Narra _____:
"¡Hamilton! ¡¿Por qué no están los decorados ya acabados?!" Me grita histérica la Directora Braun. Alzo la cabeza del papel en el que estaba escribiendo las cosas que están y yo y la miro, desesperada por dentro.
"Están en marcha, no se preocupe." Digo. ¿En qué coño estaba pensando a la hora que acepté dirigir la decoración de la graduación? Maldita sea esa hora.
La Directora asiente nerviosa y sale del pabellón como un rayo. La gente me mira con lástima, porque aparece cada dos por tres para gritarme algo y no doy a basto. Golpeo con un palo que he visto de hierro encima de la mesa y la gente me mira. Beth me pasa el megáfono.
"Supongo que ya habréis hecho suficientes decorados, ahora es la hora de ponerlos, si faltan, se hacen en el momento, pero por favor, dadle vida a esto, no quiero que vuelva a gritar de nuevo." Cierro el megáfono mientras ruedo los ojos, oigo ciertas risas en el pabellón.
"No entiendo por qué te metiste en esto." Dice Beth mientras arregla unos lazos rojos y blancos que irán colgados por el techo del pabellón en la ceremonia.
"Básicamente me obligaron." Digo mirándola de reojo algo molesta mientras me apoyo en la mesa para tachar cosas de la lista.
"No te pusieron ningún tipo de pistola en la cabeza para que lo hicieses, _____." Dice Beth riendo.
"Sí, pero sabes de sobra que voy de pena en dibujo y dos puntos regalados no vienen mal. Ya no tendré un 5 sobre 10 que me arruine la media, ahora será un 7 sobre 10." Razono.
"Joder, qué suerte, tía. Y yo aquí con dos asignaturas con un 5. Y en una de ellas, un poco más y se la tengo que comer al profe." Suelta tan tranquila.
"¡BETH!" Grito y todo el mundo se gira para mirarnos, miro a todos y cada uno de ellos fulminantemente y se vuelven a lo suyo. "¿Desde cuando eres tan grosera? ¿Es Cameron? ¿Las hormonas?"
"Desde cuando voy a irme a la universidad, a otra ciudad y como siga siendo la misma mosquita muerta que he sido siempre, me voy a comer una mierda más que nada allí en Toronto." Dice cogiendo sus lazos y andando hasta donde debe comenzar a ponerlos Jim, el chico que los pone.
"Me dan por todos lados, de verdad." Susurro, sacando una caja de debajo de la mesa y abriéndola con las manos para encontrarme más decorados.
"Eso no es verdad, yo todavía no te he dado." Escucho una voz ronca, pero familiar detrás de mi.
Me giro rápidamente y veo a Justin, lo que hace que me alivie al momento. No sé que hubiese hecho si no hubiese sido Justin. Posiblemente me desmayaría.
"¿Tu también, Justin?" Digo con las cejas juntas. "¿Qué es el día de las hormonas a mil por hora? ¿El mes de los cachondos? No entiendo, de verdad."
Justin se rié entre dientes con una gran sonrisa en la cara, le tiemblan los hombros mientras se lleva una mano a la boca para taparse levemente la sonrisa con el puño. "No te lo tomes tan a pecho, bicho." Dice acercándose a mi y posando un beso en mi mejilla. ¿Ahora besos en la mejilla?
Me vuelvo a girar y Justin se pone a mi lado, ya casi no cojea y eso es bueno, antes de ayer la enfermera nos dijo que la semana que viene le podrán quitar los puntos y me alegro, porque al final podremos hacer cosas que llevan esperando lo que parece un siglo.
"¿Qué haces aquí?" Pregunto finalmente.
"He venido a darme de baja, el padre de Cameron me ha obligado y me está esperando fuera, dice que no me va a descontar dinero por esto, ya que es mi primer día." Dice riendo de nuevo como antes.
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Unexpected
Fiksi PenggemarJustin Bieber es un chico con mala fama por Stratford, su pueblo, pero en cambio, su hermano Bryce Bieber es un chico educado, bueno y estudioso, lo que muchos llaman un nerd y además es el centro de todas las bromas de la escuela, a pesar de que su...