Más Soju, por favor (Lee Jun Ki)

Noche loca de chicas

Emma acabó a la 1:30 de trabajar. Cuando recogió todo en el restaurante Liu y Da Ra ya estaban esperándola en la puerta . Todavía les quedaba una hora de camino en transporte público hasta HongDae, la zona de fiesta más famosa de Seúl.

HongDae era un barrio en el que se unían las múltiples nacionalidades de los habitantes y visitantes de Seúl. Sus calles iluminadas por gigantes carteles con luces de neón eran punto de encuentro de coreranos y extranjeros provinientes de todas las partes del mundo. Allí habían desde estudiantes nacionales e interencionales, hasta miembros de las fuerzas armadas norteamericanas que tenían bases en Corea del Sur debido a su estado de guerra semipermanente con Corea del Norte.

Las calles de HongDae estaban repletas de Norebangs, que era el nombre de los karaokes en Seúl, de restaurantes y puestos de comida callejera y de pubs y discotecas.

La cultura de la bebida en Seúl estaba muy extendida y a diferencia de otros países, como en España, estaba muy bien vista. Era muy común ver hombres trajeados que al salir de la oficina se iban a beber con sus compañeros y jefes y acababan completamente borrachos tirados por las esquinas.

Las chicas decidieron cenar en un restaurante de pollo con cerveza. Los coreanos no concebían comer pollo si no era acompañado de una cerveza, algo a lo que Emma ya le había cogido el gusto.

Tras la cena, Emma se empeñó en ir a un Norebang. Eran tan increíbles... los norebang podían ocupar un edificio entero. Allí se reservaba una sala privada para cada grupo dotada de todo tipo de complementos. Gorros, pelucas, maracas, panderetas y disfraces estaban disponibles para los clientes con el objetivo de hacerles vivir y disfrutar las canciones seleccionadas, que por cierto eran cientos.

A pesar de que había canciones en todos los idiomas, español incluido, Emma se decidió por canciones en inglés, ya que sus compañeras eran cada una de un lugar y no compartían una lengua común, además su coreano aún no era tan bueno como para leer al ritmo de una canción. Pidieron varias botellas de Soju para amenizar la velada. El soju era una bebida típica coreana de alta graduación que se bebía hasta para acompañar las comidas y cenas. Se presentaba en pequeñas botellas de color verde y había de muchas marcas distisntas.

Emma comenzó a beber y a cantar como si no hubiera mañana.

- No para de cantar canciones de desamor, pobre. Creo que así no superará nunca lo sucedido- dijo Da Ra a Liu.

Y allí estaba Emma, dándolo todo con cada una de las canciones. Cuando ya llevaba 4 canciones y más de dos botellas de soju bebidas acabó llorando como una magdalena y haciendo aspavientos mientras cantaba "I will survive" de Gloria Gaynor ataviada con una especie de túnica y peluca negra corta y rizada, así como con unas gafas de sol en forma de corazones gigantes.

Era todo un cuadro y sus amigas acabaron riendo ante lo absurdo de la situación. Aún así intentaron disimular para no hacer sentir mal a Emma.

-¿Te estás viendo, Emma? se supone que saliamos a beber para disfrutar y hacerte olvidar y estás haciendo todo lo contrario- le dijo Liu.

-Déjame que me estoy muriendo- le contestó Emma entre llantos deseperados.

- Qué exagerada, las que vamos a morir somos nosotras de escucharte, ¡cantas fatal!- dijo Da Ra y comenzó a reír sin parar, pues el alcohol también le había afectado ya. Liu se unió a las risas mientras Emma lloraba y lloraba.

A las 4:00 seguían en el norebang como locas cantando y poniéndose sobre ellas todos los complementos que había disponibles. Parecían árboles de navidad con tanta decoración.

Emma fue a coger otra botella de soju para servirse un vaso cuando se dio cuenta de que se había terminado. Dio la vuelta a la botella, la puso bocabajo y comenzó a sacudirla esperando que el soju se creara de la nada. No mantenía el equilibrio. Cuando por fin fue consciente de que no quedaba gritó:

- ¡¡Más soju, por favooorrrrrrr!!

Salieron a la calle en condiciones deplorables y se tuvieron que coger del brazo las unas a las otras porque no eran capaces de caminar en línea recta. Los chicos con los que se cruzaban las saludaban y reían al ver su estado, pero ellas estaban felices.

Se toparon con un grupo callejero que andaba interpretando canciones de Queen. A Emma le encantaba Queen, así que hizo parar a las chicas para ponerse a bailar como una loca delante de todos los que allí se encontraban sentados observando.

- ¿Qué pasa? ¿Por que no os moveís?- gritó Emma a los asistentes en coreano ante el estupor de sus amigas- ¡que os mováis! ¡que es Queen!

-Emma, que vergüenza, para ya- dijo Liu.

- ¡No me da la gana!, tienen que bailar, no hay opción posible- dijo y se dirigió a algunos de los asistentes y comenzó a cogerlos del brazo haciendo que se levantaran.

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Joong Ki se había reunido con su manager y un director de dramas para hablar de un futuro proyecto. El director quería hablar con ellos y darles el guión para que lo tuvieran en cuenta, pues estaba convencido de que el mejor protagonista para su serie de televisión era Hang Joong Ki. Después de la larga reunión finalmente se despidieron y quedaron en llamar al director cuando Lee Hyun y Joong Ki tomaran una decisión.

Joong Ki ya se dirigía a casa porque la reunión se había alargado hasta bien entrada la madrugada ya que tras la cena se habían ido a beber a locales cercanos. En uno de los semáforos oyó música "vaya, es una canción de Queen". Giró la cabeza hacia el lugar de donde provenía la música, un grupo estaba tocando en vivo en la calle y había bastantes espectadores. "Un momento, ¿qué hace esa chica?", se preguntó. Había una muchaha que prácticamente no se tenía en pie que estaba yendo uno por uno levantando a los asistentes mientras gritaba en coreano "¡He dicho que bailes!".

Joong Ki no lo podía creer, la gente cada vez estaba peor, no entendía para que bebían personas como esa chica si se ponían así y avergonzabana a todo el mundo. Si había algo que el actor no soportaba era pasar verguenza ajena. Cuando estaba a punto de arrancar el coche para seguir su camino se fijó mejor en la escena y se dio cuenta de que la loca que sacaba a todos a bailar no era otra que su vecina.

"¡No puede ser! ¿en serio? no conocía esta faceta tuya, ojos grandes" pensó y comenzó a reirse.