4.5. Tiempo De Espera (intermedio de All That Matters)

7. Goldieds en Queens

Dos capítulos en uno. Disfrútenlo <3

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Domingo, 27 de diciembre del 2015.  3:20 pm.

Queens, Nueva York.

Cuando Michael se enteró de Alan y yo fuimos a ver a Paris sin permiso, nos regañó bastante. Que seamos ya unos jóvenes adultos, no significa que dejemos de ser sus hijos. Bueno, al menos eso lo dejó muy claro. Prácticamente, estamos castigados hasta año nuevo.

No podemos salir a la fiesta de año nuevo que organizaba el amigo de Justin, Michael mandó a John a cuidar a Paris para que Alan no vaya y estamos condenados a no salir de la casa.

¿Hemos vuelto a cuando tenía dieciséis años?

Justo ahora estoy con Dalia enseñándole a usar su nueva andadera mientras Alan le está preparando su biberón. La televisión está encendida y las noticias sobre el muelle de Chicago no paran. Parece que nunca van a olvidar tal tema después de casi ocho meses.

Jaxon y Justin se regresaron desde el veinticinco en la tarde a la casa, pero desde ese día no he visto a Justin ni en video llamada. Vanessa se fue a su departamento y no regresa hasta el treinta para celebrar año nuevo. Paris ha salido del hospital pero casi todo el día se la pasa en el hospital con su bebé. Preston y Michael están con el agente Miller.

Sólo estamos Alan, Dalia y yo en la mansión Williams.

Y los perros, que están atentos a lo que Dalia hace. Cualquier cosa que ella arroja, ellos corren tras él.

Es hora de mencionar sus nombres a los pequeños gordos. Vanessa y Jaxon se dedicaron en ponerles el nombre. 

El más juguetón es Taz, en honor al demonio de Tazmania.

«Gracias Jaxon»

El gris y al parecer alfa de la pequeña manada, es Rocco. El más tranquilo se llama Argos y la única hembra es Odette. En honor a la chica que le cae mal en su trabajo.

-No creo que sea para tanto el castigo.- alegó Alan sacando la fórmula de Dalia.

-Se ve que no conoces a Michael.- puse mis ojos en blanco.

De pronto, me dio curiosidad la infancia y adolescencia de Alan. Nunca hemos hablado de eso, y no es morbo, pero si va a vivir conmigo, quisiera saber sobre él. ¿Cómo fue Roman con él? ¿Quién fue su madre? Y la pregunta del millón. 

¿Tendrá la misma habilidad que yo?

Desde que terminó todo. No he soñado nada. Nada al menos que recuerde y familiarice con los pasados, eso me trae calma. Pero quiero saber sobre mi hermano.

Pero no lo hago aunque quisiera.

-¿Por qué? ¿Cómo era o cómo es?- agitó el biberón y vertió un poco en la espalda de su mano. Probando así que está perfecta.

-Estás viendo una pequeña parte de lo que me tocó vivir.

Alan sólo sonrió y se sentó a mi lado. Saqué a Dalia de su andadera y la recosté en mi regazo. Aplaudió y se llevó las manos a su boca en cuanto vio a su tío con su comida. 

«Pinche made, que es su hermano legítimo.»

Me cacheteo mentalmente.

-¿Viste esto?- me mostró su celular, dándole el biberón a Dalia. Ella la tomó gustosa y comenzó a tomarla.

La pantalla del iPhone mostraba un sujeto con una máscara dorada, presente en el asalto que se hizo al banco de Brooklyn. 

-Tal parece que no importa dónde nos movamos. Siempre van a estar ahí.- regresé mi mirada a Dalia.- En todas partes.