Epílogo

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Prisión estatal de Chicago.

Jason comenzó a besar a Isla de manera tierna y dulce, pero con el tiempo se volvió desesperado e intenso. Isla no decía que No, le pasó las manos por el cuello y aunque Jason estaba esposado de una mano a la camilla, eso no le impidió subirle la falda con la otra mano y tocar sus piernas.

Pero justo cuando Isla le tocaba ansiosa la entrepierna a Jason, él se detenía.

-No mi amor. No puedo hacerlo si aún estoy en este infierno. - se excusó sin ser duro con ella. - Entiende que te deseo, pero no aquí. No es la manera de hacerlo contigo.

Sólo era una excusa para que ella se convenciera de sacarlo de ahí. Ganas no le faltaban, pero cada vez que Jason iba a enfermería, aumentaba el valor para sacarlo.

-Sólo dame tiempo. - jadeó ella. - Necesito más tiempo.

-Y cuando ese día llegue, te prometo que este también. - le besó el cuello.

Continuaron con los besos apasionados, las ansias no sólo la tenía Isla, Jason también pero no era porque quería a Isla. Ella era el cebo para que el día de su libertad y el de Jade llegaran.

- ¿Me extrañaste?

-Cada segundo de mi vida. - se reincorporó Jason. - Amor, no veo la hora de no salir de aquí para escapar contigo. De veras que te ansío cada noche y muero de ganas de escapar contigo. Te deseo, Isla.

La tomó de la nuca y la besó intensamente. Isla no se resistió en absoluto al beso de Jason. Desde que volvió a ver a Isla, Jason se ha estado buscando problemas a propósito ya sea con Bruce o con los mismos oficiales para que lo golpearan y terminara en enfermería con Isla una vez o dos veces cada dos semanas. Ella era la llave para salir de ahí más temprano que tarde. Ella sería vital en sus planes y aunque fuera una estúpida por aceptar sin siquiera preguntar en qué se estaba metiendo, la necesitaba.

-Yo también quiero que seas libre. - jadeó.

Jason quitó su boca del cuello de Isla y le miró los grandes ojos verdes que poseía debajo de sus delgadas pero oscuras cejas. Isla era pequeña para su edad, pero eso no le quitaba lo estúpida que era.

-Como me encantaría hacértelo ya, ahora mismo. - le quitó el cabello de la cara.

Cuando escucharon voces en el corredor, Jason se levantó del cuerpo de Isla y se sentó en la camilla en lo que ella se acomodaba la falda de su uniforme.

El oficial le quitó las esposas a Jason y se lo llevó de la enfermería, con la mirada de Isla sobre él.

-Veo que te diviertes mucho yendo a enfermería. - comentó el oficial que se lo llevaba.

Jason sonrió sin que lo vieran.

Isla, por su lado, estaba cada día más enamorada de Jason. Y verlo en ese traje anaranjado le apretaba el corazón al saber que él confiaba en ella para sacarlo. O eso pensaba. Pero la verdad, era que quería mucho a Jason, con todo su corazón, y haría lo que fuera por él.

***

No supo nada más de Jason hasta que meses después, en su desesperado momento, Jason intentó escapar, pero los oficiales lo atraparon antes de que eso pasara y lo golpearon demasiado duro y sin piedad. Le dejaron el ojo más que negro, casi le rompieron una costilla y lo dejaron sin poder moverse.

Cuando lo llevaron al consultorio de Isla, ella rompió a llorar en silencio mientras le curaba las heridas de su cara. Jason se quejaba sólo cuando Isla vertía un líquido para desinfectar las heridas abiertas.

4.5. Tiempo De Espera (intermedio de All That Matters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora