Bienvenida 4

206 22 0
                                    

Ella sabía que algo había pasado ahí, no solo era un presentimiento, sino que lo había visto. El día de la graduación, aunque no estuviera en Inglaterra, lo vio. Un rayo bajó partiendo del sol y aterrizo en algún lugar, seguro que sabía en dónde. Que todo hubiera ocurrido en ese mismo lugar en el que ahora se encontraba no implicaba que el rayo hubiera caído de otro sol, aunque las personas a su alrededor no parecieron haberlo notado aquel día.

Nina estaba en clases cuando lo vio, la habrían tomado por loca si hubiera entrado en pánico, sin embargo, supo controlarse y logró no gritar. Pidió permiso para salir al baño y salió del salón, y no solo del salón; logro escaparse de la escuela y cuando llego a casa entro sin que su abuela lo notara. Y ahí estuvo, intentando comunicarse con los sibuna durante aproximadamente una hora. Sabía que sería inútil, ¿quién revisaría su correo cuando sabe que se acerca el fin del mundo? Cabía la probabilidad de que nadie le contestara y estuviera perdiendo el tiempo. Y cuando menos lo pensó, el sol había vuelto a la normalidad. No sabía si era una buena señal, todos lo hubieran tomado como buena, pero nunca se sabe.

Nina siguió caminando, no regresaría sin encontrar algo, no había trepado esa verja por nada.

-¿Qué es lo estás buscando elegida?

Nina respingo por la impresión, volteo a todos lados, pero no logro ver a nadie, ¿lo había imaginado? No, no pudo haberlo imaginado, estaba segura de que la voz era verdadera y por consiguiente el dueño de esta. Tenía miedo, pero no saldría corriendo, ¿o sí? Después de pensarlo dos veces se decidió, salir corriendo era lo más adecuado, no tenía nada con que defenderse y estaba segura de que nadie la escucharía gritar desde donde se encontraba. Si, era lo más apropiado, sin volverlo a pensar se dio la vuelta...


El misterio de Anubis: el cetro de los elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora