Unexpected

Capítulo 14. "¿Por qué no estás en casa?"

Narra _____:

"No pienso pasarme todo el día aquí, son las seis y cuarto de la tarde." Digo sentada a los pies de la cama, con las piernas entrelazadas encima de estas. Noto como la barriga me ruje, pero el enfado es de tales magnitudes que ni me importa, sino que alimenta mi enfado. Alimenta.

"¿Nos vas a escuchar? No va a servir para nada hablar sin estar seguros y no te vamos a dejar ir." Me dice Justin, sentando en una de las dos sillas que están a ambos lados de la pequeña mesa, en frente de la cama.

"Que sí, qué pesado que eres, que si te escucho." Digo moviendo mi mano sulfurada y llevándola de nuevo al cruce de brazos.

"A él también." Señaló a Cory con un dedo. Miré a Cory de arriba a abajo y alcé parte de mi labio superior, mostrando mi gran agrado hacia él y mi amor incondicional. Nótese la ironía, por favor. "Bicho." Me dice alzando sus cejas, en forma de aviso.

"Sí, le voy a escuchar y no me llames bicho." Espeto, hincándome las uñas en la parte trasera de mi brazo, la única forma que en estos instantes puede hacerme sentir algo deshogada.

"Bien." Carraspea Cory se pone de pie. Se parece a su padre como cuando va a dar el discurso en la iglesia, por si alguien no se ha enterado todavía, es el pastor. Alzo una ceja y resoplo. ¿Se cree diputado de algún lado? Porque me parece que aquí nadie le ha nombrada, más que un cabrón sin limites.

"¿Qué haces?" Le digo casi con un tono de risa. La verdad es que me estaba aguantando la risa bastante. Me mira raro y se cruza tímidamente de brazos, Justin me mira negando con la cabeza. "Justin, parece más gilipollas de lo que es con esa actitud, ¿qué se cree?"

"Por favor." Dice mirándome con una mirada de súplica, parece cansado de mi actitud y eso me hace sentir incómoda y mal, por mucho que esté enfadada con él. "Continúa." Le dice sin mirarlo. Sé que no le agrada estar en la misma sala que él o tener que relacionarse con él, pero no tiene nada más que hacer.

"Tengo entendido que ya sabes como trabaja tu padre, ¿no?" Me mira, alzo una ceja y asiento, molesta. No pensé en Cory cuando pensé en camellos, ya que sabía que estaba en el mismo grupo de amigos de Justin pero jamás pensé que el hijo del pastor fuese a vender drogas en su pueblo.  "Pues ahora que lo sabes, estás en peligro." Suelta sin más.

"Perdona, ¿qué?" Digo levantandome a la vez que pestañeo varias veces." ¿Y qué pasa si lo se? A mi lo que haga mi padre me da igual, además se disimular." Hago un gesto con mi hombro, como si me diese aires de actriz.

"Creo que no entiendes, _____." Dice Cory con una sonrisa irónica a la vez que se frota la barba de dos o tres días que tiene. Me repugna. "Cuando un chico, o una chica, da lo mismo, se te acerque al oído y te diga algo que no deberías saber, tu cuerpo se pondrá rígido por mero instinto, así que no tientes a la suerte y haznos caso."

"¿Por qué demonios te voy a tener que hacer caso?" Digo repugnada. "Tu no sabes como voy a actuar o responder a esa situación, no te inventes cosas que no van a pasar." Me defiendo.

"Pues haz caso a Justin, hija. Cómetelo si quieres, pero hazle caso a alguien." Me dice dándose por vencido y sentándose en la silla, apoyando un codo en la mesita y tapándose la cara con esa mano.

"A él tampoco le voy a hacer caso igualmente, no os esforceis." Digo como si todo me diese igual, aunque realmente no sé ya ni que siento. Quiero pegar a alguien, quiero gritar, quiero llorar, quiero ir a la policía y me da igual que Justin entre en la cárcel y que Cory también, me da igual todo. Incluso iría a la iglesia a contarselo a su padre mientras pido confesarme.

"Yo paso, Justin, me tengo que ir a eso, luego hablamos." Dice Cory levantandose, pero ambos no se miran, ni se despiden, como que Justin ni siquiera decide desponderle. Me gustaría saber qué coño es eso y por qué habla de esa forma.