Sonrisa Sangrienta

Amor prohibido

-Buenos días hermano.

Nicolas bostezo y se estiro para encontrarse con la sonriente mirada de su amigo de toda la vida, Leo; lo miro frunciendo su rostro de enfado por haber sido despertado.

-Buenos dias madrugador- gruño.

-Hoy es un dia largo, levantate.

-¿Dia largo?

-Mira a tu alrededor bello durmiente, estamos en la ciudad aún, debemos buscar a Paola y me debes contar el pedaso de historia que te falta revelarme.

Nicolas lo miro sorprendido, estaba muy alegre, demasiado; Leonel era un chico de sonreir todo el dia, pero ahora hablaba de desgracias casi riendo a carcajadas ¡¿Qué carajos le sucedía?!

-¿Te encuentras bien hermano?

-Claro, ¿Por qué lo dices?

-Estas algo extraño.

-Te cuento, ayer le dije a Paola que estaba enamorado de ella- Nicolas abrio los ojos como platos- ¡Pero espera! No te sorprendas aún; resulta que no es amor, son hormonas de vampiros primerisos, me lo dijo un señor de aqui de la ciudad.

-¿Saliste?

-Y tambien hable con extraños, o tengo suerte o este lugar no es tan mala sangre como tú decias.

-No es gracioso lo de mala sangre Leo, este no es un lugar para cualquiera. No deberias haber salido solo.

-Lo se, pero lo hice y ya ves, no me ha sucedio nada.

Nicolas rodo los ojos y evito las risas y burlas de su amigo.

...

-¿Mamá?- dijo Nicolas entrando en la habitación donde ella descansaba.

-Hola hijo...

-¿Cómo te encuentras?

-Feliz, confundida...pero deberias estar buscando a esa chica en vez de perder tiempo aqui Nico.

-¿Qué es lo que sabes?

-Me conto todo...se que eres el mismo que me salvo de él. Se que eres un vampiro, se lo que hiciste ahi fuera...

-Mamá...

-No te odio pequeño, no es eso- dijo ella abriendo los brazos para ser abrazada por Nicolas- pero debes buscar a esa chica, sabes que debes hacerlo.

-De acuerdo mamá, lo hare, estaras bien aqui ¿Sí?

-Lo sé pequeño, tengan mucho cuidado.

Nicolas salio de la habitación serio y Leonel lo obsevo por unos segundos mientras miraba hacia todos lados, se tomaba la cabeza con las manos, gruñia y salio.

-Leo, prepara el bolso, vamos a buscar a Paola.

-Aún me debes una historia hermano.

-Lo sé, te la contare en el camino.

-De acuerdo, ¿Cuando salimos?

-Dentro de diez minutos.

-Okey.

...

Caminaron hasta salir de la ciudad, cuando estaban a punto de cruzar la puerta un anciano cubierto de una manta les grito.

-¿Qué es lo que quiere?- respondió Nicolas molesto.

-Es el anciano que me dijo lo de las hormonas de vampiro, ¿Qué necesita?

-Si sigues con ese problema puedo ayudarte con unos yuyos* de por aqui cerca, se que tu amigo no confia en mí, pero dile que tiene familia aqui igual que la pequeña Paola, vuelvan pronto.

-Sera algo que veremos luego cuando la encontremos, ¿Cual es la planta que ayudara a mi amigo?- le respondio Nicolas interponiendose ante Leonel.

-Se llama Plectranthus barbatus, tambien llamado Boldo en Suramerica. Detendra sus impulsos hormonales.

-Se lo agradecemos señor- se apuro a decir Leonel.

-¿Donde podemos encontrarla y como la distinguiremos?

-Se caracteriza por su flor, es de un color violeta intenso.

-Se lo agradecemos mucho, cuando regresemos lo recompensare. Adios.- dijo Nicolas muy serio.

Caminaron por todos lados, los alrededores de la ciudad, el bosque, su refugio anterior, las ruinas. No pudieron encontrarla.

Volvieron a la ciudad, necesitaban un indicio, una pista.

-¿Qué fue lo que te dijo Paola al irse?

Leo penso...

-Te lo dire cuando me termines de contar la historia.

-Todo esto los perjudica a los dos, quiero sentarlos aqui conmigo y contarles toda la historia, ¿De acuerdo?

-Esta bien, ella dijo "No, y no intentes detenerme, no me quiere aqui y se darme cuenta cuando ya no hay oportunidad y cuando no me quieren en un lugar, adios Leo, gracias por todo" exactamente.

-Bien, eso no nos dice nada, ¿Que tal si seguimos su olor? El perfume que llevaba era delicioso y lo podemos rastrear.

-Es cierto, vamos.

Comenzaron a olfatear como sabuesos por todos lados, llegaron al bosque nuevamente y siguieron un rastro del perfume.

Cuando llegaron a las ruinas destrozadas se frenaron en seco, estaban muy confundidos.

-¿Qué hacemos aqui?