Temores

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Estaba de rodillas ante la verdad, su respiración entrecortada y los silbidos del viento entonaban una canción triste y de desilusión, tranquila al principio, pero una vez que los lamentos se hicieron espacio, se volvió más fría y atroz.

No lo podía creer, era verdad, sus pesadillas eran reales. Anna estaba frente al cadáver de piedra de Sofía y, aunque estaba justo delante de sus ojos, se negaba a creerlo. Las lágrimas corrían por sus mejillas, ya no podía escapar, no había camino de retorno. Todo lo que algún día creyó que era su realidad ahora se veía fragmentada. Todo su pasado lucía falso, los recuerdos con su familia estaban manchados y la imagen de la persona a la que más amaba en el mundo ahora se veía borrosa y oscura.

De repente se sintió vacía, sola, desolada. Sintió ganas de rendirse, de olvidar y ser olvidada, pero no podía, lo único que había por delante era descubrir y afrontar toda la verdad. Se puso de pie y sin voltear atrás emprendió el camino de vuelta.

Se secó las lágrimas y detuvo sus lamentos, una nueva emoción había nacido entre los fragmentos de su historia quebrada, ira.

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A cada paso lo sentía, no era solo miedo, era peligro, dolor, sufrimiento, muerte.

Cada paso era una advertencia ignorada, una advertencia que susurraba en sus oídos cada vez más y más.

A cada paso sentía el frío aferrándose a su piel, helándole la sangre mientras su corazón luchaba arduamente con cada latido para no congelarse.

-¿Nina?

Escuchaba sus latidos amplificados y sentía una opresión en el pecho.

-¿Nina, estas bien?

Empezaba a tener más problemas para seguir adelante. No quería estar ahí, debía irse.

-Nina

Alguien la tomó del brazo y todo se fue con una fuerza de succión que se llevó todo a un rincón lejano y regresándola a la realidad.

Fabian- Nina, estás sangrando.

Lo miró mientras este limpiaba la sangre que le escurría por la nariz- Fabian.

Fabian- Aquí estoy.

Se sentía mejor, pero estaba desorientada. Miró más allá de Fabian y vio las expresiones preocupadas de los demás. Dale, Eddy y Jerome. Dirigió su mirada hacia su alrededor y reconoció la obscuridad de los túneles. Lo recordó, habían bajado a ver el nuevo túnel. Sintió un escalofrío al recordarlo.

Jerome- Deberíamos regresar.

Nina se vio tentada a aceptar la sugerencia, pero no quería volver a enfrentarse a eso de nuevo, cada paso le había costado lo suficiente como para regresar ahora. No, fuera lo que fuera debía enfrentarlo, ceder ante el miedo solo lo aumentaría más. Comenzó a negar con la cabeza.

Fabian- Jerome tiene razón, te hará bien tomar algo de aire.

Nina- no, estoy bien, sigamos.

Eddy- Nina...

Nina- ¡dije que estoy bien! - nadie protestó más – hagámoslo ahora o nunca volveré a bajar.

Nadie parecía decidir, estaban ahí parados frente a ella mirándola sin decir nada, preocupados. Ella estaba decidida a seguir, pero pensaban que lo mejor sería regresar.

Dale- ok, solo quédate con nosotros esta vez, ¿de acuerdo? – dijo tomando la decisión por los demás.

Nina asintió y tomando valentía como si esta estuviera en el aire, respiro profundo y retomó el camino para enfrentar a sus temores.

El misterio de Anubis: el cetro de los elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora