Una apuesta que ganar

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Con tanto silencio era casi imposible imaginarse que había algo más allá de la linda y antigua fachada de la casa de Anubis, pero Anna poco a poco iba percibiendo murmullos.

Los chicos habían bajado al sótano según escuchó. Aún no estaba segura de cómo funcionaba el mecanismo con el llamado "ojo de Horus" que ya había visto antes cuando Eddy sacó una pieza rara de debajo de una baldosa del recibidor, ahora había tenido la oportunidad de presenciarlo de nuevo. Vio a los chicos, que al parecer formaban un club secreto al que llamaban sibuna, entrar por el horno antiguo de la casa y dirigirse, según lo que escuchó, a los túneles.

Con Adrien fuera del juego, Anna había entrado a la oficina para conseguir la llave del sótano y, tras asegurarse de que los chicos ya no estaban ahí, bajó silenciosamente.

Era la primera vez que bajaba, no lucía tan exótico como esperaba, solo era un espacio para dar servicio a la caldera, había estantes, muebles y mesas, vacíos. Escuchó ruido cerca de una repisa, estaba a punto de acercarse cuando esta comenzó a deslizarse, instantáneamente corrió y se ocultó bajo las escaleras.

Desde su escondite vio cómo Fabian, Nina y Eddy salían de una habitación secreta de la cual no logró ver mucho, pero sí lo suficiente como para entrar por su cuenta después. 1890, la contraseña.

Nina- ¿qué dice el croquis?

Eddy- en realidad, solo viene indicado en qué muro debemos buscar, no acertijo, no símbolos, nada.

Nina- comencemos a buscar, no quiero perder esa apuesta.

Ana no podía mirar mucho desde su posición, pero apostaba a que estaba ante la posibilidad de conseguir información muy útil. El único problema era que su postura comenzaba a causarle molestias, hace mucho que no había tenido una reacción intensa de ansiedad debido al tratamiento al que se había sometido, pero aún no podía despedirse totalmente de la claustrofobia.

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Patricia anhelaba irse a dormir, no deseaba perder más su tiempo esperando el resultado de esa tonta apuesta. Sin embargo, se había quedado debido a una sospecha que KT había insertado en su cabeza y en la de Joy: Dale.

La conversación había llevado a una pequeña discusión sobre KT volviendo a desconfiar de las personas sin tener pruebas, pero la verdad era que todas desconfiaban de él, así que al final decidieron quedarse para averiguar de qué se trataba la información que Dale había conseguido con anterioridad, misma de la que, por cierto, no comentó a nadie durante un largo tiempo. Pero ahora tenían acceso a ella debido a que Dale la había dejado en el escritorio del estudio.

KT hojeaba el libro mientras todas lo miraban con sumo cuidado, atentas ante cualquier señal que fuera sospechosa. El texto no les decía mucho, todo eran jeroglíficos.

Joy- las hojas se ven muy antiguas, no tiene sentido, la cubierta parece nueva.

KT acercó el libro a su rostro para percibir el olor de la cubierta, el cual pronto confirmó las sospechas- es nueva y... esperen- dijo frunciendo el ceño mientras volvía a olfatear el libro- huele a silicón- anunció al tiempo que examinaba el lomo- miren esto, ¡él las pegó con silicón!

Para Patricia era muy claro lo que eso significaba- apuesto a que arrancó páginas para quedárselas e hizo el encuadernado para que no lo notáramos.

KT- Dale tiene mucho qué explicar.

Patricia- no. Dejemos esto entre nosotras, debemos encontrar algo más, Dale podría salir vivo de esta y lo único que conseguiríamos sería avisarle que sospechamos de él.

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Mientras Dale, Alfie y Jerome corrían a toda velocidad a través de los túneles, Nina, Eddy y Fabian comenzaban a preocuparse por perder la apuesta.

Nina- si seguimos así perderemos la apuesta- sopesó ante las recientes circunstancias mientras sacudía sus manos llenas de polvo.

Eddy- ¡aquí no hay nada!, ¡Víctor debió engañarnos!

Fabian- esto no tiene sentido, lo único que hay en este muro es el pasadizo del horno de la cocina- alegó irritado mientras él y Eddy ya se hacían a la idea de tener que lavar los baños.

Por otro lado, Nina no estaba para nada resignada, de hecho, lo que había dicho Fabian la había hecho reír debido a lo obvio que ahora le parecía el asunto. Caminó hacia el pasadizo y a los pocos segundos de entrar y examinar alrededor, descubrió una cerradura para el relicario del osarian en uno de los rincones. Con la atención de Eddy y Fabian ante lo que hacía, sonrió y anunció- vamos, tenemos una apuesta que ganar.

El misterio de Anubis: el cetro de los elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora