Asuntos pendientes

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Trudy no estaba en casa, nadie estaba en casa, solo ellos. Todo estaba muy silencioso, era extraño porque siempre había ruido al regresar de clases. Se extrañaba el tintineo de los sartenes de la cocina.

Nina vio la ahora ex-oficina de Adrien y no pudo evitar preguntarse qué es lo que haría él ahora, ¿qué es lo que quería para empezar?, ¿qué beneficio buscaba al conseguir el cetro?, ¿dinero? Tal vez, pero sentía que había mucho más que solo eso. -Bueno, el acertijo menciona algo sobre una esquina- dijo dejando de lado sus pensamientos. -Busquen alguna cerradura o marca en las esquinas de la escalera.

Alfie- vigilaré, por si alguien llega- dijo dirigiéndose a la entrada mientras los demás buscaban.

Nina vio a los demás buscando en las esquinas inferiores de la escalera, pero había algo que la atraía hacía una esquina en particular, la que estaba última en la parte más alta de la escalera, justo antes de girar hacia el pasillo que llevaba a la puerta de las habitaciones. No sabía que era lo que la atraía, ¿instinto tal vez? No estaba segura, pero no era la única. Eddy e incluso Dale habían ido directo hacia el mismo lugar.

Todo fue muy raro, ella seguía subiendo las escaleras sintiéndose un tanto... ¿hipnotizada? Sí, algo muy parecido. Estaba a mitad de la escalera cuando Fabian la llamó, liberándola de aquella extraña sensación- ¿Nina? -dijo él sin añadir algo más. Ella lo miró sin decirle nada, pero por algún extraño motivo ambos miraron al mismo tiempo hacia la dirección en la que Dale y Eddy buscaban, solo un segundo antes de que Dale anunciara que había encontrado algo.

Nina se acercó para poder ver que de lo que se trataba era un casi indistinguible grabado de su relicario en uno de los balaustres de la barandilla. Instintivamente tomo su relicario, pero se detuvo justo antes de inclinarse para abrir la cerradura, y acto seguido, entregó el relicario a Dale, captando así la atención de todos. Él lo tomo con sumo sigilo y lo mantuvo en su mano por unos segundos. Nadie sabía qué esperar, ¿realmente podría abrirlo? Todos estaban pendientes.

Dale por fin se decidió a intentar y con un movimiento lento, acercó el relicario a la cerradura. Fue cuestión de segundos para que del ojo de Horus irradiara la ya conocida y característica luz roja, abriendo así la cerradura y dejando ver el último pilar.

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Poco tiempo después de que los sibuna encontraran el último pilar, había regresado Trudy con una gran bolsa con artículos del supermercado, así que los chicos no tuvieron oportunidad de ir a los túneles, además, había una cocina con un montón de alimentos esperando por ser cocinados.

Nina estaba lavando algunas verduras que iban a usar para preparar la cena, Trudy iba a cocinar, pero los demás debían preparar los alimentos para ser cocinados.

Como era de esperarse, no todos estaban apoyando, Eddy, Alfie y KT estaban hablando sobre cómics en la sala de estar. Estaban tan inmersos en la conversación que ninguno de ellos detectaba las miradas de reproche que los demás les lanzaban. Ya no tenía caso pedirles de su cooperación, estaban a punto de terminar.

Los sibuna ya estaban preparándose para ir a tomar una larga siesta cuando el sr. Sweet entró a la sala de estar con celular en mano, acababa de finalizar una llamada. - Perdón por entrar sin permiso Trudy, pero se trata de algo urgente. ¿Me podrías permitir un minuto a los chicos? - dijo al ver que los chicos estaban bajo el mando de Trudy en la cocina.

Trudy- claro, pero que sea un minuto corto.

Sr. Sweet- por supuesto- acompañados por el sr. Sweet, los sibuna se reunieron en el vestíbulo mientras Trudy se encargaba de la cena- quería hablarles sobre Mick, al parecer... despertó hace unos minutos- dijo causando un gran impacto en los chicos.

El misterio de Anubis: el cetro de los elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora