Capítulo 38 "No he sido yo."

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Leer nota del final.

Narra _____:

"Empieza." Dice mi padre muy serio, sentado en la silla de cuero de su despacho, con el uniforme aún puesto y una taza de café ardiendo que le ha dejado mi madre minutos antes. A ella le ha dicho que se vaya des despacho, que no ponga si quiera la oreja en la puerta y que si se puede ir de la casa mejor, pero en cambio a Justin le ha dicho que se siente a mi lado.

Estamos frente a él en unos sillones que parecen un cubo, de cuero marrón, a juego con su despacho, que parece más una biblioteca antigua personal que lo propio que es.

"¡Venga!" Me apura con un tono más serio.

"Joder." Susurro más para mí que otra cosa, con la cabeza agachada, cierro los ojos y respiro. "Se todo lo relacionado con Stacy, papá." Comento y veo como la vista de mi padre se clava en el rostro de Justin seguidamente. "No, no, no." Digo como una loca. "No me lo ha contado él." Poso mi mano en el antebrazo de Justin.

"¿Entonces? ¿Cómo lo sabes?" Alza una ceja.

Me tiemblan hasta las piernas y noto como la mano de Justin se posa en una de ellas, intentando tranquilizarme. "Me colé en el almacén que se incendió hace poco." Confieso. No pienso mencionar a Beth en esto, ni de broma, puedo pasarlo yo sola sin salpicar a nadie más.

"¡¿Qué demonios estás diciendo?! ¡¿Es que estás loca?!" Grita mi padre dando un golpe en la mesa, me encojo de hombros, cerrando los ojos fuertemente mientras agacho la cabeza, me da mucho miedo esa faceta de mi padre. "¿Sabes lo que puede suponer eso para mi?" Dice siseando y me da aún más miedo. Sigo en la misma posición y las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas.

"Lo siento." Susurro pero no sé si me ha podido oír. Sigo con la cabeza agachada, pero se me han relajado algo los hombros y los ojos. 

"¡Ni lo siento ni nada! ¡No puedes tomarte la justicia por tu mano! ¡¿Cuántas veces voy a tener que decírtelo?! ¡Deja de jugar a las putas casitas y madura ya!" Mi padre no para de gritar regañándome pero ya no puedo no escucharle, me dice demasiadas cosas a la vez y el miedo no me deja procesarlo.

De repente me doy cuenta de que está en silencio, parece que ha parado, relajo hasta cierto punto mi cuerpo pero mantengo mi mirada en mi regazo. Justin está mudo, seco, como una obra de mármol a mi lado, incluso la palidez de su piel va a juego con la situación, tengo claro que no se atreve a decir nada.

"_____." Dice mi padre calmado. "Mírame a la cara."

Alzo la cabeza lentamente, no puedo evitar hacer pucheros y seguir llorando, no sé ahora mismo si me arrepiento de todo esto, pero sé que me he metido en una buena.

"Dime que no has sido tu la que causó el incendio." Hace una pausa y antes de que pueda responder, levanta la mano para que me calle. "El hombre de seguridad se ha salvado de milagro, ¿sabes la magnitud que tiene todo esto?"

"No he sido yo." Digo firmemente. Sé que no pueden mirar las cámaras de seguridad, todo quedó calcinado así que no quedó rastro ni de mi, ni de Beth... ni de Stacy. "Te lo juro de verdad." Hago una pausa. "Tengo la corazonada de que fue Stacy, de verdad."

"Oh, _____, por Dios." Dice mi padre juntando las cejas mientras que se lleva la mano a la cara, frotándosela. "¿De dónde demonios sacas esas burradas?" Pregunta incrédulo. "Lees demasiado o ves demasiadas series. En serio. Estás mal." Dice señalándome con un dedo acusador.

"Yo también lo creo." Musita Justin en un tono sin vida, ni si quiera mira a mi padre, sino al borde la mesa más próximo a mi. "Escúchela, oiga la historia de como se metió en todo esto."

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