4.5. Tiempo De Espera (intermedio de All That Matters)

5. Corre Forrest

Sábado, 26 de diciembre del 2015.

11:23 am.

No he podido dormir pensando en Paris, -además de que Dalia no me deja dormir casi nunca-, estaba preocupada. Preston no llamó en ningún momento, lo cual quiere decir que todo estaba bien.

Supongo yo.

La verdad que dormí sólo dos horas y porque logré que Dalia se durmiera hasta que le dió hambre.

Al despertar, vi que Dalia no estaba en mi cama. Algo me dice que Jaxon o alguien la ha bajado. Eso me llena de felicidad.

¡Hoy toca baño!

Me di el baño de mi vida. Dalia siempre me tiene ocupada y mis baños deben ser de cinco minutos porque ella comienza a llorar. Al salir, me vestí con un suéter gris de cuello alto, unos pantalones negros, mis propias botas cortas de tacón negras y una chamarra. 

Cuando bajé, lo primero que vi fue a Justin y Jaxon jugando en la mesa de billar que papi Michael compró hace poco, Vanessa estaba preparando el desayuno y los perros estaban esperando a que algo se cayera para atraparlo. 

-¿Por qué tardaste tanto en bajar bella durmiente?- preguntó Vanessa, pero al mirarme, saltó. Eso hizo que cayera un poco de jamón al piso. El perro más pequeño lo atrapó primero.

-¿Qué?- me miré el suéter, pensando que estaba sucio o algo.

-¿Estás enferma o por qué traes esa cara de momia de Guanajuato?

Le pegué en el brazo con una cuchara de madera.

Ésta loca está maquillada perfectamente y tengo la desventaja de que casi nunca está sin maquillaje pero cuando no trae no le puedo decir nada porque para mi mala suerte, se cuida el cutis.

No es como una que se quita la máscara social y ahora parezco realmente otra.

-No es mi culpa, son las desveladas que últimamente me he dado.- me justifiqué.

-Y no necesariamente por Dalia.- comentó Jaxon pegándole a la bola.

Miré a Justin de reojo y él se rió. Yo estaba roja, pude verlo en el reflejo del refrigerador.

Santa cachucha.

-Cállate wey.- dijo Justin.

-Pues no está diciendo mentiras.- agregó Vanessa sirviendo en los platos.

Otra.

-Pero no tienen que comentarlo.- me recogí el cabello en una coleta alta.

A estas alturas, ya tenía calor y estaba algo avergonzada.

-No traviesa, si Michael no te ha dicho nada es o porque es de sueño pesado o se hace el que no escucha.- Jaxon dejó el palo a un lado y me miró con una mano en la cintura y otra en la mesa.

Esto es demasiado incómodo.

La puerta del garaje se escucha que está siendo abierta. Es momento cuando todos se quedan mirando a Justin y a mí. Los perros comenzaron a ladrar esperando la llegada de su amo, corren hacia la puerta en manada.

-Ya cállense.- murmuré a todos.

Era Michael, había llegado con Alan y John.

-¿A dónde fueron?- pregunté, secando mis manos con un trapo.

-Fui a ver a Preston al hospital. Fuimos a almorzar.- respondió dejando su chamarra en el perchero y saludó a los cuatro caninos. Éstos le saltaban encima emocionados.