Capítulo 33 "¿Cómo que estoy en peligro?"

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Un semana más tarde.

Narra _____:

Ha sido una semana terrible. Tuve que ir a curas, como Justin cuando le pasó lo de la pierna y ahora entiendo las pocas ganas que tenía de ir, pero lo mío ha sido peor. Me han tenido que sacar los puntos cuando estaban secos de la frente. Es una sensación terrible, notas como sale el hilo que ha rozado tu hueso prácticamente y, aunque todavía no sé si es psicológico o no, creí oír un leve chirrido que daba más grima aún.

Por otro lado, he tenido que ir a la maldita modista a que me hiciese un traje a medida y describirle hasta qué tipo de hilo era el otro vestido para poder recrearlo. El seguro aún no ha respondido por el parte y se supone que nos tienen que dar el dinero del valor del coche, pero no de lo que llevábamos en él, por lo tanto, todo está perdido. La ropa, el vestido, el traje de Justin, los móviles, todo.

"No te muevas." Me dice la modista mientras va colocando alfileres a la velocidad de la luz por mis costados, pero se refiere a mis brazos.

"Es que cuesta mantenerlos, lo siento." Digo mordiéndome el labio inferior y noto como me entra calor al hacer el esfuerzo.

"Solo unos poco alfileres más y abro la cremallera para que te lo quites." Dice sosteniendo un alfiler con la boca. "Vas a estar divina."

"Eso espero... La tela ha sido muy difícil de encontrarla y los detalles... ni te cuento. He tenido que ir a la tienda dónde me compré el vestido, no hay más, por eso estoy aquí, pero me ha costado la vida para que me dijesen quién era el diseñador. No sé como lo he hecho, pero he conseguido contactar con él y me ha dicho todos los materiales." Confieso mientras noto que me abre la cremallera por fin.

"Un vestido como este no es para nada barato y además simple. Ha tenido que ser muy difícil contactar con el diseñador." Comenta la modista.

"No lo sabe usted bien." Río, notando como las mangas caen por mis brazos poco a poco.

"Bueno, yo creo que esta tarde si no me llega ningún encargo hoy, podré tenerlo cosido para mañana y podremos empezar a colocar los detalles. ¿Te parece?" Me dice la costurera mientras posa con mucho cuidado el vestido sobre una mesa, a la vez que me visto.

"Sí, no tengo nada que hacer." Me encojo de hombros. "Las clases las han dado por finalizadas y... oh, no, espera." No puede ser que no me haya acordado. "Tengo una entrevista con la universidad."

"¿A qué Universidad quieres ir bonita?" Se gira sobre si misma y se cruza de brazos, prestándome atención. ¿Y qué quieres estudiar?"

"Supongo que tendré que ir a la York, en Toronto." Resoplo. "Y estudiaré Creación Literaria o quizás Literatura Universal."

"Vaya, dentro de poco leeré algo tuyo, ¿no?" Pregunta.

"Eso espero." Me río.

"Yo te hacía en Estados Unidos, chica. No te voy a mentir." Dice alzando las cejas y comenzando a recoger las agujas, alfileres, etc.

"Quería ir a Yale o a la de Hawaii." Confieso y noto como un calor sube desde mi estómago hasta mi pecho y se aguarda durante unos segundos de más.

"¿Y cómo es eso que has acabado aquí al lado?" Su tono muestra sorpresa, pero empiezo a dudar si de verdad le importa lo que le estoy contando.

"A mis padres después de lo ocurrido les da miedo que me vaya muy lejos." Ruedo los ojos. La modista se gira y me mira, parece ser que este cotilleo si que le interesa y mucho. "Pero nada más que pase la tormenta, voy a pedir el traslado. Tengo buena nota." Cojo mi chaqueta y me la pongo. "Bueno, me tengo que ir, mañana le llamo." Cojo mi bolso y mi paraguas.

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