Más Soju, por favor (Lee Jun Ki)

¿Qué está pasando?

Habían pasado unos días y Emma seguía preocupada por la conversación con Jason. Todo parecía haber vuelto a la normalidad, las clases en la universidad, el trabajo con la Ajumma por las tardes, lo días cada vez más fríos...pero no había vuelto a ver a Jason desde ese día y le parecía muy extraño, lo conocía y algo andaba tramando.

De vuelta a casa tras un día agotador de trabajo en el restaurante, Emma se encontró con Joong Ki. A pesar de que la había estado visitando mientras descansaba en su casa, en los últimos días no se habían visto, ya que Emma andaba ocupada fuera de casa y él también con su rodaje. A Emma le hizo ilusión verlo pero al mismo tiempo le dio algo de timidez.

- Ey, ojos grandes. Veo que ya estás de vuelta a la rutina a tope - le dijo Joong Ki con una sonrisa.

- Hola, vecino famoso. Sí, cierto, no paro ni un minuto, aunque tú estás igual, creo, don ocupado- contestó.

- Cierto, la verdad es que el drama está funcionando muy bien y se han incrementado las horas de trabajo, también nos exigen más, pero eso para mí es algo muy bueno, un esfuerzo que merece mucho la pena en mi carrera - le explicó el chico.

- Lo sé y me alegro, de verdad. Por cierto, aún no he podido agradecerte todo lo que has hecho por mi estos días. Gracias por llevarme al hospital y por la comida que me has traído los días posteriores - susurró Emma.

- De nada, no es nada que tú no hubieras hecho por mí. Somos vecinos, y al final he aprendido a coger el punto a tus rarezas, y ¿sabes? una vez que lo he hecho...hasta me divierten - dijo el actor mientras reía.

- ¿Rarezas? ¿De qué demonios hablas?  Yo no soy rara, el raro eres tú, que eres millonario y vives en un barrio cualquiera de Seúl, por lo que vas de un lado a otro con esa máscara y esa gorra tapándote la cara a todas horas - contestó Emma airada.

- jajaja y además de rarita eres quisquillosa, pero quisquillosa con gracia. ¡Siempre estás dispuesta a batallar!- apuntó Joong Ki.

- Bueno mira, ya está bien. Basta por hoy. Cada vez que te veo acabas llamándome rara, quejica y mil cosas más.  Mi cupo de impertinencias ya está a tope hoy. Me voy - dijo Emma mientras abría la puerta de su casa y entraba en ella.

- ¡Definitivamente ya estás totalmente recuperada, Emma, ojos grandes! - gritó Joong Ki para asegurarse de que ella lo oyera aunque cerrara la puerta.

Joong Ki se quedó una vez más en mitad del pasillo. Emma le había dado de nuevo con la puerta en las narices. No recordaba cuantas veces lo había hecho ya pero empezaba a ser algo habitual. Aún así, lo que para otro habría resultado un desaire de mala educación, a Joong Ki le pareció sumamente gracioso. Nunca se había topado con una chica que lo tratara así, al contrario, estaba demasiado acostumbrado a que le regalaran los oídos y le pelotearan por su condición de famoso. Emma en cambio, aún sabiendo quién era, le trataba de igual manera que si fuese un chico de a pie, y eso le encantaba de ella. Le hacía sentirse muy cómodo e incluso le hacía olvidarse de su condición de actor reconocido y sentirse como un chico normal de su edad. Algo que hasta ahora no se había dado cuenta de cuanto anhelaba.

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Emma cerró la puerta tras de sí y se quedó apoyada en ella. Le latía muy rápido el corazón, estaba nerviosa. Se puso a analizar la situación "¿qué estaba pasando?" Se preguntó. Siempre que veía a Joong Ki acababa malhumorada. Ese chico la sacaba de sus casillas como nadie. Tampoco entendía por qué le afectaba tanto lo que él pudiera decirle o pensar de ella. Ella nunca había sido así. La verdad es que la opinión de la gente siempre le había dado igual, en ese sentido era muy despreocupada, pero en cambio con ese chico... Tendría que analizar más lo que estaba pasando. En realidad tenía una ligera sospecha de lo que le sucedía pero no se atrevía a planteárselo ni por encima.

Decidió hacerse algo de cenar e irse a dormir pero antes puso la Tv y allí estaba el drama de Joong Ki. Se puso a verlo sin ser consciente de que se le había dibujado una enorme sonrisa en la cara.