ambos sabían que los Parker tenían de belleza lo que él de pobreza: nada.

—Puede que pueda comprarlo —sugirió el mayordomo, sirviendo más vino a la copa—. Más regalos. Cosas más caras...

—He gastado en un mes con él lo que no gasté en dos años. Eso no funciona.

—Quizá puede... no sé, mandar a alguien para que se haga cargo de él.

—¡No lo quiero muerto, estúpido!

—Puede intentar secuestrarlo y llevarlo a una isla de vacaciones. Él se enamora de usted y todos contentos; como en las novelas.

—Esa es la idea más estúpida que he escuchado —aunque no fuera del todo cierto.

Tal vez el secuestro no fuera algo tan malo si lo haces con amor, ¿cierto? Pero aquí la diferencia es que no se aman.

—¡No quiero nada contigo, ya deberías de irlo entendiendo! —gritó el oji-azul, mirándolo con miedo.

—Lou, sólo quiero darte...

—¡Vete a la mierda con esa porquería! Yo lo que necesito no me lo puedes dar.

—¡Tengo todo el dinero que puedas reunir acostándote con todo el mundo en tu vida! Incluso más y no quieres...

—No me interesas, Harry. Yo no quiero estar contigo.

Bueno, se pudieron haber enamorado en el camino si hubiera dicho que sí, como en los libros, como en todas las malditas partes en donde hay amor.

¿Qué tan cerca estaba de poder cometer algo en contra de Louis Tomlinson?

Secuestrarlo sólo para él... No. Él era mejor que eso.

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Lo último que Louis recuerda fue haber tenido un mal sueño, levantarse a tomar un vaso con agua y una gran mano sobre su boca, sosteniendo algo húmedo. Un largo camino de rocas ya que la camioneta no dejaba de moverse; camioneta por el tamaño, pero en cuanto se movió más de lo calculado sintió un fuerte golpe en la cabeza y volvió al sueño.

Cuando despertó, una leve luz verde iluminaba el pequeño cuarto. Miró con terror a su alrededor, y tanto fue su miedo que creyó que volvería a desmayarse cuando vio dos mesas de esquina a esquina replenas con herramientas quirúrgicas, herramientas de construcción y sogas de todo tipo.

Trató de levantarse del asiento y fue cuando se dio cuenta de que estaba atado de pies y manos a la silla. Sus pulmones se llenaron de aire y comenzó a gritar. A pedir ayuda, pero parecía que el sonido estaba concentrado sólo en la habitación.

Un pequeño ventilador arriba de él mantenía un poco el aire fresco, ya que ni ventanas se veían por ningún lado.

Tragó saliva y hizo su mayor esfuerzo por tener la mente pensando en frío. No necesitaba a nadie para salir de ahí. Él podía hacerlo solo.

Como pudo movió su mano derecha de un lado a otro, tratando de aflojar el cuero que lo mantenía en la silla. No tuvo éxito.

Justo estaba a punto de gritar de frustración cuando se escuchó una puerta al otro lado abrirse. Se quedó en silencio, con la boca abierta y el aire aún a medio camino.

A continuación se escucharon dos pares de ruedas a lo largo de un pasillo.

—¡Auxilio! ¡Necesito ayuda! —gritaba, pero las ruedas avanzaban lento, y cuando por fin llegaron a su puerta, sólo escuchó un chasquido de lengua.

—No gastes tus pulmones en pedir ayuda.

—¿Dónde estoy?

—¿Nunca has escuchado a personas decir "Bahía" pronunciado con un leve acento portugués?

Louis negó, sabiendo que estaba solo.

—No, ¿debería de haberlo escuchado?

El hombre al otro lado soltó una carcajada.

—Por supuesto que no, niño. Los ricos pagan y ustedes lo sufren. Créeme, si lo hubieras escuchado antes sabrías lo que viene después —las ruedas volvieron a sonar.

—¡¿Después de qué?!

—¡Después de comer atún con mayonesa! Lava, seca, placha. Minas de diamantes...

Poco a poco el canto del hombre fue desapareciendo, y con él las ganas de quedarse más de un segundo en ese maldito lugar

Bullshit con B de BoyxBoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora