No soy tu destino

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Nicolas se desperto temprano, se sento sobre la colcha y observo a sus compañeros de viaje; Leonel con el seño fruncido, seguramente soñando; Paola, soñando, soñando con él.

Eso lo enfurecio.

Esta chica se obsecionaba con complicarle la vida de una forma u otra siempre.

Se levanto y camino hacia otro lado, se sento a mirar el paisaje; de pronto, sintio unos brazos rodeandolo por el cuello.

-Buen día...- dijo Paola bostezando.

-¿Qué demonios haces?- le replico él sacandola y saliendo del abrazo.

-Que amargado eres, no he hecho nada para que me odies asi.

-Tu destino no soy yo, tu vida vale más que eso, solo es eso, nadie puede estar conmigo; algun día entenderas Paola.

-¿Tan temprano discuten?- bostezo Leonel.

-No, dejalo... ¿Cómo dormiste hermano? Parecias odiar tus propios sueños.

-Mal, aún no creo todo lo que nos has contado... y que el "padre" de Paola sea tu antiguo enemigo... fue muy fuerte.

-¿Entiendes el por qué de que no te contara? Jamas me hubieras creído.

-Sí, lo entiendo, lamento haber desconfiado de vos.

-Ya paso, ahora, necesito hablar con Paola a solas si no te molesta, es algo importante.

-No, por supuesto que no, cualquier cosa que reduzca su enemistad sera buena.

Leonel se alejo riendo de su propio chiste y los dejo solos.

-¿Qué debemos hablar Nicolas?

-Sobre lo que sientes...

-¿A qué te refier...?- él la miro muy fijo, era una mirada profunda y preocupada.

-No soy bueno, no soy un principe. Fui, soy y sere un mounstruo indestructible- suspiro triste y repitio lo que le habia citado a Robert en aquel momento -"Nadie puede enamorarse de un mounstruo, un mounstruo no puede ser amado, un moustruo no merece tal sentimiento, no merece nada".

-¿Por qué te consideras un mounstruo? ¿Por qué nadie puede enamorarse de ellos? ¿Qué es esa cita?

-No me considero, soy un mounstruo. Soy una bestia asesina, desalmada y voraz que no tiene compasión por nada ni nadie, no le importa más que él mismo y va destruyendo vidas por el mundo. Nadie puede enamorarse de una bestia, un desalmado, sin piedad, sin corazón, un asesino.

-¿Quién te ha metido todo eso en la cabeza?

-Los que me criaron, sabian que yo era un absorvente, sabian mi futuro e intentaron matarme de niño, por eso huída de ellos cada vez que decidian hacerlo.

-¿No te parece cruel?- dijo angustiada Paola, no podia creerlo.

-Sí, pero la realidad es cruel, yo soy cruel...

-Tú no eres así, te conosco poco y sé que no eres así. Tuviste piedad de Robert hasta el final, compasión por Leo cuando necesitaba sangre humana, por mí y me dejaste quedarme...

-No me conoces Paola, no soy lo que parece, ¿Es que no piensas? Incineré a tu padre con un simple chasquido, ¿No estiendes lo peligroso que soy? ¿Que soy un mounstruo, una bestia?

-No, no es que no lo entienda, no lo creo.

-¿Quieres ver lo peligroso que puedo ser?- dijo acercandose a ella muy serio.

-Sí...- trago saliva.

Nicolas se acerco a la cara de Paola y estando a tan solo unos centimetros cambio el color de sus ojos a un azul brillante al mismo segundo que chasqueó sus dedos.

El paisaje cambio, el aire, los sonidos; estaban en otro lugar del mundo que no era el bosque, pero no estaban, estaba, estaba ella sola y no podia ver por ningun lado a Nicolas, ¿Dónde se habia metido?

Inesperadamente apareció delante de ella un animal, una bestia enorme; un oso.

El paisaje se volvio un campo y el oso seguia allí, mirandola, observandola, deseandola con la mirada y relamiendose.

-¿Nicolas...?

-¿Entiendes lo que sucede?- preguntó el oso.

-¿Qué carajo...?

El oso se paro en dos piernas y acerco su hocico a Paola, la observo y meneo la cabeza hacia los costados; se detuvo y se alejo. Levanto una pata y chasqueó los dedos.

Ahora se encontraban en una casa, dentro de una hermosa y enorme casa, Paola seguia en su lugar inmovil, muda, sin palabras y ahora el oso era un pequeño conejo de suave y largo pelaje blanco.

Paola miro los ojos del conejo, eran azules, igual que los del oso y los de... Nicolas.

Sin pensarselo dos veces, tomo al conejo en sus brazos y lo abrazó, el conejo se tensó y puso rígido su cuerpo, no podia creerlo.

Todo volvio a ser verde, y silencioso, habian vuelto al bosque y ahora el conejo no era un conejo, era un chico; un chico que necesitaba cariño, que jamas habia conocido lo que era que alguien lo quisiera ademas de su mejor amigo y su "madre".

Nicolas se tenso de pronto y se alejo, no queria confundir a la chica, no queria que ellas sintiera nada por él, no queria que sufriera.

-¿Te encuentras bien?- le pregunto Paola cuando lo vio separarse cabizbajo.

-No deberias...

-¿Qué? ¿Abrazarte?

-Sí... eso.

-¿Por qué no? ¿Acaso es malo?- dijo y avanzó unos pasos -¿Te parece incorrecto?

-No, sí, no es eso... es que- Paola lo miro desafiante y se callo.

-No eres más que un cobarde y miedoso que le teme a lo nuevo, no te dejas llevar por nada, crees que tu vida sera como tú la decidas y no es así- siguio avanzando hasta estar a solo un paso de él -La vida es cosa del destino, vos no podes planear tu vida y que todo salga como queres...

Nicolas miro a Paola con frialdad y dio un paso adelante poniendo sus manos alrededor de la cara de ella para juntar sus labios.

¡OMG!

¿Se esperaban ese final de escena?

Todo es muy confuso en la mente de los dos chicos, mientras Nicolas no quiere que Paola sufra, ella quiere hacerlo feliz.

El próximo capítulo se lo voy a dedicar a Paola, sus ideas y pensamientos, asi entienden que pasa en su cabeza.

¿Por qué Nicolas es tan bipolar?
¿Por qué quiere controlar todo?
¿Por qué beso a Paola?
¿Ella lo correspondera?

Saludos, Rocio💕.

Sonrisa SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora