Capítulo 20. "¿Y si ninguno me gusta como tu?"

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Narrador objetivo: 

El viernes ha llegado y la esperanza de Justin no parece agotarse hasta el momento en el que _____ le diga que no. Quiere quedar con ella para pedirle salir, llevarla al cine, a bailar, hacer todo lo que le ha prometido, pero está claro que con la pierna herida no van a poder ir a bailar, hasta dentro de un tiempo.

La enfermera le ha dicho que esta semana ha sido sorprendentemente buena para él y se ha curado ants de lo previsto, no es que esté bueno, sino que ha mejorado mucho en este poco tiempo y tiene partes que ya están prácticamente sanas.

Le han quitado ese horrible vendaje que casi le cogía los huevos y le han puesto uno, igual de apretado, pero esta vez le ocupaba menos pierna. Dice que con una muleta y apuede andar y que si le pudiese traer la silla de ruedas de vuelta, ya le tirarían la alfombra roja al salir, si la tuviesen. Pero Justin no quería devolverla, era una estanteria improvisada para los libros de Bryce, aunque supongo que estos se podían buscar otro lugar.

La semana ha acabado, pero no los exámenes, está que viene sí, es la definitiva, _____, y Bryce obviamente, habrán acabado los exámenes definitivamente, en una semana tendrán los resultados de sus notas y la siguiente, ven si se graduan o no. Después de todo eso, _____ será completa para él.

Todo le está yendo demasiado bien a Justin, tanto que le asusta. Eric ha entrado en prisión, dicen que estará tres meses, seguramente salga en uno y medio, pero eso que se lleva de descanso él y todos. Sus amigo no aparecen y eso le mosquea un poco, porque no los quiere en medio todo día, pero si quiere saber dónde están para saber por donde tirar.

***

Narra Justin:

"¡Dichosos los ojos!" Dice Jack nada más verme. Se limpia las manos y se echa el trapo al hombro, para acercarse y darme la mano. "¿Pero qué demonios, Justin?" Dice mirando mi pierna.

Le sonrío y con la mano libre se la choco y chocamos los hombros, el típico abrazo masculino sin demasiado roce, más que suficiente.

"Ya sabes, mi vida." Digo encogiéndome de hombros.

"Ay, demonios, Justin, ¿cuántas veces te he dicho que cuando quieras una mejor aquí estoy?" Dice negando con la cabeza y poniéndose las manos en las caderas como jarras. "Pasa y hablemos."

Le sigo y entramos en la oficina, creo que es el único lugar frío en todo Stratford por estas fechas. Se sienta en su sillón y yo en la silla, observando como me ofrece un vaso de agua y él toma otro para sí mismo.

"¿Qué te trae por aquí?" Me pregunta.

"Quiero trabajar contigo." Digo. Jack tiene un taller de mecánica y aunque parezca increíble, nadie quiere trabajar en él, porque dicen que es muy pringoso y les da miedo meterse debajo de las máquina con los coches encima. Siempre me han gustado los coches y las motos, por eso me acercaba y observaba a Jack y su padre, cuando trabaja, así aprendí, mirando y luego trasteando con mi primer coche.

"Sabes que aquí siempre tienes un puesto de trabajo. Tengo hasta cuatro plazas vacantes y bueno, debo comunicarte que mi hijo se ha decidido a trabajar aquí, sorprendente, ¿eh?" Toma un trago de su vaso de agua. "¿No le habrás convencido tú?"

"No, no. De verdad, llevo sin ver a Cameron desde hace días, supongo que le viene en la sangre." Respondo con una sonrisa. Sí, Jack era el padre de Cameron, y así fue como lo conocí, no en la escuela, a pesar de que íbamos a la misam clase. Así dicho, parece muy lejano.

Un día pasé por aquí con mi padre, yo siempre quería quedarme mirando y él accedió, para mi sorpresa, meintras él iba a la tienda de comestibles que hay en la esquina contraria de esta calle. El padre de Cameron se percató y le dijo que tenía una amigo esperándole, realmente no, no era su amigo, pero ahí nos hicimos amigos. 

UnexpectedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora