Más Soju, por favor (Lee Jun Ki)

La huida

Emma esquivó como pudo al gentío y apretó el acelerador. A Joong Ki no le había dado tiempo a ponerse el cinturón de seguridad e iba dando tumbos dentro del coche.

-¿Estás loca? ¡No corras tanto por el amor de Dios!- Gritó el actor casi desesperado.

-Pensaba que estábamos huyendo de tus fans - dijo Emma.

- ¡Pero que son personas! ¡no vuelan! hace rato que los has dejado atrás- replicó él.

Emma se dio cuenta de que tenía razón, se había emocionado conduciendo. Miró a Joong Ki, encogió los hombros en señal de "como quieras", y redujo la velocidad. Con las prisas no sabía ni donde estaba.

Decidieron dar una par de vueltas a la zona para hacer tiempo. Sólo por si los fans los estaban esperando. De repente las tripas de Emma rugieron y ella puso cara de vergüenza.

Joong Ki la miró y rió.

-¿Qué pasa? tengo hambre- protestó Emma ante la carcajada de su acompañante.

-Nunca lo habría imaginado. Ay, eres tan evidente- contestó Joong Ki aún riendo.

Después de vigilar una par de tiendas 24 horas y restaurantes y sopesar la posibilidad de que Joong Ki pudiera ser reconocido por alguien, decidieron parar en una hamburguesería en la que no parecía haber mucha gente. Además, tenía sillas y mesas ubicadas en una terraza donde debido al frío no había absolutamente nadie.

Joong Ki se puso su mascarilla sanitaria, se ajustó el gorro de invierno por el que había sustituido su gorra, adaptándolo al frío del momento, y cuando se sintió finalmente protegido de las miradas ajenas bajó del coche.

Fue Emma la que entró a pedir, en un alarde de valentía para evitar que entrara él y pudieran descubrir su identidad. Pero la valentía se le acabó pronto cuando se dio cuenta de que no entendía nada de lo que el camarero le estaba diciendo. "¿En que demonios habla este chico?", pensó. Era como coreano pero no era capaz de entender casi nada. Se dispuso a llamar a Joong Ki y cuando estaba a punto de elevar la voz, alguien le tapó la boca con la mano.

-Shhhhhhh, ya estoy aquí- dijo el actor.

- ¡Me has asustado!- le gritó Emma enfadada cuando le quitó con un espetón la mano de su boca.

- Es que he visto lo que pasaba y sabía que ibas a gritar mi nombre. Te recuerdo que no quiero que me reconozcan- le susurró al oído, y al acabar le dio un golpe en la frente con el puño cerrado a modo de reprimenda.
Emma se encogió y no pudo replicarle nada porque tenía razón. No se acostumbraba a que ese chico fuera un actor famoso de Corea.
Joong Ki pidió la comida y salieron fuera a sentarse con el clima gélido de la calle. A Emma le temblaban las manos, el chico se dio cuenta y metió sus manos en la chaqueta para sacar un par de guantes que le cedió.

- Toma anda, que estas congelada- dijo.

- Gracias - le contestó mientras sonreía- ¿me explicas ahora qué idioma hablaba el chico de la hamburguesería?

- ¡Ah! ¡Eso! Hablaba coreano pero tenía un acento de un dialecto que se habla en el norte del país. Es complicado entenderlo si no eres de aquí, su pronunciación es algo distinta. Hay muchos dialectos fuera de Seúl y aunque cuando la gente de estas provincias viene a la ciudad se adapta al idioma, el acento hace a veces que sea complicado saber lo que dicen.

- Vaya, eres un actor inteligente - le dijo Emma burlándose de él.

- Por supuesto ¿qué esperabas?, yo soy yo y punto- contestó él.

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Jang Min iba en su coche dirección a casa con la radio encendida. Al pasar por una de las calles vio a una pareja comiendo una hamburguesa a la intemperie. "Que gente tan rara ¿por qué querrían pasar frío pudiendo estar dentro?, el local no parece muy lleno", pensó. Entonces se fijó más. La chica era occidental, tenía el pelo largo y claro y él...él...¡él era Joong Ki!

Joong Ki y Emma seguían en la terraza comiendo cuando una chica se plantó delante de ellos.

- ¿Qué haces aquí Joong Ki? Te he llamado antes para invitarte a comer y me has dicho que no tenías hambre- dijo Jang Min que en cuanto reconoció al actor aparcó el coche y fue en su busca.

Joong Ki no sabía qué decir, le había pillado por sorpresa y titubeó.

- Ehhhh, bueno, estooooo- alcanzó a decir.

Entonces intervino Emma.

- Hola, soy Emma. Trabajo en una compañía de entretenimiento internacional y está interrumpiendo una entrevista con el señor Joong Ki sobre su posible participación en una de nuestras películas- dijo.
Jang Min se quedó blanca. Nunca imaginó que pudiera tratarse de una comida de trabajo. De hecho antes de acercarse les había estado observado y la actitud de ambos era más que amistosa, no paraban de compartir sonrisas.

- Oh, disculpe, no tenía ni idea- contestó la actriz y se quedó ahí plantada sin moverse.

- Si no le importa, tenemos que continuar - dijo Emma con cara de pocos amigos.

Joong Ki no daba crédito a lo que estaba viendo. Qué manera de improvisar tenía su vecina. "Una representante de una compañía de entretenimiento internacional, dice, y se queda tan tranquila" pensó. Le dieron ganas de reír pero guardó la compostura.

- Sí, claro, por supuesto. Ya me iba. Me alegro de verte-  dijo dirigiéndose al chico.

- Mañana nos vemos en el trabajo- contestó secamente Joong Ki.

Ambos siguieron a la actriz con la mirada hasta que la vieron perderse de vista. Entonces Joong Ki se giró hacia Emma y le dijo.

- ¿Pero cómo puedes ser tan ingeniosa?¿y cómo sabías que no me hacía gracia verla?- le preguntó.

- Soy buena leyendo las reacciones de la gente y no has saltado de alegría precisamente al verla. Y sobre la historia que he inventado, no sé, supongo que tengo demasiada imaginación. Es lo primero que se me ha pasado por la mente- le explicó- pero ella es la protagonista de tu drama ¿no te cae bien?, un momento... ¡creía que erais pareja!.

- ¿Pareja? Mis narices. No te creas todo lo que dicen los medios de comunicación, detrás de muchas de esas supuestas parejas hay intereses como promocionar series o películas, contratos publicitarios etc. No soy pareja de Jang Min, ni siquiera me llevo bien con ella.- contestó él.

- Ok, ok, no te enfades, es lo que se dice. Bueno vámonos a casa que tengo que estudiar aún.- comentó Emma mientras se levantaba de la mesa.

- Sí, será mejor que nos vayamos ya-  y ambos se dirigieron hacia el coche.