Capítulo cinco

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POV SEHUN.
22:15 p.m.
“Mañana a las 9:30 a.m. pasaré a recogerte para ir al aeropuerto, ten tus cosas listas. Baekhyun."

Ese mensaje bastó para que mis ojos se llenaran de lágrimas, no lo vería por un largo tiempo y eso dolía, dolía pensar en que no podría despertar a su lado por las mañanas, que ya no vería su brillante sonrisa ni sus sonrojadas mejillas cuando le hablaba al oído, dolía saber que no lo tocaría por algunos meses.
Había terminado con Baekhyun hacía alrededor de dos semanas, desde ese entonces mi mundo se derrumbó. Ambos habíamos llegado a un acuerdo, no seguiríamos nuestra relación a la distancia porque sería doloroso, prometimos volver a ser una pareja cuando yo volviera de realizar mis tareas en Jeju y me reinstalara en nuestro lugar habitual, New York.

La mañana del día siguiente llegó, apenas terminé de guardar todas mis cosas me acerqué a la ventana y lo ví. Él estaba esperando por mí fuera de la casa, lo noté esbozando una sonrisa amarga cuando observó en mi dirección.
-¿Está todo listo?- dijo cuando me vió salir cargando con varios bolsos.
-S-sí, creo que es suficiente. ¿Vamos?- subimos al coche y no hablamos en todo el camino. Llegamos al aeropuerto, Baekhyun me ayudó a bajar los bolsos.
-H-hasta pronto.- le dije con tristeza.
-Nos vemos en unos meses.-respondió él con lágrimas en sus ojos.
-Cuídate, Baek.- dije caminando hacia el avión.
-¿Cómo podré vivir sin tí en esos meses?- gritó mientras corría hacia mí. Me abrazó y nos fundimos en un desesperado beso con sabor a despedida.
~
El viaje fue agotador, SeHun había estado amarrado a un asiento de avión por catorce horas y ya no sentía sus piernas. Cuando arribaron el aeropuerto de Corea se encontraba durmiendo.
- SeHun llegamos, despierta.- dijo su compañero pero se dió cuenta de que el menor traía puestos audífonos en sus orejas, los quitó.- ¡Oh Sehun, despierta!
-¿Lle...llegamos?- dijo frotando sus ojos todavía adormilado.
-Sí, apúrate que tenemos que retirar las valijas.
-Hmm, vamos.- SeHun se había levantado de su asiento para estirar sus extremidades. Bajaron del avión y retiraron sus respectivos equipajes.
-La empresa ha dicho que un taxi nos estará esperando para llevarnos al hotel.- habló Chanyeol.
-Qué suerte, no veo la hora de tirarme sobre una cama.
-Tranquilo amigo, recuerda que no vinimos de vacaciones sino por trabajo.
-Lo sé, lo sé.- se subieron un auto que poseía el logo de su empresa en el parabrisas, SeHun nuevamente se durmió en el trayecto aeropuerto-hotel.
-Tendrás que acostumbrarte a no dormir cuando quieras, mi amigo.- Chanyeol le dió un codazo en las costillas a su acompañante.- No andaré despertándote a cada rato.
-Lo siento, no lo haré más Chan.- respondió el otro frotando la zona dolorida.

                         ***

Tanto en el fondo del mar como en la superficie todo estaba muy revuelto. Los peces y oceánidos nadaban velozmente intentando escapar de la multitud , y los humanos se empeñaban en decorar la isla, eso significaba que el joven Oh ya se encontraba allí.
LuHan, junto con Kyunggie y Nini se habían escondido tras una roca intentando no ser descubiertos por ninguna de las dos especies. El menor tenía planeada su venganza, si ese hombre del que tanto hablaban se acercaba al mar lo ahogaría.
Necesitaba hacer justicia por sus padres, si no lograba matar a la oceánida causante de semejante desastre haría pagar a un humano por ello.
-LuHan, ¿realmente vas a hacerlo?- susurró su amigo.
-S-sí, ese tal Sejún, Thejún, morirá en mis manos.
-Es SeHun.
-Si, como sea.- LuHan hizo un ademán con la mano quitándole importancia al tema.
-Es muy famoso, ¿sabes lo que eso quiere decir?- agregó Nini.
-Es uno más de esos malditos bípedos.- soltó el menor de los tres con un poco de rabia.
-Si lo ahogas, su ausencia se notará. Vendrán investigadores y los medios de comunicación, será imposible para nosotros volver a este lugar.- un incomodo silencio se hizo presente.
-De todos modos lo mataré.- soltó el pequeño.
-¡Estás loco!- gritaron al unísono los otros dos.

                          ***

-¡Al fin podremos descansar!- gritó Chanyeol adentrandose en la gran habitación del hotel.
-¡Una cama!- exclamó su compañero de trabajo.
-¡Hay comida!
-¡Y una pequeña vitrina con libros!- soltó asombrado el menor.
-Ven a comer un poco.- sugirió el chico de grandes orejas.
-No tengo hambre, gracias.
-¿Quieres alguna otra cosa, Hun?
-Yo dormiré, tú has lo que quieras.- habló SeHun mientras se acurrucaba en el mullido colchón.
-Es-está bien, descansa Thejún.- intentó decir el más alto con la boca llena de ramen.

Irreal - HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora